Discurso durante la aplicación del programa “Formaliza tu unión”

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Mérida, Yucatán, 27 de octubre del 2017

Muy buenas tardes a todas y todos ustedes. Me siento muy emocionado, muy contento, muy agradecido por el hecho de que me permitan a mi esposa Sarita y a mí, compartir este momento tan especial en la vida de todos ustedes.

Que nos permitan a quienes nos encontramos aquí atestiguando este evento, aquí está la senadora, muchas gracias Angélica, nuestros diputados federales, Panchito, Lucely, muchas gracias, la diputada Celia, presidenta del Congreso, aquí las diputadas y los diputados al Congreso del Estado, muchas gracias por su distinguida presencia.

Presidentes municipales, presidentas, muchas gracias al Consejero Carlos Pavón, muchas gracias al director del Registro Civil, muchas gracias por la organización de este importante evento, a todos quienes nos encontramos aquí presentes, muchas gracias, les repito, por permitirnos acompañarles en esta ocasión tan importante.

Y quiero decirles que es una ocasión especial, porque la epístola del matrimonio civil que han ustedes escuchado y que es precisamente de la cual se le da cuenta a todos los matrimonios que formalizan su relación ante el Registro Civil, se hace precisamente con una epístola maravillosa, creada por el abogado Pedro José Sierra Lira, muchas gracias abogado, ha sido un verdadero honor estoy seguro para todos, haber escuchado esta epístola precisamente que es fruto de su gran inspiración.

Y también agradecer a don Paulino y a doña María Virginia, vamos a darles un aplauso muy fuerte a ellos, porque con ellos estamos aplaudiendo a todos ustedes, por esta ocasión tan importante.

Les digo que es muy emocionante, me decía mi esposa Sarita, que se encuentra aquí, que es muy emocionante estar con ustedes, es muy emocionante sentir cuanto amor hay aquí en este espacio, cuántos años en una relación, cuántos años de formar familias y cuántos años de luchar y trabajar muy fuerte por sus familias y por Yucatán.

Y esa emoción también me lleva a recordar de manera muy clara lo que es nuestra responsabilidad como Gobierno y nuestra responsabilidad es principalmente generar certeza en todos los ciudadanos. Y certeza quiere decir que las personas no tengan una preocupación por el futuro, no tengan una preocupación, como qué va a suceder con mi familia, con mis hijos, si el día de mañana yo hiciera falta.

Certeza es tener confianza en el futuro, es tener optimismo en el futuro y una forma de construir esa certeza es generando espacios como este, que permite formalizar la relación en el mayor de los casos durante muchos años, que ya tienen cientos de parejas que hoy formalizan su relación a través del matrimonio.

Porque ese matrimonio que nosotros sabemos que, como bien lo dijo Walter hace un rato, en muchos de los casos a lo mejor no se había llevado a cabo el matrimonio en la formalización que marca la ley, no por otra cosa más que porque eso representaba un costo, un costo que muchas veces las familias tienen muchas otras necesidades antes que ésta precisamente.

Y hoy con este programa, se les brinda a todos ustedes la posibilidad para formalizar su matrimonio. Pero esa formalización lo que permite es que ustedes y sus parejas y sus hijos tengas certeza, tengan la garantía de la ley que se le otorga a la esposa, al esposo y a los hijos.

Y se los digo porque me ilusiona mucho ver cómo muchos de los matrimonios hoy vienen acompañados de sus hijos. Algunos de ellos son bebés que están cargando, algunos son niños pequeños y algunos inclusive ya son adultos.

Pero son sus hijos y precisamente ellos tienen una garantía, una certeza, una seguridad por la formalización del matrimonio que ustedes llevan a cabo. Y precisamente hablando de eso, puedo recordar diferentes esfuerzos que realiza nuestro Gobierno por brindarles certeza a las familias.

Que haya empleo para que puedan generarse un empleo digno y una forma digna de vivir; que también existan programas sociales que les permitan atender las necesidades más importantes de la gente. Que sus hijos puedan ir a la escuela y que sus hijos tengan los útiles y elementos indispensables para estudiar; que puedan llegar al bachillerato y al nivel superior y graduarse.

Todo ese escenario de un Yucatán próspero pero sobre todo de un Yucatán justo, donde los 106 municipios del estado tengan igualdad de oportunidades es una visión que sólo se perfecciona cuando existe la solidez de nuestra sociedad que genere valores que, precisamente, se fundan en la célula básica de la sociedad que es la familia.

Cada uno de ustedes funda una familia, cuida una familia, y es a través de sus valores y sus principios, del trabajo, del esfuerzo y la dedicación, que van formando a sus hijos que van permitiendo que nuestra sociedad avance, evoluciones, y precisamente llegue a los niveles donde siempre queremos que Yucatán esté, donde siempre queremos que Yucatán esté, que es en los primeros lugares.

Esa es la visión del Yucatán del siglo XXI que tenemos, que compartimos y que repito, es una visión  -como les decía el otro día- no únicamente se basa o se funda en grandes fábricas, en grandes inversiones, no.

Es una visión que radica precisamente en los seres humanos, en familias unidad, en familias con valores, en niños y jóvenes practicando deporte, estudiando, practicando cultura, en usa sociedad que esté sólidamente arraigada, en una sociedad que tenga un tejido social sólido porque eso, escúchenme bien, es lo que nos va a permitir que Yucatán sea siempre una sociedad que vive en armonía, que vive en paz.

Una sociedad que vive en armonía y que vive en paz puede aspirar a la prosperidad económica, puede aspirar a la justicia social, puede aspirar a todo tipo de bienestar y por eso, precisamente, fundemos y luchemos siempre por un Yucatán en armonía, por un Yucatán en paz, que es en lo que ustedes están contribuyendo hoy al formalizar su patrimonio.

Muchas felicidades, enhorabuena a todos y que sigan muchos, muchos, muchos años de felicidad, de unión y de armonía.