De acuerdo con análisis especiales, existe una gran cantidad de concentraciones de dióxido de azufre sobre el centro del país, emitidas por el volcán Popocatépetl. Actualmente los vientos en capas bajas y medias de la tropósfera soplan de componente oeste, oeste-noroeste, lo que nos indica que la columna total de dióxido de azufre se estaría moviendo hacia el Golfo de México.

Las predicciones de dispersión de SO2 coinciden en que en el transcurso de las próximas horas, los vientos arrastrarán una gran cantidad de ese gas hacia estados como Tabasco, Oaxaca, Veracruz, Chiapas, y probablemente Campeche y Yucatán aunque en menor proporción. Altas concentraciones de SO2 pueden resultar nocivas para la salud, aunque depende de qué tan cerca de la superficie se encuentren.

¿Probable escenario de lluvia ácida?

Cuando un volcán hace erupción, emite dióxido de azufre (SO2). La combinación de este compuesto con agua (H2O), da como resultado ácido sulfúrico (H2SO4) lo que se convierte en lluvia ácida. Las concentraciones de SO2 alcanzan a estar en una altura entre los 5 y 10 kilómetros. Por su parte, cuando se forma una nubes de tormenta se ubican entre los 1.5 y hasta 12 km, lo que sugiere que podría haber concentraciones de ácido sulfúrico en zonas donde llueva, y actualmente se tiene pronóstico de lluvia en el sureste de México.

En caso de que llegue el dióxido de azufre a la zona de la Península de Yucatán, las bajas concentraciones que se estarían presentando, hacen que la probabilidad de caída de lluvia ácida sobre los estados de la Península sea baja. Es más probable que ocurra en estados del sur del país, como Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Veracruz y zonas aledañas.
También el aumento de partículas suspendidas en el aire podría deteriorar el aire y contribuiría a la generación de un paisaje opaco.