La OMS ha lanzado una alerta internacional por bacterias resistentes a los antibióticos.

Bacterias resistentes a los antibióticos amenazan la salud mundial; piden no autorecetarse

La resistencia a los antibióticos es actualmente una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo.

La Organización Mundial de la Salud ha lanzado una alerta internacional por el incremento de personas que fallecen por bacterias resistentes a los antibióticos.

Se advierte que el abuso y mal uso de estos medicamentos puede causar una verdadera epidemia en los próximos años.

“Hay cálculos que hablan que para el 2050 podríamos estar enfrentándonos a situaciones como las que teníamos antes de que existieran los antibióticos, esto sería algo realmente grave porque alguna infección que actualmente la tratamos muy bien como podría ser una neumonía, pues en unos 30, 40 años a lo mejor ya no tendríamos los antibióticos suficientes o necesarios para tratar esto, e incluso representar alrededor de 10 millones de muertes al año”, explicó Juan Pablo Ramírez Hinojosa, subdirector de Epidemiología e Infectología de Hospital Dr. Manuel Gea González.

Las enfermedades infecciosas comunes como la neumonía o la tuberculosis son cada vez más difíciles -y a veces imposibles- de tratar, a medida que los antibióticos van perdiendo eficacia.

Si no se toman medidas urgentes, muchas infecciones comunes o lesiones menores volverán a ser potencialmente mortales.

“Es una situación de evolución. Tanto la bacteria trata de sobrevivir como nosotros tratamos de atacar a la bacteria y entonces este círculo vicioso se traduce en resistencia de bacterias”, reiteró el doctor Ramírez Hinojosa.

Martha llegó hace unos meses al Hospital Gea González con un diagnóstico de pielonefritis, una enfermedad de las vías urinarias que se desplaza a los riñones y que además estaba agravada por la diabetes que también padece.

Siguió su tratamiento al pie de la letra y cuando aparentemente ya había cedido la infección, hace unos días le volvió a dar.

“Ya me habían dado de alta y volví por lo mismo. De nuevo me empezó a dar el escalofrío, los piquetes y el dolor de cabeza. Dijeron que era un bicho muy resistente”, señaló Martha Calzada.

Martha ya está bajo otro tratamiento específico. De no haber seguido las instrucciones de los médicos o haberse autorecetado, aseguran, ya habría perdido el riñón o le pudo haber costado incluso la vida.

 

Con información de Farah Reachi

KAH