La pandemia pone en riesgo la temporada tradicional de venta de útiles escolares del regreso a clases.

Para los giros de papelerías, librerías y de confección de uniformes el inicio del ciclo escolar representa hasta el 80 por ciento de sus ingresos.

En las entidades en semáforo epidemiológico en rojo no les permiten abrir, y muchas tendrán que cerrar de manera definitiva.

Ciudad de México, a 2 de agosto de 2020. Las papelerías, librerías y establecimientos que confeccionan uniformes se encuentran entre los segmentos del sector de servicios más afectado por la pandemia del Covid-19, al no considerarse como actividades esenciales y no permitirles abrir durante los meses de contingencia sanitaria, que aún continúa.

El presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), José Manuel López Campos, advirtió que muchos establecimientos de estos giros, especialmente micro, pequeños y medianas empresas (Mipymes) cerrarán definitivamente ante la falta de liquidez para sostenerse durante este prolongado periodo, y por no contar con apoyos o financiamiento accesible para sus negocios.

Indicó que la afectación de estos comercios se extiende a toda la cadena de valor, impactando negativamente a la industria que los produce, sus proveedores y canales de distribución, que tienen un periodo estacional anual definido para la venta de sus productos.

Apuntó que el período de regreso a clases representa para la industria de útiles escolares y papelería el 80 por ciento de sus ingresos anuales, y de no registrase movimiento en las compras para el retorno a las clases, presenciales, a distancia o mixtas, ocasionará un daño irreversible para este sector de la economía.

Las Cámaras de Comercio en las 32 entidades del país, aseveró, reportaron que las papelerías han sufrido afectaciones en sus ventas desde el inicio de la pandemia en México, debido a la suspensión de las clases presenciales.

“Tradicionalmente julio, agosto y septiembre representaban meses de importantes ventas de papelería, libros y uniformes, porque los padres de familia se preparaban con anticipación para el regreso a clases, acción que incentivaba a la industria del papel, útiles escolares y textil, y que generaba una derrama económica que representaba el 80 por ciento de sus ventas”, subrayó.

López Campos recordó que, en el 2019, el retorno a clases dejó una derrama económica superior a 82 mil millones de pesos, que representó un incremento de 3 mil 122 millones, en relación a los 79 mil 43 millones de pesos registrados en el 2018, siendo un respiro para el sector comercial ante la desaceleración económica nacional.

Explicó que este sector integra a más de 50 fabricantes nacionales, más de 400 distribuidores mayoristas, más de 120 mil papelerías, que generan 545 mil empleos directos y más de un millón y medio de indirectos, dejando una derrama anual de 21 mil millones de pesos adicionales durante el resto del año

José Manuel López Campos señaló que al no ser declarados como “esenciales” los útiles escolares para operar los establecimientos que los comercializan sin restricciones, la cadena de abasto de material escolar está en riesgo.

“Además, al no poder operar como “esenciales” las papelerías, librerías y venta de uniformes, se corre el riesgo de aumentar el comercio informal con productos de dudosa procedencia que afectan a la economía nacional y pueden ocasionar daños a la salud de los consumidores por estar fabricados con componentes no autorizados para el uso y consumo humano, pero que se vuelve más delicado cuando se trata de niños y jóvenes en edad escolar”, asentó.

El líder empresarial sostuvo que la educación es una actividad esencial, por ello el ecosistema de fabricación y suministro de material escolar debe clarificar y dar certidumbre a los 33 millones de estudiantes de que los útiles escolares serán necesarios para las clases a distancia al igual que cuando son presenciales.

Consideró que la reapertura de este sector ayudará a que los padres de familia se vayan preparando con anticipación en la compra de los útiles y materiales que usarán sus hijos al momento de regreso a las aulas, y que emplearán en casa durante los periodos de clases por televisión o en línea por internet.