EPN y su informe: el análisis

Analistas consideran que el presidente Enrique Peña Nieto llega en un escenario desfavorable al cuarto informe de gobierno, pero destacan que todavía es tiempo de tomar acciones decididas

CIUDAD DE MÉXICO, México, sept. 1, 2016.- Por más de tres años el presidente ha sido víctima de una campaña de desprestigio bien orquestada que lo tiene debilitado y hoy, al inicio del quinto año de gobierno, prácticamente en la sucesión presidencial, todo mundo busca sacar raja política de la debilidad, afirmó el analista Ricardo Alemán en la mesa de debate sobre el cuarto informe de gobierno  en Despierta.

Con Carlos Loret de Mola afirmó que es natural que todos los presidentes enfrenten campañas de desprestigio, porque cada quien desempeña el papel que le corresponde y en este caso, prácticamente todos los actores se subieron.

En la misma tesitura, Javier Tello, colaborador de Foro TV, destacó que desde hace año y medio el gobierno está desubicado. Dijo que es como si les hubieran cambiado el guión y todavía no entienden cómo reaccionar ni cómo empezar a actuar; sin embargo, señaló, aún es momento de tomar decisiones y llevar a cabo acciones en las cuales enfocarse para obtener resultados precisos.

El trabajo, coincidieron, complicado porque el presidente llega debilitado en medio de una mala estrategia.

De acuerdo con Tello, es como si un día el gobierno despertó y no sabe cómo ajustarse a esa nueva realidad.

En los primeros meses, dijo, el presidente actuaba como el héroe de la película, concertaba con todas las fuerzas políticas, logró las reformas estructurales y avanzó por un camino que parecía promisorio.

Actualmente, y desde hace 18 meses o dos años, continuó, parece que no saben cómo reaccionar y la visita de Donald Trump y el nuevo formato cerrado del informe (Town Hall), con unos cuantos jóvenes, no ayudan.

Tello destacó que es momento de mandar mensajes claros, de frente a la nación y a los legisladores y que el informe es la oportunidad perfecta.

Alemán consideró que es necesario replantear el informe de gobierno, para que sea un mecanismo por el cual el presidente realmente rinda cuenta y responda preguntas.

Sin embargo, coincidieron los analistas, cuando se suspendió la ceremonia del informe de gobierno quedó de manifiesto un agujero muy grande: el diálogo del ejecutivo con el legislativo.

Aun así, insistió Alemán, el informe hoy sería inútil, porque lo que diga el presidente será cuestionado como parte de un deporte nacional.

El informe, aseveró Tello, no sólo es rendición de cuentas, también es mensaje político y en coyunturas como la actual es todavía más importante.

Pero, acotó Ricardo Alemán, el gobierno federal ha tenido una gran incapacidad de comunicar. En la primera etapa de gobierno, dijo, la comunicación se hizo con los pies y desde que se rompió el guión, la comunicación ha sido malísima.

Sin embargo, dijo Javier Tello, todavía hay tiempo. El cuarto informe todavía da tiempo para hacer cosas, pero debe ser una o dos, esencialmente en materia de gobernabilidad, enfatizar el Estado de derecho y temas como la economía, que mantiene un camino razonable.

 

 

 

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