Drilo festeja muy animado el Día Mundial de la Educación Ambiental

El domingo pasado, Drilo el Cocodrilo, canto, bailo y platico con sus invitados y asistentes

Mérida, Yucatán, martes 28 de enero del 2020.- En su primera aparición pública, luego de los atracones de Rosca de Reyes en su charca de Sisal, Drilo el Cocodrilo estuvo totalmente irreconocible, el fin de semana pasado.

El cuidado del medio ambiente es importante y Manuel Erosa, el promotor y creador de Drilo el Cocodrilo, dijo que cuando se siembra algo de amor a la naturaleza, como en los pequeños asistentes, se tiene la posibilidad de cosechar mejores frutos, como resultado de la fiesta de la Educación Ambiental.

Para empezar, Drilo el Cocodrilo se hizo acompañar de una joven cantante, Maricarmen Peniche quien dijo ser amante de la naturaleza, interesada en la promoción del cuidado del ambiente y, en primera instancia, interpretó una canción en la que un árbol narra sus vivencias e invita a todos, niños de todas las edades, a cuidar a los árboles que nos proveen de oxígeno, dan sombra a los viajeros, hábitat a aves y otros animales.

Acompañaron a Drilo el Cocodrilo en esta primera actividad de 2020, la MGA Alejandrina Bazán Godoy, Jefa de Departamento de Cultura de la Sustentabilidad SDS, la Lic. Angelina Escalante Acereto, Jefa de Cultura Ambiental del Ayuntamiento, M. en C. Nancy Guadalupe Eb Rejón, Coordinadora de Proyectos de Educación Ambiental de la Asociación Civil Planeta ACYMA (Arte Cultura y Medio Ambiente) y el Biol. Salvador Canul, quien asistió con la representación de la SEMARNAT en Yucatán,

En su segunda intervención, luego de una primera sesión de diálogo de Drilo el Coodrilo con sus invitados, Maricarmen Peniche interpretó un popurrí de canciones que puso a bailar a Drilo, a los espectadores e incluso a Elmer Alonso “Merech”, quien llegó al Museo de Historia Natural del Ayuntamiento vendiendo frutas y otros productos y se metió al auditorio, para anunciar su venta, “porque vio mucha gente y aprovechó para pregonar lo que traía”, pero luego de una bastante amplia explicación del motivo de la reunión, decidió quedarse a escuchar, y hacer el compromiso de no tirar la basura de su “venta” en las calles de la ciudad de Mérida, ni en las de su pueblo.

Drilo contó chistes, escuchó una tradicional “bomba” yucateca, lanzada por Merech, que estuvo a punto de ser de color subido, impropia de una reunión con la presencia de damas y niños, acosó a sus invitados con preguntas serias y muy agudas, que permitieron a la audiencia conocer, aunque en una ligera barnizada, cómo las autoridades federales, estatales y municipales, promueven el cuidado del medio ambiente.

Ahh, también estuvo coqueteando con una de las ponentes invitadas a quien en varias ocasiones hizo perder la ecuanimidad, pero al final, todo quedó en eso, un coqueteo sano. Cabe mencionar que, casi al final de la reunión, Drilo se disculpó con la ponente “acosada”, diciendo que, en su charcha, tiene novia. Qué cocodrilo¡¡¡¡¡

En el aspecto medio serio, (porque toda la reunión estuvo salpicada con chistes, interrupciones a los ponentes y diálogo con los espectadores) uno de los temas que planteó Drilo el Cocodrilo es el de la Cultura Ambiental, diferente de la Educación Ambiental y ambos temas fueron resueltos por los invitados: cultura ambiental es nuestra forma de abordar el poner la basura en su lugar, evitar el desperdicio del agua, el cuidado de la energía eléctrica y Educación Ambiental es el conocimiento de los elementos y acciones que aprendemos mediante una formación académica.

En educación ambiental se considera la formación de hábitos, como resultado del conocimiento y la repetición de acciones, consecuencia de estos hábitos, pero también el cuidado de la fauna, de la flora y otros aspectos.

Estos dos aspectos, le dijeron a Drilo el Cocodrilo, son muy difíciles de aprender por parte de los adultos, y por eso las instituciones educativas y otras dependencias oficiales orientan su labor hacia los niños en los planteles educativos.

Pero esto, preguntó Drilo el Cocodrilo y la respuesta fue en el sentido de que tanto las instancias oficiales como las diversas asociaciones civiles relacionadas con el cuidado del medio ambiente, tienen que realizar acciones directas, acudiendo a los planteles, ofreciendo pláticas, ferias ambientales y otras acciones.

En este punto, la representante de ACYMA lamentó que, en muchas escuelas, los maestros no han tomado conciencia de la importancia de la formación y educación ambiental, cuando esta AC llega a algunos planteles, los maestros hacen las presentaciones y luego se retiran a otras actividades.

La representante de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) dijo que hay leyes nuevas respecto de estos temas y al ser cuestionada respecto de la forma en que los ciudadanos comunes pueden conocerlas, dijo que, a través de los ayuntamientos, de la Secretaría de Educación y de las asociaciones civiles involucradas, es como se pueden expandir estos conocimientos.

Pero lo más importante, enfatizó, es la labor personal que se pueda hacer mediante la educación y la formación ambiental.

En fin, este domingo, Drilo el Cocodrilo se dio un atracón, no de mojarras y otros animales que conviven con él en las inmediaciones de su charca en Sisal, y los engulle como parte de la cadena alimenticia, sino de conocimientos mismos que compartió con los espectadores que desde poco antes de las doce comenzaron a llenar el auditorio del Museo de Historia Natural, que auspicia el Ayuntamiento de Mérida.

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Con información de: Henequenales Noticia Yucatán

Fotos: Antonio Sánchez González