● Los enfoques médicos actuales para diagnosticar obesidad se basan en el IMC, que no es una medida fiable de salud o enfermedad a nivel individual. Esto puede dar lugar a diagnósticos erróneos, con consecuencias negativas tanto para las personas que viven con obesidad como para la sociedad en general.
● La Comisión sobre Obesidad Clínica recomienda un nuevo enfoque, más detallado, que combine las medidas de grasa corporal -por ejemplo, circunferencia de cintura o medición directa de grasa- además del IMC para detectar obesidad y reducir el riesgo de una clasificación errónea.
● Además, los autores introducen dos nuevas categorías diagnósticas de obesidad: ‘obesidad clínica’ (una enfermedad crónica asociada con disfunción activa de órganos debido exclusivamente a obesidad) y ‘obesidad preclínica’ (relacionada con un nivel variable de riesgo de salud, pero sin enfermedad en curso).
● La Comisión pide que todas las personas que viven con obesidad reciban asesoramiento personalizado en salud y atención basada en evidencia, sin estigma ni culpabilización, con estrategias diferenciadas para la obesidad clínica y preclínica.
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