Discurso de la Diputada Fátima Perera Salazar

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Mérida Yucatán 13 de Septiembre del 2018.- Me voy a permitir en estas primeras palabras de mi intervención, a hacer referencia a un destacado luchador e ideólogo de izquierda, Antoni Gramci, que por la defensa de sus ideas pasó gran parte de su vida en prisión. Ahí en los largos espacios temporales de reclusión y en condiciones de gran dificultad, elaboro una de sus mas importantes obras “Los cuadernos de la cárcel”. En ellos de entre las diversas tesis contenidas, hace el planteamiento de la idea que explica a los partidos políticos en el orden del deber ser, como“Intelectual Colectivo”,   haciendo consideración de la militancia  en general como intelectuales, es decir no como meros operadores de una línea política asignada cupularmente, sino como actores conscientes de una política en la que toda la militancia contribuye elaborando conceptos resultado de la discusión y acuerdo de los mismos.

Tal apreciación sirve como premisa central en las propuestas, posicionamientos, definiciones o discursos que a nombre del partido se expresan en un entorno político determinado, y el Congreso del Estado es uno de ellos, quizá institucionalmente el mas relevante en la convergencia legal de posiciones políticas diversas y que ve en los diputados la expresión numérica que la sociedad le otorga ante el convencimiento de sus tesis o principios que plantea.

Lo mencionado previamente se sugiere, como componente básico en la conducta de los legisladores electos, congruencia sustantiva en el carácter representativo que poseen, en principio como grupo y en lo particular como derivación de ello mismo, considerando como punto de partida la valoración esencial de que su responsabilidad les es otorgada en la expectativa de que sean lo que su partido ofrece y simboliza.

La fracción parlamentaria de un partido es en si, la organización partidista en la Cámara, bajo tal consideración, sus integrantes son el intelectual colectivo que actúa en el compromiso de las funciones que les son asignadas y sus elaboraciones, si bien consideran las capacidades de sus integrantes, no obedecen a caprichos, actitudes personalistas o histrionismo protagónico, ya que su punto de partida no lo es una formal toma de protesta, pues esta es efecto de un proceso electivo y deberá ser causa central en las acciones y conductas que institucionalmente desarrollen acorde al programa sostenido y expuesto ante la sociedad que les voto.

Los diputados, en este caso de morena, están obligados para con los principios y propuestas que su partido expresa y sus elaboraciones y acciones, se deben explicar en función de esta obviedad aun cuando en el plano formal su capacidad se reconozca como plena e independiente en su particularidad como diputado.

Sus elaboraciones, en este caso un posicionamiento, cuando expresan un sentido grupal, son producto del “Intelectual Colectivo” en el que participa la integración partidista dentro de la Cámara.
En tal orden de ideas, como diputada de “morena”, mi partido, en esta importante tribuna y en la valoración de lo que significa, me invito a hacer consideraciones que creo pertinentes:

Dentro de los temas que cobraron actualidad en el pasado reciente, y aún hoy están en la consideración de amplios sectores sociales elementos fundamentales. Uno de ellos: la agenda educativa, en todo el país y Yucatán no es la excepción. A ese respecto morena a tenido una posición muy clara en su identidad para con los maestros, destacando en ello el trato denigrante y ofensivo que se ha tenido para con el magisterio. Fue una de las consignas en las que hemos sido enfáticos, y a tal consideración es ejemplo el que uno de los aspectos centrales en la agenda legislativa nacional de Morena es revertir la mal llamada Reforma Educativa y rescatar la dignidad lastimada de los docentes en un proceso que ponga énfasis en la educación de alta calidad.

Como estatuas de sal, mirando hacia el pasado pasmados ante una realidad política que a lo largo y ancho del país ya se percibe, hemos visto en los pasados días una expresión del anacronismo aprobador en la presentación y glosa del ultimo informe del gobernador saliente, que en la explicación dada por sus enviados pretende detener el tiempo, dejando de lado que la referencia acrítica de los logros y acciones desarrolladas por su gestión fue ya valorada por los gobernados que exigen un cambio pleno en las políticas de gobierno. El terso y respetuoso dialogo, no obstante, no alcanzó a enmascarar el advenimiento de nuevas políticas en diferentes ordenes y lo referente a la Educación no serán excepción.

Desde luego, ni el gobierno federal y estatal entrantes pretenderán reinventar al país, pero llegan al ejercicio del poder con una agenda que expresa discrepancias con la de los gobiernos salientes y en la oferta de un modelo diferente han recibido el apoyo necesario y suficiente para implementar un plan distinto. Situación que en morena lo tenemos muy claro.

El derecho a la educación encuentra su contenido específico por disposiciones expresas en la Constitución federal  de la República que en diversos artículos contemplan el derecho general a la educación de calidad, junto con la indispensable concurrencia de los diferentes niveles de gobierno en tan relevantes temas. Nos corresponderá  reglamentar y ampliar los contenidos de dicho  derecho para hacer posible lo que constitucionalmente esta consagrado, entendiendo que la educación, y la promoción de su calidad resultan esenciales para el bienestar humano y fundamental en un proceso de desarrollo socio-económico sostenido.

Nos ha resultado incongruente, que aun en actitud amable y digna de respeto, un funcionario encargado de la Educación en el Estado tangencialmente justifique, disfrazadas en informales exigencias de sociedades de padres de familia, que en las escuelas se vulnere el principio de gratuidad aceptando que se impongan a las familias exigencias económicas impropias en la educación que imparte el Estado.

La elocuencia rimbombante  de alto contenido mercadotécnico y mediático en la nominativa de los programas, hace énfasis en su existencia, pero deja de lado el cuidado en la calidad y eficacia de sus objetivos, es el caso de las preguntas que no fueron contestadas respecto de la incongruencia entre lo que solicitan las escuelas respecto de la necesidad de sus útiles escolares y la poca correspondencia de lo que se entrega y las listas que el listado oficial de la Secretaria de Educación Publica recomienda, caso similar es lo referente a los uniformes escolares que se entregan, que en calidad de material y elaboración dejan mucho que desear haciendo de su entrega un ejercicio de prestigio ante los medios.

De igual forma nos sorprende la conducta auto restrictiva de apreciación burocrática que pasa por alto el principio laboral que señala que a igual trabajo, igual salario al no explicar en forma adecuada la incongruencia entre los diferenciales de ingresos y prestaciones entre lo que perciben los trabajadores del sistema COBAY, DGETI Y CBTIS.

En la misma forma no podemos pasar por alto la evasión retorica que solicitamos al requerir respuestas precisas y claras sobre la convocatoria de marzo de 2017 y los aumentos salariales comprometidos para con sus resultados.

En cuestiones de educación no son permisibles los déficit, ya que un problema de recursos humanos y materiales se torna crítico, respecto de las necesidades de la Sociedad y obligaciones del Estado.  A lo largo y a lo ancho de nuestra entidad hay escuelas y con infraestructura e insumos muy por debajo de los requerimientos básicos y necesarios que navegan en lagunas y océanos de corrupción en la adquisición de insumos o inflación de costos.

Entendamos que una política de educación es incompleta si ignora el sentido fundamental  de su función y no es pretexto la asimetría que los programas y acciones de gobierno otorgan a funciones no prioritarias y de exaltación de lo que son deberes del servidor público.

Avancemos en el sentido de calidad e igualdad en los servicios educativos  y no permitamos que se profundice la inequidad que la educación mercantil y privada significa; la cuestión de la educación es cuestión esencial en el desarrollo social, en la construcción de un estado y de un país que los yucatecos en particular y los mexicanos en general meceremos.

Es cuanto, señor presidente.