Iniciativa para declarar al Janal Pixán como Patrimonio Cultural Intangible para el Estado de Yucatán: Crescencio Gutiérrez

Discurso del Diputado Crescencio Gutiérrez González

La relación entre la vida y la muerte ha marcado el desarrollo de la humanidad desde sus inicios. Cada cultura la ha visto a través de diferentes perspectivas, lo que deviene en costumbres y tradiciones que año con año nos permiten recordar a quienes ya no pertenecen al mundo terrenal.

En la cultura Maya, la muerte era un elemento natural al que se recibía con ciertos rituales. Los mayas consideran que las almas o pixán son un regalo de los dioses para los humanos; estos elementos marcan la fortaleza de los individuos y determinan su destino. Una vez que la muerte llega, los pixanes (ánimas, espíritus) abandonan el cuerpo físico y viajan al inframundo.

Los mayas, acompañaban las tumbas de sus familiares con ofrendas de acuerdo con las funciones que desempeñaban en su comunidad. Para el pixán un elemento fundamental en esta preparación del camino al inframundo es la comida. A los difuntos, al ser enterrados, se les colocaba una masa de maíz en la boca para que no les faltara alimento durante su viaje.

De igual forma, se colocaban altares en su honor en los que había ofrendas como: agua, sal, fuego, miel, maíz, cacao, semillas, frutos, piedras preciosas, entre otros elementos.

Actualmente, la también conocida como “comida de las ánimas”, representa una tradición del pueblo Maya que tiene alcance en toda la península, y se lleva a cabo con el fin de recordar de una manera especial y solemne a los 2 amigos y parientes que ya fallecieron. En Yucatán la conmemoración de los fieles difuntos representa uno de los momentos más sensibles y destacados en que la sociedad en conjunto se congrega en torno al recuerdo de los que han fallecido. La costumbre considera que las almas de los muertos regresan del inframundo a la tierra a fines del mes de octubre para recibir las ofrendas dedicadas por sus descendientes o ascendentes vivos.

En Yucatán el Janal Pixán es así, el regreso anual de las almas de los difuntos a la tierra, con sus familias. A partir de su inicio (31 de octubre), las almas permanecerán en este plano por ocho días. Para recibirles, las familias colocan altares en los que se pueden encontrar elementos como: una cruz verde, velas, jícaras con atole, tortillas, carne de puerco; el primer día, cuando se recibía a las almas de infantes, se les colocaba juguetes, miel y diversas golosinas; posteriormente, cuando llegaban las almas de los demás difuntos, se ofrendaban platillos emblemáticos como el Píib, preparación de maíz, carne de pollo o puerco, achiote y otros ingredientes que conforman un tamal cubierto en hojas de plátano, mismo que se entierra para su cocción con piedras calientes y brazas.

El Janal Pixán, es un término que se forma con la conjunción de dos palabras de la lengua Maya: Janal que significa comida, y Pixán que quiere decir alma. La celebración tiene dos finalidades principales: la primera consiste en alimentar las almas entregándoles la esencia de los alimentos y segundo, recordar, pensar o nombrar a los familiares muertos.

El Janal Pixán no sólo es parte de una tradición arraigada en nuestra entidad y la península, sino que aporta elementos de suma valía en diferentes ámbitos como el gastronómico, cultural y religioso.

Por lo anterior y por el valioso significado que representa para Yucatán, se propone la presente iniciativa para declarar al Janal Pixán como Patrimonio Cultural Intangible para el Estado de Yucatán, con la finalidad de perpetuar las costumbres y tradiciones de la cultura Maya en nuestro Estado, salvaguardando el legado tradicional que ha perdurado generación tras generación.

En virtud de lo anterior y en ejercicio de la facultad que me confiere el artículo 35, fracción I de la Constitución Política del Estado de Yucatán, como Diputado de la Representación Legislativa de Nueva Alianza Yucatán, someto a la consideración de esta Soberanía, la siguiente iniciativa de:

Decreto por el que se declara al Janal Pixán, como Patrimonio Cultural Intangible para el Estado de Yucatán.

Hago entrega a la mesa directiva la iniciativa mencionada en formato impreso y magnético para su trámite correspondiente.