Investigadores creen que podría haber vida en las nubes de Venus

A primera vista, Venus parece ser uno de los últimos lugares del sistema solar en los que esperarías encontrar vida

Si no tuviéramos suficientes excusas para construir ciudades flotantes en las nubes de Venus, aquí hay otro elemento que podemos agregar a la lista: la atmósfera inferior del planeta puede estar repleta de microbios extraterrestres.

Como se detalla en un artículo publicado recientemente en Astrobiology, los estudios de organismos capaces de soportar ambientes extremos en la Tierra –mejor conocidos como extremófilos– han hecho que la perspectiva de la vida microbiana en Venus sea más plausible en los últimos años. De hecho, las bolsas de microbios que mastican dióxido de carbono a la deriva en la atmósfera de Venus pueden explicar las misteriosas manchas oscuras que se han observado en las nubes de Venus durante más de un siglo.

A primera vista, Venus parece ser uno de los últimos lugares del sistema solar en los que esperarías encontrar vida. Su atmósfera está compuesta principalmente de dióxido de carbono y gotas de agua que contienen ácido sulfúrico, ambos tóxicos para los humanos. Además, las temperaturas en la superficie de Venus pueden elevarse a 900 grados Fahrenheit durante el día y las presiones en la superficie son aproximadamente 92 veces mayores que la presión atmosférica de la Tierra al nivel del mar.

Sin embargo, los científicos planetarios consideran a Venus como el gemelo de la Tierra. No sólo tiene casi el mismo tamaño, sino que los científicos también creen que pudo haber tenido agua líquida en su superficie durante casi 2 mil millones de años antes de sucumbir a un efecto invernadero como resultado de flujos de lava intensos y constantes en la superficie. Además, las condiciones se vuelven mucho más parecidas a las de la Tierra en la parte baja-media de la atmósfera venusina (alrededor de 40 kilómetros hacia arriba). Aquí, la presión atmosférica y la gravedad son más o menos las mismas que las de la Tierra, y las temperaturas oscilan entre los 32 y 120 grados Fahrenheit.

En conjunto, estas son todas las condiciones que hacen que la atmósfera de Venus sea una candidata prometedora para la vida extraterrestre en el sistema solar.

En la Tierra, los científicos han encontrado microbios vivos en altitudes de más de 100 mil pies, así como extremófilos capaces de vivir en ambientes como las aguas termales de Yellowstone o cerca de fuentes hidrotermales en el océano profundo.

«Sabemos que la vida puede prosperar en condiciones muy ácidas, puede alimentarse con dióxido de carbono y producir ácido sulfúrico», dijo en un comunicado Rakesh Mogul, profesor de química biológica de la Universidad Politécnica del Estado de California en Pomona.

Estas condiciones son bastante similares a las que se encuentran en la atmósfera de Venus, señalan Mogul y su coautor Sanjay Limaye, un científico planetario de la Universidad de Wisconsin-Madsion. Además, la presencia de microbios alienígenos extremófilos en Venus puede ayudar a explicar un misterio de larga data sobre la composición atmosférica del planeta.

Observaciones previas de la atmósfera de Venus por medio de naves espaciales y telescopios en la Tierra han encontrado manchas oscuras en la atmósfera del planeta que están compuestas principalmente de ácido sulfúrico concentradoy de otras partículas desconocidas que absorben la luz.

«Venus muestra algunas manchas oscuras esporádicas, ricas en sulfúrico, con contrastes de hasta 30-40 por ciento en el ultravioleta, y silenciados en longitudes de onda más largas», dijo Limaye. «Estas manchas persisten durante días, cambian su forma y su contraste continuamente y parecen depender de la escala».

Mientras trabajaba en Akatsuki, una nave espacial japonesa lanzada en 2010 y la más reciente en visitar Venus, Limaye descubrió que hay bacterias en la Tierra que tienen propiedades de absorción de luz similares a las partículas desconocidas observadas en Venus. Además, estas misteriosas partículas de Venus tienen las mismas dimensiones que algunas bacterias en la Tierra. Limaye y Mogul sugirieron que estas manchas oscuras pueden ser flores microbianas atmosféricas, similares a la forma en que las algas florecen en las bolsas de agua en la Tierra.

El problema es que, hasta el momento, cada sonda que ha ingresado a la atmósfera de Venus ha transportado instrumentos científicos que eran incapaces de distinguir material orgánico de partículas inorgánicas. Limaye citó la necesidad de obtener más datos sobre la naturaleza de estos puntos como una razón importante para apoyar más misiones a la atmósfera de Venus. Si bien hay muchas propuestas de máquinas parecidas a dirigibles que podrían implementarse en Venus, muchos de estos proyectos se han estancado en las últimas dos décadas debido a problemas de financiamiento.

«Para saber realmente, tenemos que ir allí y tomarle una muestra a las nubes», dijo Mogul. «Venus podría ser un nuevo capítulo emocionante en la exploración de astrobiología».