Presento iniciativa para todas aquellas mujeres que desde lo público y lo privado siguen peleando, luchando y alzando la voz para que las nuevas generaciones de mujeres nunca vivan violencia: Fabiola Loeza

Discurso de la Diputada Fabiola Loeza Novelo

Estado mexicano y, por ende, Yucatán, tienen una obligación para fortalecer el ejercicio de los derechos de todas las mujeres en todos los ámbitos.

Los congresos y sus integrantes deben ser los primeros para abatir cualquier freno a los derechos de las mujeres, en todos los ámbitos.

Hace unas semanas en esta Tribuna expresé diversos hechos que en mi opinión actualizan omisiones que dan lugar a una probable violencia política de género.

El trato desigual y el cumplimiento a modo de las leyes sin duda representan un cerco institucional y afectación al derecho de votar y ser votado en su vertiente de ejercicio en el cargo.

Las leyes, tanto la ley general como la local en materia de acceso de las mujeres expresan que ese tipo de violencia puede nacer también de un trato dispar entre hombres y mujeres en el ejercicio público.

El síntoma más claro de ese mal es hacer nugatorios los derechos políticos de las mujeres en el ámbito público o en el privado.

Para el caso de las legisladoras la diferencia resulta en un perjuicio de carácter parlamentario en dónde se visibiliza un trato desigual en relación a otras fuerzas partidistas.

Existen diversos tratados y convenios internacionales que han nacido precisamente de haber confrontado este tipo de hechos donde a las mujeres se les intenta silenciar aplicando una mordaza institucional.

Esa mordaza, en muchas ocasiones proviene de incumplir la ley, los reglamentos y en general todo el marco normativo para no otorgar voz a las legítimas demandas de las mujeres.

Yucatán en el año 2020 reformó diversos ordenamientos para establecer la paridad en todo, incluso en esta legislatura hemos seguido trabajando para que todas las mujeres gocen de sus derechos y se materialicen en la vida pública.

Para las legisladoras esa materialización se vive cuando en plenitud ejercen sus derechos constitucionales y parlamentarios; es por ello que debemos reforzar las garantías que blindan nuestros derechos legislativos.

Por tanto, de una revisión a la ley de gobierno del poder legislativo se observa que no hay parámetros expresos que permitan tomar medidas específicas y contundentes cuando en este poder público se expongan o denuncien actos o emisiones relacionadas a la violencia política de género.

Si bien hay canales y vías jurisdiccionales, no menos cierto que es que este propio poder debe ser auxiliar y garante de la máxima protección del derecho de las legisladoras.

En tal sentido, presento este día una iniciativa que obliga a la presidencia de la mesa directiva para tomar acciones eficaces para prevenir este tipo de hechos u omisiones.

La reforma pretende que cuando quien presida la mesa directiva tenga conocimiento de probables hechos de esta modalidad de violencia, lo ponga a conocimiento de las autoridades de la materia, así como que de Vista a la junta de gobierno.

Lo anterior para prevenir investigar y, en su caso, coadyuvar con las autoridades para deslindar responsabilidades en estos casos.

La iniciativa toma relevancia si recordamos que en los próximos meses habrá un nuevo número de Diputados, por tanto, habrá un mayor número de mujeres legisladoras, tenemos la obligación de insertar al marco normativo todo tipo de previsiones que ayuden a evitar cualquier tipo de violencia.

En el caso específico, el Congreso de Yucatán será pionero con esta reforma, ya que habrá un medio efectivo interno para desterrar cualquier intento de violencia política.

Reconozco que hemos avanzado, pero cuando se trata de los derechos de las diputadas, en lo personal, percibo un sesgo de carácter político que deseo nunca vuelva a suceder.

Cada vez queda menos tiempo para proponer e intentar cambiar sustantivamente el texto de muchas leyes para eliminar malas prácticas en perjuicio del empoderamiento de la mujer.

Este congreso, con una mayoría de mujeres, debe dejar de lado las posiciones políticas y enfocarse en este tipo de iniciativas que serán la base para que quienes vengan después de nosotras cuenten con un congreso fuerte, paritario y, sobre todo, respetuoso del derecho de las mujeres en el ámbito parlamentario.

Este es un tema que no solo incumbe a las mujeres, también incumbe a la sociedad entera; espero de verdad que esta iniciativa cobre eco en todas aquellas mujeres que desde lo público y lo privado siguen peleando, luchando y alzando la voz para que las nuevas generaciones de mujeres nunca vivan violencia ni mucho menos les intenten arrebatar la voz.

Por todo lo anterior los invito a seguir legislando en favor de nuestras hermanas, todavía estamos a tiempo de hacer la diferencia.

Hago entrega de la presente iniciativa en versión física y digital.

 

Agradezco su atención es cuánto.

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