NO TIENES QUE VOTAR POR QUIÉN VOTARÁ TU PADRE

Las Reliquias del Hombre Ave por: Dr Adán Echeverría García

«El mexicano es ligero, perezoso,

intolerante, generoso y casi pródigo,

vano, guerrero, supersticioso,

ignorante y enemigo de todo yugo».

Lorenzo de Zavala.

«El mexicano se divierte, gasta hasta lo que no tiene, abandona las empresas que inicia a los primeros pasos, pasa su tiempo en la calle, huye a la habitación, y en un suelo donde no hay estaciones poco cuida del lugar de su descanso. En México, los pocos que son propietarios de su tierra, la descuidan e incluso la dilapidan.»

Estas son algunas de las características que Lorenzo de Zavala, desde 1830, señaló como parte de la idiosincrasia del mexicano. Para luego añadir: «¿Queréis que no se diga eso de nosotros? Enmendaos. Quitad esos ochenta y siete días de fiesta del año que dedicais al juego, a la embriaguez y a los placeres. Acumulad capitales para vuestra decente manutención y la de vuestras familias; tolerad las opiniones de los demás; sed indulgentes con los que no creen lo que vosotros creéis: dejad a los huéspedes de vuestro país ejercer libremente su industria, cualquiera que sea, y adorar al supremo autor del Universo, conforme a su conciencia. Dedicaos al trabajo útil, componed vuestros caminos, levantad casas para vivir como racionales, vestid a vuestros hijos con decencia, no excitéis tumultos para apoderarnos de lo ajeno; vivid del fruto de vuestro trabajo, y entonces seréis dignos de la libertad y de los elogios de todas las naciones.»

Pero miremos el calendario escolar, en todos los niveles de estudio, desde el preescolar hasta la universidad. Los días de asueto siguen siendo muchos más de los que deberían ser. Pero nos quejamos de los políticos, de los profesores, de las autoridades. Pareciera que para vivir el día a día nos es necesario quejarnos de algo, pero no nos quejamos de nosotros mismos.

Desde el 21 de septiembre de 1551, el rey de España, Felipe II, ordenó la creación de la Universidad de México (según Icazbalceta, 1883), que el Virrey Luis de Velasco inauguró el 25 de enero de 1553. Teníamos Universidad y el país vecino (Estados Unidos de América) ni siquiera había fundado sus primeras 13 colonias.

Como dice Lorenzo de Zavala, somos personas supersticiosas. No aprendemos a dejar que los muertos entierren a sus muertos. Creemos en el mal, y en el bien, pero de forma fantasiosa, y no en esa realidad de que todos podemos ser buenos y malos dependiendo de las circunstancias. Validamos una única moral dictada por una Convención, en vez de aceptar la Moral diferente de cada uno de nosotros. Y lo trasladamos a todos los ámbitos de la vida: El hombre es malo, la mujer es buena; el hombre es infiel, la mujer no. El homosexual es malo, el heterosexual es bueno. O al revés, los heterosexuales son arcaicos y malos, y los homosexuales son personas buenas, nobles, libres, mejores que todos los demás. Y con base en esas dualidades morales, sentenciamos todo. Nosotros somos buenos, los otros son los malos. Yo no me equivoco, el otro siempre está mal. Y no alcanzamos a entender que somos El Otro de los demás.

El Pri es malo, el Pan es el bueno, fundado por católicos. Los católicos son buenos, los cristianos están equivocados. La derecha es buena, los partidos de izquierda son malos. Una oración católica surgida en los años 30 del siglo XX decía: «Oh Padre, por intercesión de Tu Hijo, sálvanos del comunismo»; que me tocó escuchar, en los años ochenta, cuando fui acólito. Morena, se ha aprovechado de eso: del mito de la Virgen Morena, para atraerse seguidores.

Mientras no respetemos las ideas del otro, y no hagamos que la educación sea universal, México seguirá siendo lo mismo. Hoy que tienes 18 años, o estás a punto de cumplirlos, tienes que saber que tu derecho a votar es real, y que no debes votar a fuerza por los colores de tu padre, sino por aquel que hayas revisado y por el cual hayas conocido su proyecto de nación, su proyecto de trabajo, y consideres tu mejor opción.