El estrés que se padece incluso desde la lactancia, puede generar cambios en el cerebro y llevar que un individuo deje de ingerir alimento o que coma en exceso.
La doctora Patricia de Gortari, quien el próximo viernes recibirá el Premio a la Investigación Doctor Manuel Camelo 2017, que otorga el Instituto Nacional de Psiquiatría «Ramón de la Fuente Muñiz, expresó que se han realizado estudios en ratas.
Por un lado, se utilizan modelos animales (ratas) para volverlos anoréxicos con una dramática pérdida de peso y por otro se emplean a los que se ha visto que no pueden dejar de ingerir alimento y desarrollan sobrepeso.
Se analizan en ellos cambios en el cerebro, (específicamente en regiones llamadas hipotálamo y núcleo accumbens), que puedan explicar por qué evitan la comida o comen de más.
Explicó que «en cuanto nacen, los ratones son retirados de su madre durante un lapso de tres horas diarias por 15 días, y, vemos si después desarrollan obesidad por estar sometidos a ese estrés continuo», subrayó.
Se ha encontrado que ciertas células hipotalámicas y moléculas (proteínas) específicas no son capaces de responder a señales de la sangre que informan al cerebro sobre la abundancia de las reservas de energía.
Por lo tanto, pueden ser las que impidan controlar el consumo de alimentos a los individuos con obesidad.
El premio Doctor Manuel Camelo que recibirá la investigadora ofrece una beca para desarrollar proyectos en el campo de psiquiatría y salud mental.
jcp