TANZANIA PIDE DENUNCIAR A TODA LA POBLACIÓN LGBT PARA ARRESTARLOS

Este viernes, los mismos oficiales reportaron que ya han recibido casi 6 mil mensajes con cientos de nombres.

La idea se le ocurrió al comisionado regional de Dar es-Salam, la ciudad más poblada de Tanzania —que no es su capital— y todo empezó bajo la premisa de que “la próxima semana”, se tomarían decisiones. Sin embargo, ya se adelantaron con sus medidas.

Tanzania estableció un comité de 17 miembros encargado de identificar ciudadanos LGBT a través de las redes sociales y arrestarlos.

Decenas de activistas LGBT, que temen violentos ataques de la policía y el público en general huyeron del país y algunos otros, no han salido de su casa.

Ese es el caso de Geofrey Mashala, un activista LGBT de Tanzania que está viviendo en California y fue entrevistado por The Guardian. “Todas las personas gay viven con miedo. Incluso los padres de los niños LGBT viven con terror”, le decía al medio británico.

Mashala explicaba que también tienen miedo de ser atacados en público: “No puedes hacer nada. No puedes ir a la policía y mucho menos pedirle a las personas que te ayuden”. 

Hay testimonios de gente arrestada, que no ha tenido contacto con sus familiares o amigos. Otros hablan de violaciones por parte de las autoridades o por otros reos que abusan de las personas LGBT que están detenidas sin ninguna razón. En una pequeña encuesta realizada en secreto a 80 personas gay en Tanzania, 78 admitieron haber sido abusados sexualmente en custodia de la policía.

El sexo entre hombres en Tanzania tiene una pena de 30 años de cárcel.

En años recientes, el gobierno de este país africano ha cerrado comunidades LGBT y centros de apoyo, cancelaron sus programas de detección de VIH y prohibieron la distribución de lubricantes en público. El presidente dijo que “hasta las vacas” desaprueban la homosexualidad.

“Si en algún momento se enteran que eres gay y además activista, serás arrestado y te silenciarán de maneras que nunca te habrías imaginado”.

*Con información de The Guardian