La Iglesia intentará escuchar a jóvenes

El papa Francisco inauguró el Sínodo de Obispos, en el que discernirán cómo resintonizar con la juventud

Una iglesia que escucha y en camino”, “que se deja interpelar”, “sin prejuicios ni estereotipos”, y que logre “superar con decisión la plaga del clericalismo”.

Son las claves que el papa Francisco propuso a los 267 obispos provenientes de todas partes del mundo, que desde ayer y hasta el domingo 28 de octubre discernirán sobre cómo lograr resintonizar a los jóvenes con la Iglesia católica.

Estas palabras fueron ofrecidas por el pontífice en un discurso de 20 minutos que marcó el inicio de la Congregación General del Sínodo de Obispos, reunidos bajo el título: “Los jóvenes, la fe, y el discernimiento vocacional”.

Es la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos, la tercera del pontificado de Jorge Mario Bergoglio; ya en 2014 y en 2015 había realizado un doble sínodo dedicado a la familia.

Pero ¿por qué un sínodo sobre los jóvenes? Para Francisco “el encuentro entre generaciones puede ser extremadamente fructífero para generar esperanza”, así lo expresó en su saludo.

Por tanto, no hay que dejarse tentar por las profecías de desgracias, ni gastar energías en llevar cuenta de los fallos y echar en cara amarguras, hay que mantener los ojos fijos en el bien, que a menudo no hace ruido, ni es tema de los blogs ni aparece en las primeras páginas, y no asustarse ante las heridas de la carne de Cristo, causadas siempre por el pecado y con frecuencia por los hijos de la Iglesia”, enfatizó en momentos en que la Iglesia se encuentra en el ojo del huracán por los casos de abusos a menores ocasionados por miembros del clero en diferentes continentes, involucrando incluso a altos oficiales de la santa sede.

 

POR UNA IGLESIA MÁS PURA Y FUERTE

Luego de las palabras de Francisco siguió la oración inicial y un breve saludo del patriarca de Babilonia de los Caldeos, el cardenal iraquí Louis Raphael Sako, que expresó su cercanía al Papa: “estamos seguros de que las tormentas, por muy fuertes que sean, pasarán, y que la Iglesia emergerá más pura y más fuerte”.

Para lograrlo, “no sólo debemos escuchar primero a los jóvenes, sino también, ¡y para esto estamos reunidos aquí!, debemos responder con el corazón de los pastores a sus desafíos a través de propuestas apropiadas y buenos consejos al Santo Padre”, indicó en su relación de apertura el secretario general del Sínodo, el cardenal Lorenzo Baldisseri.

Entre las novedades de este encuentro destaca la Constitución Apostólica Episcopalis Communio, publicada el pasado 18 de septiembre por el Papa, que por primera vez otorga un carácter magisterial al documento final de la Asamblea Sinodal, dejando de ser meramente consultivo.

El Sínodo es “un instrumento válido de conocimiento mutuo entre los obispos, oración común, confrontación leal, profundización de la doctrina cristiana, reforma de las estructuras eclesiásticas, promoción de la actividad pastoral en todo el mundo”.

LOS PARTICIPANTES

De los 267 padres sinodales que participan en esta Asamblea, 51 son cardenales (incluyendo dos patriarcas y tres arzobispos principales), seis patriarcas, un arzobispo mayor, 45 arzobispos, 102 obispos residenciales, 37 auxiliares, 6 vicarios apostólicos y un obispo prelado, 10 religiosos que representan la Unión de Superiores Generales y 10 miembros no honrados de la orden episcopal entre diocesanos y religiosos.

Además de 23 expertos seleccionados con base en sus competencias y 49 auditores, entre los cuales 34 son jóvenes de los cinco continentes con edades entre 18 y 29 años.

México está representado por el arzobispo primado de México, el cardenal Carlos Aguiar Retes; el obispo auxiliar de Monterrey y obispo responsable de la Dimensión Episcopal Mexicana de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes (DEMPAJ), monseñor Juan Armando Pérez Talamantes; el obispo auxiliar de Tlalnepantla y obispo responsable de la Pastoral de Adolescentes, monseñor Jorge Cuapio Bautista; el obispo de Tapachula y presidente de la Comisión Episcopal de Vocaciones y Ministerios de la CEM, monseñor Jaime Calderón Calderón; y el obispo de Nezahualcóyotl, monseñor Héctor Luis Morales Sánchez. En representación de los jóvenes, Corina Fiore Mortola Rodríguez, de Guadalajara.

El secretario general del Sínodo también se refirió a los trabajos de preparación para garantizar la participación de los jóvenes a través de la web www.synod2018.va, que fue lanzada el 14 de junio de 2017.

Refirió que en seis meses ha tenido alrededor de 221 mil contactos y 100 mil 500 jóvenes respondieron a las preguntas propuestas: 58 mil chicas y 42 mil 500 chicos.

Casi 51 mil participantes, que corresponden a 50.6% de los cuestionarios completados, resultan ser chicos de entre 16 y 19 años, lo que demuestra que precisamente los más jóvenes se revelaron más sensibles a la iniciativa”.

Añadió que el país del que llegó el mayor número de respuestas fue Uganda, con más de 16 mil respuestas completas.

La nuestra es una asamblea amplia y compuesta, un fresco admirable de la catolicidad de la Iglesia, en la que se reflejan las sensibilidades y resuenan las voces de diferentes continentes y ámbitos culturales”, dijo Baldisseri.

 

 

LA METODOLOGÍA

Las jornadas sinodales se desarrollarán en tres unidades de trabajo, respetando el Instrumento Laboris: la Iglesia que escucha la realidad, la fe y el discernimiento vocacional, y los caminos de conversión pastoral y misionaria. Como sucedió en los sínodos dedicados a la familia, una comisión se encargará de elaborar el documento final.

La comisión estará conformada por el relator general el cardenal Sérgio da Rocha, el secretario general el cardenal Lorenzo Baldisseri y ocho padres sinodales (cinco elegidos por la Asamblea en representación de cada continente y tres nombrados por el Papa).

El documento final será votado el sábado 27 de octubre y una vez firmado por el papa Francisco pasa a ser magisterio.