Revisamos el proyecto de Presupuesto de Egresos del Estado para el Ejercicio Fiscal 2022, y hallamos algunas cuestiones preocupantes, que motivan mi voto en lo particular en contra: Vida Gómez Herrera

Revisamos el proyecto de Presupuesto de Egresos del Estado para el Ejercicio Fiscal 2022, y hallamos algunas cuestiones preocupantes, que motivan mi voto en lo particular en contra.

Desde la representación legislativa de Movimiento Ciudadano hemos insistido en la urgente necesidad de que el gobierno del Estado asuma sus obligaciones legales para salvaguardar la integridad de quienes habitamos Yucatán, especialmente en lo relativo a la salud mental, la prevención y combate a la violencia de género, así como la dotación de agua potable a las comunidades.

Precisamente por eso es motivo de alarma que en el dictamen de Presupuesto que se presenta a nuestra consideración, no haya claridad en la asignación al Instituto de Salud Mental del Estado y la operación de las villas de transición hospitalaria, que permanecen abandonadas como un elefante blanco desde hace años. A nuestras autoridades, lo que no se etiqueta, no se mide, lo que no se mide, no tiene seguimiento y por lo tanto es discurso. Aquí no es un tema de formatos, es de prioridades.

Ya lo decía un diputado que me antecedió, se nota en este presupuesto las prioridades del gobernador y de las autoridades. Y las prioridades no son la salud mental de las y los yucatecos.

Reitero: se trata de salvar vidas. Es un acto de sentido común ante la realidad social, Es salud mental pública ya!

El gobierno además redujo la asignación de recursos al combate a la violencia en contra de las mujeres desde el 2020 y en el dictamen de presupuesto que estamos votando aún no se recupera de aquel recorte. Nuevamente es un tema de voluntad, es poner un alto a los presupuestos machistas.

El programa de prevención del embarazo adolescente y el programa de empoderamiento económico de las mujeres, también fueron recortados presupuestalmente. Mientras el programa destinado a la Comunicación y el pago de prensa y medios aumentó en 18 millones de pesos.

¿Por qué no destinar esos 18 millones a las mujeres? ¿por qué no asignarle los recursos justos al programa destinado específicamente al combate a la violencia de género?

Cuántas vidas más de las mujeres en Yucatán tendrán que perderse hasta que en los presupuestos se vea la voluntad política hacia las mujeres.

Según cifras del INEGI, nuestro Estado encabeza las estadísticas de embarazos adolescentes en la Península, situación más que preocupante para los especialistas en salud pública y atención a la adolescencia, preocupación que no se ve reflejada en este proyecto de Presupuesto.

Los recortes alcanzan también al programa para llevar agua potable a comunidades, y para el saneamiento de aguas residuales domésticas, situación inexplicable para un Estado como el nuestro, en el que hay comunidades que sobreviven con tan solo un par de horas de agua potable al día con agua disponible, y muchas otras de ellas todavía siguen consumiendo agua de los pozos, por cierto pozos que se encuentran contaminados.

Ocurre en el interior del Estado, pero también en las comisarías y colonias de Mérida.

Por otro lado, el trato presupuestal a los organismos autónomos demuestra aún más contradicciones en los criterios de asignación de recursos. Tal es el caso del Tribunal Electoral, del Poder Judicial, de la Comisión de Derechos Humanos.

Lo dijimos hace algunas semanas en esta tribuna, y lo confirmamos hoy. No se contemplan recursos etiquetados para dotar a las escuelas insumos de higiene y sanitización, lo que no podemos aceptar en estos tiempos de pandemia, es que no haya recursos para jabón.

La salud y la integridad física de niñas, niños y adolescentes en los centros escolares no debería ser siquiera un tema a debatir. La higiene y sanitización de las escuelas no debe ser asunto de una foto de una autoridad estatal para entrega de insumos, tiene que haber siempre los insumos necesarios, como: desinfectantes, gel, jabón, papel higiénico.

Lo que no se etiqueta, es discurso.

No podemos hablar de un Yucatán en desarrollo si las escuelas donde se forman a las niñas, a los niños y adolescentes carecen de los insumos básicos de higiene.

Diputadas, diputados.

Desde la representación legislativa de Movimiento Ciudadano no puedo dar mi voto en lo particular a un presupuesto que no contempla el cuidado de la salud mental de la población, que reduce los recursos al combate a la violencia de género, que no prioriza la dotación de agua potable a las comunidades, un derecho humano básico y tampoco puedo estar a favor de que no existan los insumos mínimos en las escuelas.

Es cuánto, muchas gracias.