Estaré en contra de propuestas que limiten y marginen a las minorías, porque en la construcción de un verdadero estado democrático si bien es cierto que las mayorías deciden, todas y cada una de las minorías participan en la construcción de esa decisión: Crescencio Gutiérrez

Discurso del Diputado Crescencio Gutiérrez González

Hoy, me dirijo a ustedes para hablar respecto a este Dictamen en materia de fortalecimiento de la representación democrática y paridad cualitativa en cargos de elección popular en los municipios con mayor población en el Estado.

Fue construido con base en diversas propuestas y adiciones de las que tuve oportunidad de ser parte como integrante de la Comisión Permanente de Puntos Constitucionales y Gobernación.

Sobra señalar, que dicha propuesta fue construida con pleno respeto a las disposiciones contenidas en nuestra Constitución Política Nacional y los Tratados Internacionales de los que México, por consiguiente, Yucatán, forma parte.

Siendo estos instrumentos, los que nos permiten integrarnos en los sistemas de acceso y respeto a los Derechos Humanos, a los que todo Estado moderno debe aspirar.

En un estado moderno, el mandato de los ciudadanos hacia sus representantes no es para proteger los intereses de una clase o de un segmento de la sociedad, sino para representar al pueblo en su conjunto, eso es lo que da legitimidad al Poder Legislativo como principio fundamental de la democracia para realizar su función de crear normas, por lo tanto, la función representativa de los legisladores es la base de todas las demás funciones de las que somos responsables.

En ese sentido, representar significa que un representante debe hacer las veces de sus representados al atender de forma adecuada sus intereses y aspiraciones.

El principio de representación en México está consagrado en los artículos 39 y 41 de la Constitución. El primero establece que la soberanía reside esencial y originariamente en el pueblo y de acuerdo con el segundo de ellos, éste la ejerce por medio de los poderes de la Unión y en las entidades a través de sus poderes locales.

De este modo, los legisladores, como representantes de la sociedad, somos los responsables de diseñar y establecer el entramado jurídico e institucional necesario, para asegurar que la calidad de vida de todos los ciudadanos se encuentre garantizada.

Sin embargo, la composición de los congresos siempre puede afinarse para reflejar de forma más exacta la voluntad de los electores, otorgando la posibilidad ejercer la función de representación de forma más precisa y fidedigna.

En este aspecto, los congresos estatales no sólo importan para redactar o desechar leyes: tienen la responsabilidad de aprobar y modificar los presupuestos estatales; auditar el destino de los recursos públicos y sancionar a quienes excedan los límites presupuestales; deben de asegurarse, por medio de la ratificación de nombramientos, que las personas propuestas a cargos de interés público cumplan con perfiles deseables; también tienen la capacidad de realizar juicios políticos para destituir a funcionarios públicos que actúen en contra del interés público.

Por tal motivo, una reforma como ésta, que permite fortalecer los instrumentos de representación para otorgar certeza y precisión a la sociedad yucateca en las decisiones que se toman en el seno de su Poder Legislativo, merece la oportunidad de valorarse y atenderse apropiadamente, sobre todo, si la propuesta contiene, además, innovaciones para nuestro sistema de gobierno centradas en los aspectos comunes de beneficio para la sociedad y no en nuestras diferencias ideológicas, tal como la posibilidad de implementar un Gobierno de Coalición, esto es, un acuerdo pactado por el Ejecutivo Estatal y las fuerzas políticas que intervienen y tienen presencia en este Congreso.

Este sistema de gobierno plantea regularse por convenio, mediante un programa sometido a la aprobación definitiva de la mayoría de los miembros presentes del Congreso del Estado y ejecutado por el Gabinete que acuerden las representaciones legislativas coaligadas. Este convenio deberá establecer las bases para su conformación y las causas de disolución del gobierno de coalición.

Debo señalar que la razón de considerar un sistema, como el de un Gobierno de Coalición está cimentada en la necesidad de construir mayorías para alcanzar una gobernabilidad democrática, además de ampliar los márgenes de consenso, otorga elementos para mantener un equilibrio entre el ejercicio del Poder Ejecutivo y el Legislativo en contextos de gobiernos divididos.

En México, de acuerdo con la reforma a los artículos 74, 76 y 89 de la Constitución Política, aprobada el 10 de febrero de 2014, se establece que para el sexenio 2018-2024 el Presidente de la República podrá optar por esa forma de gobierno en cualquier momento de su gestión y no estará sujeto a plazo de duración, lo cual, abre la posibilidad para que las entidades federativas, en su atribución de autoconfiguración interna, permita la posibilidad de incluirlo en sus marcos normativos.

Por otro lado, una oportunidad para perfeccionar nuestras normas es una oportunidad para hacer lo correcto. Con esto, me refiero específicamente a una asignatura pendiente en la entidad, como lo es la regulación en la Ley Electoral local, de la paridad de género en el ámbito municipal.

El principio de paridad de género debe incluirse como un valor esencial en todo proceso electoral ya que se trata de una medida de igualdad sustantiva, con la que se garantizan condiciones de paridad entre mujeres y hombres en las postulaciones.

Asimismo, la paridad de género también es el principio que se utiliza para garantizar esta igualdad en el acceso a puestos de representación en los organismos que rigen la vida de los partidos políticos, es por ello, que las entidades federativas se encuentran obligadas a establecer en su marco local, acciones tendientes para acotar la brecha existente en este aspecto. Para la representación parlamentaria del Nueva Alianza Yucatán este es un tema prioritario.

Por lo tanto, una propuesta que otorga la posibilidad de manifestar la voluntad del pueblo de forma más precisa, que incluye la posibilidad de optar por un sistema de gobierno basado en consensos y no en discusiones sin sentido, que estipula la obligación de postular de forma paritaria, candidaturas en los 30 municipios más poblados de la entidad, definitivamente es una propuesta con la que me identifico y que debo de apoyar.

Sin embargo, quiero dejar claro que es mi postura apoyar todo aquello que dé voz a las minorías, las fortalezca y las impulse en forma decidida para conseguir un mejor Yucatán con la ayuda de todos, es por eso por lo que siempre estaré en contra de propuestas que limiten y marginen a las minorías, porque en la construcción de un verdadero estado democrático si bien es cierto que las mayorías deciden, todas y cada una de las minorías participan en la construcción de esa decisión.

 

Es cuánto.