El boxeo le está cambiando la vida a una niña especial

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Ericka Mercedes Canché Ek, apenas tiene ocho años y pese a su corta edad, es disciplinada, obediente, estudiosa y amable, pero todo esto se lo debe al deporte que práctica, el boxeo.

Deporte que la apasiona y sueña con ser campeona del mundo, aunque para llegar a eso, aún faltan muchos años, y tendrá que imponerse a varios obstáculos, uno de ellos, su “discapacidad”. Ericka padece de hipocusia bilateral, que es la pérdida parcial o total de la capacidad de percepción auditiva de las personas.

Pero cuando se quiere se puede y a la pequeña Ericka parece no importarle, tiene además de las cualidades para ser boxeadora, algo que muy pocos presumen a esa edad, es muy puntual, llega desde temprano al gimnasio y permanece todo el tiempo necesario.

Canché Ek entrena bajo las órdenes de la ex pugilista amateur, Susana Salazar en el gimnasio “El Fénix” en Ciudad Caucel, desde donde llega todos los días acompañada de su madre Jhovany Mercedes Ek Mena.

“Es una niña que desde que llega de la escuela, hace su tarea, descansa un rato y se viste para llegar al gimnasio, haya frío, sol, lluvia o calor, ella está aquí”, señala su madre.

En ocasiones o fines de semana cuando el gimnasio no abre, ella entrena sola en la casa, hace sombra, corre, brinca soga, es una niña entregada al deporte, pues ha dicho –en su forma de hablar–, que quiere ser campeona, aunque lo primero será ganar una medalla para Yucatán.

Ericka se emociona también cuando ve las peleas de box en la televisión y opina y se enoja cuando la decisión no favorece a su peleador favorito.

Llegó a El Fénix hace casi un año, motivada por su madre que la llevó a la Unidad Deportiva de Caucel para ver cuál deporte le interesa. “Apenas pasó por el gimnasio, vio todo desde afuera, y se decidió por el boxeo, un deporte que según su madre lleva en la sangra ya que su papá Erick Canché Huchim es un gran apasionado de este deporte.

De inmediato fue aceptada, dijo la señora Jhovany, y desde ese momento no ha dejado de asistir y sólo lo hace cuando en verdad está muy enferma.

Estar en el boxeo, donde ya aprendió a tirar jabs, ganchos, y movimientos básicos que debe saber todo aquel que quiere iniciarse en este deporte, también le ha ayudado bastante, ha mejorado en la escuela ya habla un poco más y es más sociable.

“Fue una recomendación del psicólogo, el buscar un deporte para ella y le ha caído bien, pues sueña con ser alguien en este duro deporte, donde ya tuvo sus primeras dos exhibiciones”, reiteró su madre.

Vecina de Ciudad Caucel, Ericka estudia el tercer año en el complejo académico “Carlos Carrillo Vega”, donde es muy querida por sus compañeros y maestros, principalmente por el deporte que practica.

Como padres, sólo nos resta apoyarla y si quiere ser boxeadora profesional, habrá que apoyarla, eso sí en sus peleas de exhibición ha demostrado que tiene madera para eso.