H. CONGRESO DEL ESTADO:
Precisamente son las redes sociales quienes juegan un papel importante en la sociedad del siglo XXI porque son el mecanismo principal por el cual las personas acceden a uno de los derechos fundamentales de una sociedad democrática: el derecho a la información.
Desafortunadamente, hemos visto que existen circunstancias en las que, para despertar un mayor interés en la audiencia, se afecta la seguridad, integridad o privacidad de una víctima. Por tanto, en el marco de la ética profesional y personal de quienes comparten y difunden información, debe existir un equilibrio entre la libertad de expresión y el bienestar de quienes han sufrido o sufren incluso violaciones o delitos relacionados con los derechos humanos.
En este sentido, si los límites y el alcance de una publicación en redes sociales, no están claros, pueden afectar a las personas involucradas. Además, la difusión de imágenes e información en redes sociales, sin ética o sin conciencia, puede convertirse en una nueva forma de violación a los derechos humanos.
Lo que se muestra en los medios y redes sociales es un reflejo de lo que está pasando en la sociedad, incluyendo prejuicios y estigmas.
Como sociedad tenemos que ser más responsables en el uso de nuestras redes sociales. La divulgación y propagación de material sensible, de noticias que involucren a víctimas, puede causar un fenómeno que es una hipótesis en todo el mundo llamado Efecto Werther o Efecto Contagio.
Este Efecto puede terminar influyendo negativamente en personas vulnerables que, al ver la información sensible de un suicidio, tienden a enfrentar consecuencias en su salud mental.
Diversos estudios científicos han documentado este efecto y según datos e investigaciones se calcula que, por cada muerte por suicidio, se desencadenan otros 20 intentos de suicidio en el entorno social.
No es casualidad que nuestro estado siga estando en los primeros lugares de este lamentable índice de suicidios.
Como sociedad yucateca, tenemos la responsabilidad de ser más empáticos y consientes en nuestro actuar. Como Representación trabajaremos con especialistas, trabajaremos sobre lineamientos que, sin limitar la libertad de expresión, repito, que, sin limitar la libertad de expresión, protejan a las víctimas y respeten a sus seres queridos.
Y nuestras autoridades deben y tienen que cumplir con sus obligaciones de garantizar el acceso a la atención de la salud mental de todas las personas, sin importar género, edad, lugar de nacimiento o circunstancias.
En este sentido, el 20 de octubre presenté a esta Soberanía una propuesta de punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo a cumplir con estas obligaciones que ya están establecidas en la Ley de Salud Mental del Estado de Yucatán.
El 17 de este mes, ustedes compañeras y compañeros diputados y diputadas, aprobaron este exhorto y el 19 este H. Congreso envió el oficio al Diario Oficial.
El exhorto ya fue publicado desde el 24 de este mes, es decir, hace seis días y a la fecha no hemos tenido ninguna respuesta de parte de la Secretaría de Salud Estatal.
De programa de Salud Mental, de información de las sesiones del Consejo, de la prevención al incorporar en la currícula de todos los niveles educativos, información, capacitación y orientación, y del seguimiento a garantizar el inicio de operaciones de las villas de transición hospitalaria, de ahí podrían salvarse vidas.
Las estadísticas indican que en el Estado hemos tenido casi un suicidio al día. ¿Cuantos más necesitamos para comenzar a actuar? ¡Salud Mental Pública YA!
Es cuanto.