El origen del Día de los Santos Inocentes

En la Edad Media surgió la tradición que prevalece hoy en día.

Desde hace siglos, cada 28 de diciembre se celebra el Día de los Santos Inocentes.

Esta conmemoración sobrevive como una fecha de buen humor, pese a su origen religioso y de sufrimiento.

De acuerdo con la tradición cristiana, el origen de este día se dio cuando el rey Herodes ‘El grande’ ordenó matar a la totalidad de los niños menores de dos años de edad y con ello evitar la llegada del Mesías, nacido unos días antes y lo despojara de su trono.

Sin embargo, con el paso del tiempo esta conmemoración religiosa de la muerte de los niños se convirtió en algo festivo.

De acuerdo con una crónica escrita por Antonio Robles dice que la orden de los Betlemitas, establecida en México en 1673, celebró esta fecha en 1703 como el Día de los Santos Inocentes con un carácter más festivo.

En la actualidad se acostumbra que entre amigos se pida algo prestado y al recibir el objetivo se diga la siguiente frase: ‘Inocente palomita que te dejaste engañar, sobiendo que en este día, nada se debe prestar’, aun así el objeto se debe devolver más tarde.

También se suelen regalar charolitas de hojalata con juguetes en miniatura, especiales para la ocasión. Hoy en día, en el Mercado de La Merced en la Ciudad de México todavía se pueden encontrar los regalos en miniatura.

En la Edad Media se adoptó conmemorar aquella matanza con un rito pagan conocido como la ‘Fiesta de los Locos’, que se celebraba entre Navidad y Año Nuevo, aquellas fiestas eran muy escandalosas, por lo que la Iglesia decretó el ‘Día de los Inocentes’ para terminar con el rito pagano.

Así nació la fiesta de tintes festivos que permanece hasta nuestros días. Se gastan bromas, quien hace la broma emula a Herodes y el bromeado es el ‘inocente’.

En años recientes, los medios de comunicación y las redes sociales publican noticias falsas para confundir a su auditorio, para después aclarar que todo es una broma.