Garantizar un envejecimiento digno en las distintas etapas de la adultez, priorizando de igual forma la inclusión de las yucatecas y yucatecos: Gaspar Quintal

Discurso del Diputado Gaspar Quintal Parra

La fracción del PRI ha planteado en diversas iniciativas la atención de todas y todos los grupos, especialmente los más vulnerables, conscientes de que se requiere generar las condiciones institucionales necesarias para su empoderamiento; pues sin duda, su independencia y autonomía, posibilitan su participación y no sumisión dentro de una democracia inclusiva en Yucatán.

Una democracia que deba construirse desde lo social, propiciando que la gente se autodetermine; y para ello, requiera que se le garanticen sus necesidades básicas, poniendo a su servicio el quehacer público.

Es por ello, que a nombre de la Dip. Karla Franco y un servidor presento la iniciativa de reforma a la LEY PARA LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LOS ADULTOS MAYORES DEL ESTADO DE YUCATÁN, en materia de envejecimiento digno.

Queremos que cada persona conserve su independencia, su libertad de acción y su autonomía, sin desconocer la realidad de las personas adultas mayores que viven una mayor vulnerabilidad hacia las enfermedades, diversas formas de discriminación laboral, negación laboral e incluso maltrato Es por ello que en la Fracción Legislativa del PRI reconocemos que es imprescindible sentar las bases en el presente para que, en el futuro cercano, la vejez sea una etapa digna y saludable para cada persona a partir de sus 60 años de edad.

El envejecimiento no es un momento específico, sino un proceso natural de la vida de las personas, y ante esa expectativa se debe atender a la ciudadanía para contar con una población saludable en su etapa como adulto mayor; pues el aumento en la esperanza de vida no significa que esta sea de buena calidad, debido a que existe un importante deterioro en la salud en las personas con el paso del tiempo.

Asimismo, si bien la vejez no representa en sí misma una discapacidad, si refiere a una limitación funcional propia de la edad, misma que debe ser atendida desde una visión de accesibilidad universal, favoreciendo un envejecimiento digno, garantizando condiciones que contrarresten posibles violaciones a sus derechos humanos.

En este sentido, proponemos reconocer el derecho a una igualdad sustantiva para que cada persona mayor ejerza plenamente sus derechos universales reconociendo su capacidad de hacerlos efectivos en su vida diaria.

Para tal efecto consideramos esencial fortalecer las atribuciones de las instituciones de la Secretaría de Desarrollo Social, Secretaría de Salud, Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial y los Secretaría de Fomento Económico y Trabajo  y enfocar sus esfuerzos a  favor de una cultura del envejecimiento digno, saludable, activo y participativo para los grupos poblacionales que se encuentran próximos a formar parte de la población adulta mayor y para la población que se encuentra actualmente en dicha etapa.

     Para lo cual proponemos:

Generar programas para la prevención, detección oportuna y tratamiento de los diferentes tipos de padecimientos y enfermedades más frecuentes en las personas adultas mayores y las generaciones próximas a cumplir los 60 años.

Desarrollar en la planeación urbanística estatal y en toda acción urbanística, criterios de inclusión integral y accesibilidad para generar ciudades amigables con las personas adultas mayores.

Promover incentivos o estímulos para que las empresas y negocios brinden a las personas mayores opciones de empleo digno; aperturando oportunidades para ellos, a través de asesorías y la capacitación para que adquieran los conocimientos o habilidades mínimas a su labor e impulsar que en el ámbito privado, la prestación de los servicios sea brindada con accesibilidad en la infraestructura, atención, comunicación o cualquier requerimiento que sea necesario cuando sea el usuario una persona adulta mayor.

El ciclo de la vida sigue como etapas naturales, y nosotros como diputadas y diputados, debemos prever el futuro de nuestra ciudadanía y garantizar un envejecimiento digno en las distintas etapas de la adultez, priorizando de igual forma la inclusión de las yucatecas y yucatecos que actualmente tienen más de 60 años de edad. Es momento de mirar el presente y al futuro de la población y dignificar la vida de cada persona mayor en Yucatán.