No cabe duda de que, en Yucatán, tenemos Gobiernos que se preocupa y ocupa por las necesidades de la sociedad y que son prioridad en sus acciones. ¡Por un Yucatán sano, Juntas y Juntos por la Salud Mental!

Discurso Dip. Dafne López Osorio

Los artículos 25 de la Declaración Universal, 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, 45 de la Carta de la Organización de los Estados Americanos y 10 del Protocolo “San Salvador”,  establecen el derecho humano a la salud que ha sido entendido como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente como ausencia de enfermedades” el cual exige el aseguramiento de condiciones socioeconómicas que permitan el “más alto nivel posible de salud física y mental” abarcando cuestiones como la alimentación, nutrición, vivienda, acceso al agua potable, sanidad, condiciones de trabajo seguras, la atención y cuidados psicológicos y un medio ambiente sano[1].

Dada su naturaleza como derecho humano, la salud responde a ciertos requisitos que deben ser observados:

a) Disponibilidad de establecimientos, bienes, servicios, programas y personal de salud capacitado que brinde atención oportuna;
b) Accesibilidad física, económica y en igualdad de condiciones para todas las personas;
c) Aceptabilidad de los servicios de salud, y;
d) Calidad, garantizada por medio de personal capacitado, medicamentos y equipo hospitalario suficiente.

Ahora bien, tal y como lo señala el preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, debe entenderse que, son tres dimensiones las que atañen a la existencia de un estado “completo” de salud, mismas que responden al bienestar físico, social y mental.

Durante mucho tiempo, la salud mental ha sido un tema tabú en las agendas políticas, pues la existencia de estereotipos sobre ésta, la mantuvo como una rama que competía exclusivamente a quienes contaban con algún trastorno diagnosticado. No obstante, la salud mental representa un componente integral y esencial de la salud. Por tanto, es fundamental reconocer que los diversos factores económicos, sociales, culturales y ambientales representan presiones normales de la vida que influyen en el desarrollo humano. Si no hay salud mental, no hay salud en las personas.

Hoy, especialmente después de la pandemia que asoló al mundo y que obligó al confinamiento de millones de personas a un encierro obligado, estresante e inaudito, la salud mental es un tema que preocupa, no sólo a expertas y expertos, sino que también a las familias de todo el mundo y en especial a las de nuestro Estado, en muchos casos por autolesiones de algunos o varios de sus integrantes.

Es por eso que, en esta legislatura, estamos trabajando acerca del tema de manera responsable, seria y escuchando a especialistas, sociedad civil y autoridades, porque la salud mental no es un tema que se pueda tratar a la ligera, con tiempos a capricho y mucho menos con prisas que pondrían en riesgo la vida de personas que merecen toda nuestra atención, pero si con acciones integrales oportunas.

En la Fracción Parlamentaria del Partido Acción Nacional, vemos con beneplácito la presentación del programa “Juntas y Juntos por la Salud Mental” que, hace unos días realizó el Gobernador Mauricio Vila Dosal.

Porque la salud mental es un tema que debemos atender todas y todos en unidad, con solidaridad y empatía y no con protagonismos unipersonales que, repito, pongan en riesgo la vida misma de quienes claman en silencio que esta sociedad actúe de manera urgente e indiscutible.

Por lo tanto, reconocemos que, a través de dicho proyecto, se pretenda reestructurar la atención médica a la salud mental por medio de acciones específicas como:

– Cobertura en la prevención, promoción, detección y derivación de la salud mental, mediante el establecimiento de Consejos Municipales y Brigadas de Salud Mental.
– Implementación de la plataforma MeMind, a través de la que se brindará atención especializada de forma práctica y gratuita.
– Instauración del “Código 100” como una herramienta de apoyo para el personal de salud a través de la cual podrán atender de manera inmediata y adecuada, a las personas con conducta suicida.
– Capacitación del personal de salud por medio de los programas de actualización diseñados por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud.
– Operatividad de la línea de orientación y contención emocional, misma que funciona 24/7, en español y lengua maya.

No cabe duda de que, en Yucatán, tenemos Gobiernos que se preocupa y ocupa por las necesidades de la sociedad y que son prioridad en sus acciones.

Por ello, es de reconocerse el trabajo que se ha realizado desde el Poder Ejecutivo para prevenir y atender los riesgos que comprometen la salud de las y los yucatecos. Asimismo, como integrantes de esta LXIII Legislatura del H. Congreso de Yucatán, hago un llamado a ustedes, mis compañeras y compañeros Diputados, a que refrendemos nuestro compromiso por proteger la salud mental de la sociedad yucateca.

De igual forma, insto a los diferentes ayuntamientos para que se sumen a las acciones emprendidas, tanto por el Ejecutivo como por el Legislativo, en pro de garantizar las condiciones que permitan mantener un estado de salud idóneo.

Las y los yucatecos debemos unirnos por amor a la vida.
¡Por un Yucatán sano, Juntas y Juntos por la Salud Mental!

Es cuanto Presidenta.


[1] E/C.12/2000/4 Observación General no. 14 del Consejo Económico y Social “El derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud. 11 de agosto 2000.