Discurso: Entrega de las Medallas de Oro Ficmaya al talento de la mujer.

Discurso pronunciado por el Gobernador Rolando Zapata Bello, al entregar las Medallas de Oro Ficmaya al talento de la mujer

Mérida, Yucatán, 21 de octubre de 2016

Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes. Saludo con respeto al doctor en Derecho Marcos Celis Quintal, presidente del honorable Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado; licenciado Mauricio Vila Dosal, presidente municipal de Mérida; distinguidas, distinguidos legisladores estatales aquí presentes, distinguida senadora Angélica Araujo, muchísimas gracias por su presencia.

Saludo con respeto al general de Brigada Diplomado de Estado Mayor Gustavo Nieto Navarro, comandante de la X Región Militar, quien acude a este evento en honrosa representación del señor general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional, muchísimas gracias, general. Señor vicealmirante Cuerpo General Diplomado de Estado Mayor, Rosendo Escalante Ilizaliturri, comandante de la IX Zona Naval.

Distinguido doctor José de Jesús Williams, rector de la Universidad Autónoma de Yucatán; saludo al maestro Roger Metri Duarte, secretario de la Cultura y las Artes; estimado maestro Jorge Esma Bazán, presidente Ejecutivo del Festival Internacional de la Cultura Maya; maestra Gladys Cervantes Alpizar, encargada de la Escuela Superior de Artes de Yucatán, estimada maestra.

Permítanme saludar a mi esposa, la Presidenta del DIF Yucatán, señora Sarita Blancarte de Zapata; saludar a toda la distinguida comunidad intelectual, cultural, artística, aquí reunida, señoras, señores, permítanme en este espacio que yo estoy seguro nos brinda a todos una gran emoción, un gran sentido de orgullo, de identidad, de admiración, por el talento, por la congruencia, por las aportaciones a una sociedad como la nuestra, la yucateca, la mexicana.

Saludar con enorme respeto, reconocimiento, y como tuve ocasión de comentárselos personalmente hace un momento, saludar a la doctora Sarah Poot Herrera, saludar a la señora Marcela del Río, saludar a la señora Martha Chapa, saludar a doña Stella María González Cicero, saludar a la señor Maricela Lara y decirles que nos sentimos muy orgullosos de entregarles esta Medalla de Oro Ficmaya al Talento de la Mujer.

Hemos escuchado ya hace un momento, hemos visto a través de la magia del video los grandes talentos, las grandes aportaciones, pero fundamentalmente de manera inigualable, la doctora Sarah Poot Herrera con la magia de sus palabras, de la palabra escrita, la palabra hablada, lo ha expresado hace un momento de manera inmejorable, por eso todo nuestro reconocimiento por esta Medalla muy merecida.

Y permítanme transmitir un saludo no únicamente institucional, sino muy personal, al señor Wilberth Rodríguez Carrillo y a doña Arleny Guillermo Zapata y con ellos la memoria  de nuestra queridísima y entrañable maestra Beatriz Rodríguez Guillermo. Sin duda, la noticia de su lamentable deceso físico hace algunas semanas le causó una gran sensación de pérdida a todo el pueblo de Yucatán.

Y quiero compartir testimonialmente con ustedes porque además así consignaron los medios de comunicación que en esos días me entrevistaron y me preguntaron cuál consideraba yo que había sido la mayor aportación de Beatriz Rodríguez para Yucatán y yo comentaba que independientemente de su gran obra, la cual es por todos conocida y exaltada, yo consideraba que su principal aportación como ser humano fue el haber inculcado, el haber depositado en los corazones de todas las personas de todas las personas que tuvimos el gran privilegio de convivir con ella, una semilla de libertad, una semilla de identidad, una semilla de sabiduría, una semilla de amor, de convicciones, de valores, en una palabra, una semilla de grandeza.

Y fundamentalmente, para todas las generaciones de sus alumnos, a quienes les transmitió esos grandes conocimientos, por eso me ha emocionado mucho, al igual que a todos los aquí presentes, ver esta manifestación testimonial de sus alumnos, de maestros, de personas que convivieron con ella, que con una flor dejan el testimonio presente de que la memoria de Beatriz siempre estará con nosotros. Mi saludo, mi respeto y mi enorme reconocimiento a sus padres. Muchas gracias.

Y es que la cultura, ante todo, debe ser la principal herramienta para el desarrollo de las civilizaciones. Es el medio a través del cual nos desenvolvemos y también a través del cual nuestro legado y nuestro futuro coinciden y nos conforman. A la vez, es un punto de encuentro, un espacio donde nuestras características comunes nos identifican, permitiéndonos saber quiénes somos y hacia dónde queremos ir.

Y, desde luego, es un medio a través del cual nos expresamos y proyectamos al mundo nuestras emociones, nuestros pensamientos e ideologías. Por ello es fundamental reconocer a las mujeres que a través de la cultura han contribuido con el desarrollo de nuestra sociedad. Porque han sido mujeres que han dado valor, con su trayectoria, a su mundo y a sus circunstancias, al punto de convertirse en emblemas.

Emblemas que inmortalizan a través de su obra el fundamental papel de las mujeres en todos, absolutamente todos los roles de la vida mexicana. Sus vastas trayectorias son prueba innegable de su talento y capacidad, y les han permitido colocarse como algunas de las más importantes artistas intelectuales de la actualidad. Las artes plásticas, las letras, la danza y todas las demás artes tienen en las mujeres yucatecas y mexicanas a muchas de sus principales exponentes.

¿Qué es el arte, sino el más importante lenguaje para la igualdad? Y, por encima de todo, un lenguaje universal, una manera de comunicarnos y dar a conocer nuestra más primordial esencia a aquellos con los que compartimos el tiempo y espacio, sin importar fronteras. Al contrario, el lenguaje universal del arte, nos une, nos lleva al diálogo intercultural y al necesario cambio cultural.

Porque el arte trasciende y perdura en la historia y la vida cotidiana. La obra trasciende al artista y queda plasmada para siempre en el óleo, en el papel, en el sonido, en el video y, sobre todo, en la memoria de quienes la contemplaron. Sara, Marcela, Martha, Stella María, Marisela y nuestra querida y entrañable Beatriz, ustedes ya son parte de nuestra memoria, pero fundamentalmente de nuestro porvenir.

Su obra perdurará y será admirada por yucatecos, mexicanos y ciudadanos de todo el mundo. Su obra será la inspiración para la escritora naciente, la bailarina joven, la aprendiz de pintora, la actriz en potencia o la historiadora acuciosa. Y también serán ejemplo inspirador del gran poder de la mujer, ejemplo de que su participación en el espacio público, como portadoras de tradiciones y creadoras de vanguardias, definen nuestra sociedad y nos hacen mejores.

La igualdad es un concepto clave para el presente y el futuro de Yucatán. Igualdad en la participación política, impulsada, tan solo como referencia, con la reciente iniciativa que envíe al Congreso del Estado para que las candidaturas a alcaldías sean paritarias; igualdad en la economía, porque son las mujeres las que están dando un nuevo rostro productivo al estado y creando empleos, e igualdad en la creación cultural.

Por eso deben sentirse orgullosas, así como todos los aquí presentes nos sentimos al tenerlas junto a nosotros, siempre presentes y quiero que este reconocimiento sirva también para demostrar uno de los objetivos primordiales del Ficmaya. Porque generar los espacios que promuevan la creación artística es un derecho de la ciudadanía.

Por lo tanto, las autoridades tenemos la obligación de asegurar que esos espacios sean incluyentes y que apuesten por el desarrollo del talento de las mujeres y de todos, absolutamente todos los grupos sociales. Es una labor con la que nos debemos comprometer todos, y cuyos resultados derivarán en una sociedad yucateca y mexicana más justa, más incluyente, y más preparada para salir adelante.

Así que de todo corazón y portando el reconocimiento de todo el pueblo de Yucatán las felicito por este merecido reconocimiento, y les agradezco el invaluable legado intelectual, cultural y artístico que nos dejan a nosotros, y a las generaciones que nos seguirán. Enhorabuena a todas, muchas felicidades. Muchas gracias.