Participa Arlette Pacheco en “Me declaro culpable” y “El Despacho” en Televisa

* Más de 30 años de carrera, un tiempo de servicio y ayuda a sus compañeros a través de su trabajo en la Asociación Nacional de Intérpretes

“Vivir bien, haciendo lo que me gusta es el máximo logro de una carrera de varias décadas de dedicación, disciplina y compromiso”, dice la actriz y cantante Arlette Pacheco quien actualmente participa en dos producciones televisivas y se desempeña como tesorera en la Asociación Nacional de Intérpretes.

“Siempre puedo voltear y ver a gente que le ha ido mejor que a mí, por supuesto, pero puedo decir que he vivido dignamente de esta carrera todos estos años. Esto no es fácil, entre la competencia y entender los cambios que suceden, porque no vas a ser la chavita todo el tiempo; los cambios en las televisora, en el medio del espectáculo. No ha sido fácil pero ha sido muy satisfactorio para mí dedicarme a lo que me gusta, a eso que elegí o que me eligió hace algunos años”, dice.

Con una trayectoria de más de 30 años de trabajo, Pacheco rememora que inició sus estudios de actuación a los 16 años de edad, a los 6 meses tuvo su primera oportunidad en una obra de teatro, después vino su debut en cine y en cadena se sucedieron los proyectos en los que participó con bastante éxito. A pesar de ello, tuvo que hacer un gran esfuerzo para no dejarse llevar por esa ola de oportunidades y dedicarse a culminar su carrera. “Con dificultad pero la terminé”.

Por eso, a la distancia valora el poder continuar viviendo de su profesión y permitirse aprender nuevas cosas como es el caso de su labor en la ANDI. “Ahora –dice—estoy trabajando en dos telenovelas; la primera es “Me declaro culpable” de la productora  Angelli Nesma donde soy mamá de Juan Diego Covarrubias. Se trata de una actuación especial porque el personaje no está tanto tiempo a cuadro, de pronto aparece y luego desaparece.

“Me gusta este personaje porque es un reto para mí, ella es muy diferente a lo que yo concibo como una madre; esta es una especie de mala mare, al menos para mí porque su hijo sufrió un accidente que lo deja en silla de ruedas y ella no se aparece frente a él sino hasta dos meses después porque resulta que estaba muy ocupada con la mudanza de su otro hijo. Pienso que sí quiere a su hijo, pero es muy interesada, en cuanto él empezó a trabajar le compró su casa y ella está feliz con que él le dé”, dice la actriz.

Pacheco también se encuentra participando en la grabación de la más reciente producción de José Alberto Castro, con quien ha participado en 3 telenovelas. Esta nueva telenovela se llama por ahora “El despacho”, aunque es posible que le cambien el título y se espera que se integre a la pantalla a principios del próximo año.

“El que hago aquí es un personaje entrañable, es una secretaria, pero no cualquier secretaria. Esta mujer junto con su jefe empezó la empresa y su desempeño en este bufete de abogados es como si ella fuera la mamá de todos, la confidente, a todo mundo aconseja, su vida es la oficina y aunque tiene 2 hijas éstas ya se casaron, entonces tiene el tiempo y el espacio para que la oficina sea todo su mundo y quienes ahí trabajan son como su familia. Si alguno de sus jefes logra algo, es como si fuera una conquista suya, también. Me gusta mucho este personaje, es una mujer muy buena”, describe la actriz.

Con este trabajo y la ANDI, Pacheco dice que no tiene tiempo de comprometerse seriamente con algún otro proyecto. “yo trato de ser muy honesta con mi carrera, no puedo asumir otros compromisos porque con alguno quedaría mal. Ahora que estoy en grabaciones, si puedo voy por las mañanas a mi oficina de la ANDI o trato de resolver los asuntos en cuanto se pueda, no estoy ausente. Ayer, por ejemplo, tuve llamado a la 1 de la tarde, entonces me fui temprano a firmar cheques y sacar pendientes, yo sí godineo y lo hago felizmente porque descubrí que servirle a los compañeros me gusta mucho”, dice Pacheco.

El cargo que asumió la actriz en esta asociación es de 4 años y aún le falta año y medio de trabajo al lado de un equipo de personas con las que ella se siente muy bien trabajando como son Mario Casillas en la presidencia del Comité Directivo, José Elías Moreno como Vicepresidente y, Patricia Reyes Spíndola en el Comité de vigilancia.

“Realmente ha sido una experiencia maravillosa, todos los días aprendo algo y todos los días descubro que también tiene uno facultades para otras cosas. No es fácil este trabajo de gestión porque la gente, sobre todo muchos empresarios y productores no entienden el derecho de autor. Se trata de pagarle al artista por la comercialización de su imagen y de su trabajo, además de lo que la ley laboral marca, porque son dos conceptos diferentes.

El mismo artista a veces no comprende por qué deba recibir regalías, pero no olvidemos que nosotros no tenemos una jubilación, bueno el sindicato da una jubilación, pero es una cosa simbólica, nadie podría vivir con eso, tampoco contamos como en otros trabajos con una serie de ayudas, por eso nosotros cobramos por la explotación de nuestro trabajo. Si ya me pagaron mi actuación en Rubí, ahora deben pagarme regalías por mi aparición en esa telenovela cuando la transmiten en Rusia, por ejemplo”.

Abunda en el tema y explica que la ANDI no es un sindicato sino una sociedad de gestión que vela por los intereses de los intérpretes ante varias empresas, “por ejemplo hay ahora de moda empresas televisoras como Netflix que no le paga a nadie por regalías, así transmita 77 veces una producción, pero es su política en todo el mundo. Eso no está bien y creo que deberíamos hacer un frente común para defender nuestro trabajo. Y eso está sucediendo en todos los frentes sobre todo ahora con el desarrollo de la tecnología, es muy difícil llevar un control de lo que se transmite”, señala Arlette Pacheco.

La intérprete señala también que cuando la invitaron a asumir este cargo argumentó que no era administradora ni anda que se le pareciera, pero ella misma se ha llevado la sorpresa a descubrir que, por ejemplo, tan sólo en cuanto a la emisión de cheques ya le ahorró 2 millones de pesos a la ANDI, al negociar con un banco que no se cobre “un peso partido por la mitad” por cada documento emitido.

“Me gusta mucho aprender cosas nuevas y asumir retos diferentes pero todo tiene sus límites –señala– a mí me invitaron a candidatearme como diputada por aquello de la cuota de género, es decir que se debe tener la misma cantidad de diputados varones que de mujeres. Me parece muy bien esa medida, pero no se trata de crear diputadas al vapor, estamos hablando de un ámbito muy delicado, un desempeño que merece respeto. Decidí que ese no es mi camino”.