Exporrista ignora diagnóstico médico y salva su vida

Los médicos atribuían su malestar a la ansiedad, pero ella investigó por su cuenta y se dio cuenta que padecía una extraña enfermedad

Nunca es bueno automedicarse, siempre lo más recomendable es la opinión y el tratamiento de un médico experto en el tema.

Sin embargo, son humanos y en ocasiones también se equivocan.

Esto lo sabe bien Danielle Goldsmith, una exporrista de fútbol americano que durante meses sufrió dolores en el pecho acompañados de falta de aliento.

Aunque fue al doctor, siempre atribuían sus malestares a problemas de ansiedad.

No conforme con los resultados, y dado que su malestar seguía, la chica empezó a investigar por su cuenta y descubrió que padecía una rara enfermedad, informa Fox 2 Now.

Cuando los médicos profesionales me dijeron que estaba loca, que solo tenía ataques de pánico y ansiedad y que no tenía que preocuparme por eso, yo pensaba: ‘si médicos profesionales te lo dicen, ¿en serio estaré loca?'» comenta Goldsmith.

Al investigar sus síntomas dio con el ‘pectus excavatum‘, una deformidad congénita que se caracteriza por presentar el pecho hundido en la región del esternón, algo que, padece una de cada mil personas, permaneciendo el 80% de los casos sin sintomatología. El porcentaje restante suele presentar afecciones cardiorespiratorias, disminución de la capacidad pulmonar e intolerancia al ejercicio físico, entre otros síntomas.

Durante muchos años mantuvo una vida activa sin mayores complicaciones pero en un viaje realizado el pasado mes de agosto, mientras practicaba senderismo junto a su pareja, algo salió mal.

Recuerdo que miré a mi novio y le dije que no podía respirar. No podía ver nada,  tampoco podía escuchar nada», recuerda la exanimadora.

Con estos antecedentes, en el mes de octubre los médicos le realizaron un electrocardiograma de pie (en lugar de hacérselo recostada) y fue ahí cuando pudieron ver que el ventrículo derecho del corazón estaba presionado y que, por lo tanto, estaba perdiendo el 60% del flujo de sangre.

A partir de este momento continuó la búsqueda de un doctor que pudiera intervenirle quirúrgicamente y, finalmente, en noviembre se sometió a una cirugía correctiva para apartar el esternón del corazón, logrando de esa forma salvar su vida.

Ya recuperada, Goldsmith alienta ahora a otros pacientes a investigar y luchar por encontrar un diagnóstico real a través de su canal de YouTube. Además, está tratando de ayudar a otras personas que sufren su misma enfermedad, pues a menudo confunden erróneamente los síntomas con asma.

***MJPR***