El director Hugo Espinosa comparte su experiencia con universitarios

El cineasta impartió la clase magistral Cómo producir un cortometraje.

Mérida, Yucatán, 18 de octubre de 2017. Estudiantes de nivel superior participaron en la clase magistral Cómo producir un cortometraje que impartió el realizador Hugo Espinosa Suárez, quien compartió sus conocimientos sobre elaboración de proyectos y rodaje de cintas en el marco de la Semana de Cine Mexicano en tu Ciudad.

La actividad, organizada por la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), en coordinación con el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), se efectuó este día en las instalaciones de la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID) campus Vista Alegre, ante la presencia de los alumnos de la Licenciatura en Comunicación.

Acerca del curso, Espinosa Suárez explicó que el objetivo fue dotar a los jóvenes de la información necesaria para integrar una propuesta que les permita participar en las diversas convocatorias de financiamiento o capacitación que las instancias públicas tienen disponibles.

«Se trata de enseñar a la gente de otras latitudes los requisitos que deben reunirse para desarrollar un proyecto visual y motivarlos a presentarlo, llevarlo a cabo y nutrir la oferta cinematográfica del país. Además, se revisaron algunos tópicos sobre filmación», señaló el autor de la obra René.

Respecto al estatus de esa disciplina en la entidad, el guionista precisó que Yucatán tiene mucho potencial de crecimiento en el rubro, ya que es un lugar donde se pondera la formación artística y cultural de la población.

Asimismo, subrayó que a través de las charlas que contempla el programa de la Semana de Cine Mexicano, se fomenta el intercambio de ideas, técnicas y experiencias entre los diferentes actores que conforman la industria y los interesados en ella.

El evento también incluyó la proyección del corto Los ausentes, que el propio director produjo este año y que se estrenará oficialmente en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

La trama plantea el dilema que enfrentan tres guapangueros de San Luis Potosí, que son contratados para amenizar un funeral mediante la interpretación de cuatro sones, pero su repertorio sólo contiene tres canciones.