Proteger el agua es tarea de todas y de todos, es proteger el futuro de las personas: Vida Gómez Herrera

Discurso Dip. Vida Gómez Herrera

Con el permiso de la mesa directiva…

Compañeras, compañeros.

Un delgado lente de agua dulce que flota sobre mucha agua salada.

Esta sencilla pero contundente definición describe el acuífero de la Península de Yucatán y evidencia lo frágil y vulnerable que es nuestro más valioso recurso natural.

Se afirma que el agua de nuestra región es inagotable, y a menudo esta cualidad casi mitológica se oferta como atractivo inmobiliario e industrial. Pero la sobreexplotación y la contaminación, la falta de una cultura del agua y de conciencia institucional sobre su cuidado y regulación, el desdén hacia las voces que advierten del peligro, amenaza el agua para esta generación y las futuras generaciones.

En el subsuelo de Yucatán está una de las principales fuentes de abastecimiento de agua del país, y contamos con bellezas naturales únicas como los cenotes, así como un suelo especial, con propiedades que lo hacen diferente a otras regiones, que permite la permeabilidad del agua, lo que también lo hace especialmente vulnerable a contaminantes, la cercanía con la costa incrementa el riesgo de salinización del acuífero de agua dulce, y la instalación cada vez más frecuente de industrias que extraen y descargan sin mayores controles ni monitoreos, todos estos factores que ponen cotidianamente al agua en riesgo de contaminación.

Y sin embargo, Yucatán nunca ha contado con una Ley del Agua.

Por estas razones, en atención a las voces que claman por una urgente intervención, desde el inicio de esta Legislatura, desde la representación de Movimiento Ciudadano me comprometí a trabajar de la mano de la ciudadanía para elaborar el proyecto de Ley del Agua del Estado de Yucatán, que hoy presento.

Tomó más de seis meses de trabajo, investigaciones, consultas, análisis y sobre todo de reuniones con la ciudadanía y foros de parlamento abierto con diferentes sectores de la sociedad, como organizaciones de personas expertas, investigadoras e investigadores del agua en el estado, personas activistas comprometidas que han dedicado años de lucha, estudiantes de diferentes licenciaturas y universidades, reuniones con los ha´kanules, que son las y los guardianes del agua de Yucatán, y también reuniones y entrevistas con personas de comunidades yucatecas, con la gente que vive y sufre el desabasto de este recurso vital, que sufre en su salud las consecuencias de la contaminación del acuífero y que por años, han pedido ser escuchadas y nadie las había tomado en cuenta.

Seis meses de trabajo escuchando a la ciudadanía y trabajando de manera conjunta, llevaron al proyecto que hoy pongo a la consideración de este Pleno.

Escuchamos a todas las voces, opiniones e ideas, y cada uno de los 162 artículos contenidos en este proyecto, contiene las aportaciones y perspectivas de la ciudanaía.

Sin duda, no es un trabajo perfecto y desde luego habrá que seguir escuchando a la ciudadanía en Foros de Parlamento Abierto para su discusión y análisis, sé que habrá modificaciones y nuevas aportaciones, de eso se trata nuestra democracia.

Pero era necesario dar el primer paso, y este primer paso debía surgir de la ciudadanía, con la ciudadanía, para la ciudadanía.

Estructura y principales propuestas

En sus 8 títulos, esta Ley contiene propuestas para garantizar el acceso y la calidad del agua, la protección del acuífero y recursos naturales en nuestro Estado.

El título primero contiene las disposiciones generales como la naturaleza y el objeto de la ley, así como las definiciones usadas y la Política Hídrica que deberán adoptar el Estado y los municipios.

El título segundo establece la Planeación de los Recursos Hídricos y la creación del Sistema Estatal de Información del Agua, que entre otras cosas, obligará a los prestadores de servicios municipales, a capacitar a sus operadores y a garantizar la calidad en los servicios de agua potable y el abastecimiento frecuente de este recurso a todas las personas del estado.

El titulo tercero habla de las autoridades y sus competencias, y en específico de la creación de la Comisión Estatal del Agua, así como de los Organismos Operadores y de los Organismos Públicos Intermunicipales.

Esta Comisión Estatal del Agua sustituiría a la JAPAY, tomando las atribuciones de ésta y ampliando sus facultades normativas y de vigilancia y sanción, así como de planeación sobre los recursos hídricos del Estado.

En correspondencia a las facultades exclusivas que la Constitución depara a Municipios, se faculta a éstos para asociarse entre sí para generar organismos que presten el servicio en conjunto a poblaciones que por vecindad y acceso al acuífero así lo requieran.

El cuarto título de la participación ciudadana, engloba cinco capítulos, en los que se habla de la educación y la cultura del agua, la ciencia y la tecnología, la responsabilidad social, la participación ciudadana y los mecanismos de información y transparencia, todos estos temas fueron peticiones de la ciudadanía y ayudarán a sentar las bases para tener un gobierno participativo y abierto que tome en cuenta a todos los sectores de la sociedad en la toma de decisiones relativas al recurso hídrico.

Parte fundamental es la creación del Consejo Estatal del Agua, que emitirá recomendaciones en la vigilancia y manejo de este recurso.

El título quinto está enfocado en los cenotes y en las aguas de jurisdicción estatal, éste apartado diferencia a este proyecto de Ley, de los promulgados en otras entidades federativas, porque describe la naturaleza cárstica del suelo de Yucatán y regula los Cenotes del estado, así como su uso y aprovechamiento.

Establecemos la obligación de que los notarios, al momento de realizar operaciones de traslación de dominio de predios donde haya cenotes, tengan que informar y reportarlos a la autoridad, así como sus características.

También la facultad a los gobiernos de establecer tarifas por el derecho de aprovechamiento de cenotes, y que los recursos derivados de estas contribuciones sean destinados prioritariamente a las comunidades y pueblos originarios donde se hallen estos cuerpos de agua.

Particularmente importante son las restricciones en cuanto al uso de detergentes, bronceadores y jabones en los cenotes, a fin de emplear biodegradables que no contaminen, lo que deberá ser promovido por la autoridad.

Se establecen restricciones de distancia a un cenote para la instalación de granjas avícolas y porcícolas de cualquier tamaño, así como el cumplimiento de requisitos y utilización de instalaciones especiales para evitar la contaminación del acuífero.

El título sexto está enfocado en la importancia de la protección de los recursos hídricos de Yucatán, por ello se establecen las medias de prevención y control de la contaminación, que los expertos investigadores recomiendan, también se consideran en este apartado, las rutas de acción para las autoridades ante desastres y emergencias que pongan en riesgo el recurso hídrico.

El título séptimo está enfocado en la prestación de servicios públicos relacionados al agua, se describen los diferentes tipos de uso identificados en el Estado, así como las características de la prestación de los servicios que van desde la extracción, potabilización y distribución de agua para uso humano, como los sistemas de saneamiento, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales que deben aplicarse en el Estado, de conformidad con las Normas Oficiales ya existentes y considerando también las características del suelo y de las costumbres de la  población yucateca.

Finalmente, el título octavo establece todo lo relativo a los mecanismos de inspección que tendrán los prestadores de servicios, así como las medidas de impugnación que pueden presentar los usuarios y el derecho a la denuncia ciudadana, como otro instrumento de participación, mediante el cual se fomentará que la misma ciudadanía cuide y vigile el correcto uso del agua de Yucatán

Esta es la propuesta que presento a su consideración, reitero la petición de que sea analizada y enriquecida con la mayor participación ciudadana posible, pues se trata de proteger un recurso vital para todos quienes estamos en Yucatán, y para las futuras generaciones.

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Quiero reconocer y agradecer las aportaciones vertidas en los foros de parlamento abierto y en reuniones específicas, a personas  expertas e investigadoras de instituciones como la Universidad Autónoma de Yucatán, el Cinvestav y la UNAM, así como a los activistas pertenecientes a asociaciones como Ciudadanos Hartos, A.C, Consejo Ciudadano por el Agua de Yucatán, Observatorio Científico Ciudadano del Agua en Yucatán;

Agradezco las aportaciones y las ideas que nos dieron habitantes de colonias y comisarías de Mérida y diversos municipios, así como representantes de la organización BACAB A.C, quienes organizan a los Ha´kanules, que son niñas, niños, y adultos guardianes del agua y promotores de la gestión integral y manejo responsable del agua en Yucatán, además de representantes de Casa Colibrí Maxcanú.

Agradezco y reconozco la participación y aportaciones a estudiantes de la licenciatura en Administración de Recursos Naturales de la Universidad Marista, estudiantes de la licenciatura en Derecho de la Universidad Anáhuac Mayab y de la Universidad Autónoma de Yucatán.

Agradezco también a las instancias municipales que respondieron a los correos electrónicos enviados para solicitar su participación desde noviembre de 2021, y a todo el equipo de trabajo que ha participado en la elaboración del proyecto.

Compañeras y compañeros, Yucatán necesita una Ley del Agua que garantice el acceso de toda la población a este vital líquido libre de contaminantes, que vigile el aprovechamiento de los recursos hídricos, que sancione a quien haga un mal uso o contamine las fuentes de agua en nuestro Estado.

Según el INEGI, nuestro Estado tiene infraestructura suficiente para abastecer de agua al 98% de la población. Pero les invito a ir a la comisaría de Mérida que ustedes elijan, a Dzityá, a Molas, a Temozón Norte, a Sac Nicté, a municipios como Progreso, o cualquiera, y preguntar aleatoriamente en cualquier hogar, primero, si cuentan con el servicio de agua potable, porque muchos de los nuevos desarrollos inmobiliarios en esas comisarías, no cuentan con ello; y segundo, a los que sí tienen tuberías, si el abastecimiento de agua es constante.

He recorrido estas comisarías, y he escuchado a la gente y tanto aquí en Mérida como en la gran mayoría de los municipios, la situación es la misma: la población solamente tiene acceso al agua potable por unas cuantas horas al día. Y en casos más alarmante, solo tiene agua potable un par de horas a la semana.

Esa es la realidad que enfrentan las familias yucatecas en cuanto al acceso al agua.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala en su artículo 4: “Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible”.

Compañeras y compañeros, en muchas, en demasiadas poblaciones de Yucatán, las personas no pueden ejercer este derecho.

En muchas, en demasiadas regiones de Yucatán, granjas e industrias operan y descargan al acuífero sin mayor vigilancia, poniendo en riesgo la integridad del acuífero y por lo tanto del agua para esta y futuras generaciones.

Proteger el agua es tarea de todas y de todos, es proteger el futuro de las personas.

Por lo anterior, someto a la consideración del Pleno la presente iniciativa de LEY DEL AGUA DEL ESTADO DE YUCATÁN