Discurso del Gobernador en la entrega de nombramientos a los integrantes del Consejo de Amigos del Palacio de la Música

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Mérida, Yucatán, 28 de julio de 2018

Muy buenos días, amigas y amigos todos, me da muchísimo gusto saludarles a todos quienes se encuentran aquí presentes, que ya han sido debidamente presentados, pero quisiera significar a Roberto Abraham, presidente del Consejo de Amigos del Palacio de la Música; muchas gracias, Roberto, por el acompañamiento a esta gran obra desde su concepción, y a cada una y a cada uno de los integrantes de este Consejo de Amigos, de verdad, les agradecemos su participación, su esfuerzo.

Permítanme un saludo muy personal, muy particular, a don Rogerio Azcárraga, muchísimas gracias, don Rogerio, y se los digo: don Rogerio, desde que se empezó a concebir la idea de este espacio, nos ha dado un gran acompañamiento, pero además –lo expresé el día de la inauguración, hace un mes con el señor Presidente–, con una gran generosidad, puso a disposición de este espacio la gran colección invaluable, los derechos, mejor dicho, para presentarla aquí, toda esa gran colección discográfica que es todo un referente para México en la música y eso es algo, en la extensión de la palabra, invaluable para este Palacio de la Música. Muchas gracias, don Rogerio.

Y además, lo quiero decir porque usted es un yucateco de corazón, sabemos de su aprecio y de su cariño por Yucatán, y le agradecemos mucho que forme parte de este Consejo, así como a cada una y a cada uno de los integrantes de este Consejo de Amigos, que tendrán una función, como bien lo decía Roberto, de acompañamiento. Son personas conocedoras en los diferentes géneros, en los diferentes ámbitos relacionados con la música y, por supuesto, su experiencia, su talento, su opinión, va a permitir que este gran espacio cumpla con los propósitos para los que fue construido y dé para más, seguramente dé para más, para más y para más.

Saludar, por supuesto, a la licenciada Gabriela Xacur Cejudo, muchas gracias, Gaby, y a cada uno de los integrantes del Patronato del Palacio de la Música, porque son un grupo de empresarios jóvenes, entusiastas, dinámicos y, sin duda, su energía le va a dar un dinamismo que necesita este espacio, de igual manera, para que cumpla con todos sus propósitos.

Saludar al maestro Roger Metri Duarte, secretario de la Cultura y las Artes; al ingeniero Panchito Torres Rivas, muchas gracias, señor diputado; al licenciado Alejandro Rivas Pintado, representante del Consejo Coordinador Empresarial, muchas gracias, Alejandro, siempre el sector empresarial ha estado muy participativo como parte de la sociedad; permítanme saludar a mi esposa, Sarita Blancarte, que nos acompaña esta mañana, que al igual que a mí, le encanta la música y le encanta este palacio, y a todos quienes se encuentran aquí presentes.

Normalmente, siempre digo que voy a ser breve en mis discursos; hoy, les digo que no, les digo que me voy a extender. No, no es cierto, pero es que quiero compartir con ustedes algunas ideas y me siento muy contento, de verdad, me siento muy contento. Al entrar aquí, bajarme en la calle 58 y entrar, y ver la vida que se da en la planta baja, le digo a Roger “oye, Roger, ¿y estas sillas?”, “es que anoche hubo serenata y hoy, en la noche, habrá serenata nuevamente”, y veo una fila de personas, le digo “¿y estas personas?”, pensé que estaban esperando para venir al evento y no, me dice, “son las que ya van a entrar al recorrido”.

En fin, este ya es un espacio vivo, es un espacio que, como ustedes ven, no tiene puertas, sus puertas son totalmente abiertas para que los turistas, los visitantes, la comunidad artística, los investigadores, los estudiosos, todos puedan participar en los eventos, pero también para que el pueblo lo haga suyo: para que los trabajadores que estén yendo a su trabajo y vayan a tomar su camión lo atraviesen, lo caminen y, si tienen que hacer un espacio de tiempo, puedan sentarse y disfrutar de las amplias terrazas; la señora que fue al mercado, que fue a comprar y que está caminando en el Centro, igual, puede entrar y disfrutar de este espacio.

Porque este espacio, ante todo, es del pueblo y por eso está diseñado de esa manera, para que la amplia terraza sea un espacio público, sea un espacio del pueblo y, por supuesto, como una sala de exposiciones en la planta baja para que, quien desee estar en todas las exposiciones, pues por supuesto, como se acostumbra en todos los espacios de este tipo, pues pueda comprar su boleto y accesar, pero en la esencia, es un espacio público y tres son los aspectos fundamentales que yo quiero abordar en esta expresión.

En primer lugar, el orgullo que nos da a los yucatecos el contar con un espacio de este tipo; cuando se habla de Yucatán, invariablemente se hace una referencia a la música y, cuando se habla de música, sin duda, se hace una referencia a Yucatán; es un signo, es un rasgo de nuestro rostro como pueblo, del cual nos sentimos muy orgullosos como pueblo y ameritaba un espacio con estas características, que como bien dijo Roberto, es único en su género a nivel nacional, y pues yo no sé qué tantos haya similares a nivel mundial, pero seguramente no serán muchos: este es un referente, sin duda, por la forma como está concebido y, para nosotros, es fundamental.

Desde el inicio de mi administración, hicimos compromisos y estuvieron enumerados, hicimos 227 compromisos y es cierto, entre esos 227 compromisos, no había uno enumerado que dijera “construir un Palacio de la Música”, pero sí había un compromiso, hay un compromiso, que es el número 37, que dice textualmente “implementar un programa de dinamización cultural y artística en el Centro Histórico de Mérida, para ampliar la oferta artística, cultural y turística de la ciudad”; es una visión que teníamos desde el inicio de la administración. Lo que representa el Centro Histórico, lo que representa la cultura, lo que representa el arte y lo que representa, también, la actividad turística en nuestro estado.

Por eso, cuando ya inicia la administración y se dan las circunstancias que nos permitió, con el apoyo del señor Presidente de la República, construir un nuevo Palacio Legislativo para los diputados y las diputadas, hoy ya funciona pues, prácticamente, desde hace cuatro años –el diputado Panchito fue uno de los que lo estrenaron, la primera Legislatura que estuvo ahí–, pues quedó a disposición este espacio y, la verdad, al pensarse y al trabajar con la Secretaría de Cultura federal las alternativas, fue muy sencillo pensar en la música, en lo importante que fuera un espacio para la música.

Y bueno, yo recuerdo y agradezco al Gobierno de la República, en ese entonces, don Rafael Tovar y de Teresa, que en paz descanse, con la visión de que no fuera únicamente un espacio de música yucateca, sino que fuera un espacio de la música nacional, tradicional, popular; en una expresión textual, dijo “Yucatán y México lo merecen” y esa es la dimensión que se le da en el ámbito nacional a este espacio, y al establecerse y plantearse el diseño, también, no únicamente estamos cumpliendo con este compromiso, sino yo reitero ante ustedes lo que expresamos en el momento mismo de su presentación:

Este espacio está llamado a formar parte de lo que debe ser, en el futuro, un gran distrito cultural de nuestra ciudad; todo este gran Centro Histórico, que sea un distrito cultural donde convivan armónicamente todos los espacios, tanto los inmuebles de infraestructura cultural –que tenemos varios aquí, desde el “Peón Contreras”, el “Daniel Ayala”, el teatro “Armando Manzanero”, el propio teatro “Fantasio”; por supuesto, el Centro Cultural “Olimpo”, el Macay, en fin, todo lo que existe–, considerando espacios abiertos –parques, Santa Lucía, etcétera–, constituirlo como un gran distrito cultural que permita que Yucatán sea un lugar referente por su oferta artística y cultural para el disfrute de todos los yucatecos, pero también para atracción de los turistas que están buscando, precisamente, esa oferta cultural.

Y acá se incorporan elementos nuevos: a los ya existentes, que ya mencioné, se incorpora este Palacio de la Música, por supuesto; se incorpora, y es importante señalarlo, el edificio central de la Universidad, que hoy cumple una función eminentemente administrativa, pero que de la mano con nuestra máxima casa de estudios estamos ya muy avanzados para que ellos trasladen todo su espacio administrativo a donde estuvo la Facultad de Derecho, ahí en Pacabtún, y entonces, este gran y majestuoso edificio central se convierta en el Centro Cultural Universitario, con capacidad para presentar galerías, etcétera.

De igual manera, es de nuestro conocimiento que el honorable Congreso del Estado y la Universidad están ya muy avanzados para que este espacio que es el Congreso original, cuya espléndida pared tenemos aquí de fondo, pueda la Universidad utilizarlo permanentemente para una oferta cultural y, si vamos sumando, entonces, nos daremos cuenta de cómo tenemos un gran distrito cultural con una vida y con una dinámica cultural permanente todos los días.

Esa es una visión que trazamos al inicio de la administración y me da una enorme satisfacción que, con el conjunto de esfuerzos de todos ustedes, porque por mucho, no sólo fue el trabajo del Gobierno; de ninguna manera, el Gobierno hizo su parte, el Gobierno estatal y el Gobierno federal, pero la sociedad civil es la que nos ha impulsado, nos ha motivado y nos ha conducido para que, a fin de cuentas, llegar a este momento.

El segundo punto a destacar: su funcionamiento. Es bonito inaugurar un espacio como este, es memorable, pero lo más importante es que sea un inmueble y un espacio que tenga una funcionalidad, una calidad y un mantenimiento de excelencia, y que siempre, al transcurrir los años, esté cumpliendo con las funciones y con las expectativas que realiza. Para eso, se ha diseñado un modelo de funcionamiento, que como ustedes ya ven, tiene tres grandes ejes.

Por una parte, un fideicomiso, que es el que garantiza su funcionamiento, su administración, y es un fideicomiso que les quiero decir que, en ese fideicomiso, participan, por supuesto, integrantes del sector público, pero integrantes también del sector privado, como por ejemplo, la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo. Y esto, ¿para qué? Para darle una orientación, una difusión, una promoción, para garantizar que más gente visite, que en muchas partes de la República y del mundo sepan y conozcan de este lugar, que sea un atractivo para que vengan a la ciudad y dejen mayores beneficios, pero fundamentalmente, para que funcione adecuadamente este espacio.

Y por otra parte, como hemos expresado, un patronato que, con el empuje y el dinamismo de los empresarios, encabezados por Gaby Xacur, puedan generar actividades y una dinámica que le permita, de igual manera, potencializar sus diferentes espacios e, inclusive, comercializar para generar recursos, para que este espacio, y hay que decirlo así, funcione en condiciones de excelencia y no se recargue únicamente en su funcionamiento de los recursos públicos, que tenga la capacidad para generar sus propios recursos y siempre esté en condiciones de excelencia.

Ese modelo, lo decimos con claridad, lo tomamos de la Figarosy, que ha funcionado muy bien durante muchos años, tiene su fideicomiso, tiene su patronato y vemos cómo generan actividades, generan dinámicas, el Gobierno del Estado hace una aportación anual, pero de igual manera, el patronato y la dinámica que hay generan ingresos, generan actividades y ha funcionado bien. Esa es la expectativa que tenemos, que sector público y sector privado de la mano, impulsen y garanticen que este palacio funcione y funcione bien, que es lo más importante.

Y qué decir de este espacio arropado por un Consejo de Amigos, a quienes les hemos entregado en este momento su nombramiento, que son personas con talento, con experiencia, con reconocimiento, con conocimiento profundo en las diferentes vertientes de la música, que será un órgano consultivo que estamos seguros, con gran sapiencia, estará orientando los esfuerzos de estos organismos sustantivos que garantizarán el funcionamiento.

Y del propio Gobierno, en su parte cultural, para potencializar, mirar lejos y mirar hacia arriba desde este Palacio y, verdaderamente, lo llevemos a las condiciones de generar el máximo de beneficio a la comunidad artística y cultural de Yucatán, para la sociedad yucateca en general y para México, porque es el centro nacional de la música tradicional y popular. Por eso, le agradezco puntualmente a todos los que forman parte de estos organismos.

Finalmente, el tercer punto que considero relevante y que me da una enorme satisfacción: hace un momento, cuando llegué, cuando vine y me bajaba, además de ver a toda la gente que estaba aquí, en la terraza, me detuve unos minutos y me llevé una enorme satisfacción, porque entré aquí, al local que está exactamente enfrente, aquí en el callejón, y entré a platicar al local, porque hay un buen número de trabajadores ahí, trabajando a marchas forzadas, y les digo “¿aquí qué van a hacer?”, “vamos a hacer un restaurant”, me dicen.

Y esto ¿qué significa? Cómo obras de este tipo dinamizan toda una zona y todo un sector. Nosotros vivimos la realidad hoy, pero recordemos hace algunos años: este era el Congreso del Estado, por supuesto, y al concluir sus actividades, normalmente al filo de las 6:00, 7:00 de la noche, 8:00, pues bueno, se apagaba y, más bien, tenía vida la parte pegada el “Peón Contreras”, ¿verdad? Cuando acababan los conciertos, ahí se tomaba un café, pero esta parte, la parte de la calle 58, pues era una parte más bien oscura, donde no había mayor vida.

Ahora, con las características y la vida que da este espacio, todo este callejón, llamado el Callejón del Congreso, está llamado a ser un espacio para el disfrute de los locales y los visitantes que, al salir de aquí, del Palacio, puedan estar acá, con las mesas en la puerta, disfrutar de un café, de un refresco o de alguna copa de vino, o lo que quieran tomar, ¿verdad? Una cerveza yucateca, fabricada en Yucatán, también se vale, ¿verdad? Bueno, no sé si han venido en estos días, en la noche, ya quedó muy bien iluminada.

Y ahí, de la mano con el Consejo Coordinador Empresarial, hemos tenido todo el apoyo para que nos ayuden con esa motivación al comercio y a los espacios que están alrededor para que, así como se ha generado esta obra y así como está sucediendo en el Centro de Congresos, el nuevo Centro de Congresos, vemos inversión y vemos que se dinamiza una zona, suceda lo mismo y ya está sucediendo; ahora que salgan, véanlo, exactamente aquí en frente verán cómo están trabajando aceleradamente.

Y eso me da muchísimo gusto, porque eso genera inversión, genera empleo y genera bienestar, y a fin de cuentas, es el gran propósito que debe motivar e impulsar el papel del Gobierno en el desarrollo y, por eso, esta es una obra que está generando diversas ventajas, posibilidades. Una de ellas, también la estamos viendo, ustedes recordarán que, cuando estaba aquí el Congreso, un espacio como de 50 centímetros era el que separaba al Congreso de esta pared y, por supuesto, impedía que se disfrutara este espacio espléndido, esta gran pared que vemos aquí, de hace varios siglos; ahora, se ha generado este pasaje, este callejón que une la calle 59 con el Callejón del Congreso y que a mí me da mucho gusto.

La otra noche salí, de Palacio y dije “a ver cómo están las cosas por allá”, y solito vine caminando por acá, bueno, con Andrés, le dije “acompáñame”, venimos caminando y vi a varias personas sentadas aquí, en las bancas, con las luces encendidas, varias personas caminando, otro rostro y, a fin de cuentas, la transformación es lo que nos va dando esa sensación positiva que decía Roberto, de que las cosas están caminando, que las cosas están caminando bien, gracias simple y sencillamente a que cada quien está haciendo la parte que le corresponde.

El Gobierno del Estado, el Gobierno federal, las autoridades municipales, la comunidad artística, la sociedad civil, los empresarios, los trabajadores, todos haciendo su parte nos permite decir que hoy, en Yucatán, estamos caminando, estamos caminando bien y lo más importante: estamos mirando el futuro con optimismo, con un optimismo sensato, con los pies bien puestos sobre la tierra, pero también mirando hacia adelante, mirando hacia el frente con grandes transformaciones aún por realizar y que yo estoy seguro que, con la gran sabiduría que tiene el pueblo de Yucatán, paso a paso, iremos logrando.