Control de venta de armas; rechazan iniciativa de Trump

La Asociación Nacional del Rifle (NRA) se opuso ayer a las propuestas del Presidente de aumentar la edad para comprar ciertos tipos de armas y prohibir los “bump stock”, que permiten disparar ráfagas

La Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos (NRA, por sus siglas en inglés) rechazó ayer las propuestas del presidente estadounidense Donald Trump y otros republicanos para cambiar las leyes de armas.

El poderoso grupo, que está a favor de la tenencia de armas, no apoya las iniciativas del mandatario para elevar el límite de edad en la compra de ciertos tipos de armas, de 18 a 21 años, y prohibir unos accesorios conocidos como “bump stock”, que permiten que los fusiles semiautomáticos disparen cientos de rondas por minuto, dijo Dana Loesch, vocera de la NRA en el programa de televisión This Week del canal ABC.

Trump también pidió al Departamento de Justicia que desarrolle una regulación que efectivamente prohíba la venta del “bump stock”, que también fue usado el año pasado por un tirador que mató a 58 personas en un concierto al aire libre en Las Vegas, el ataque más sangriento en la historia estadunidense por parte de un tirador solitario.

La NRA no apoya ninguna prohibición”, expresó Loesch y al ser cuestionada acerca de la posición de la NRA para incrementar el límite de edad para adquirir cierto tipo de armas, ella contestó en tono ambiguo: “Eso es lo que dijo la NRA, es correcto”.

Loesch también acusó a la oficina del sheriff del condado de Parkland de “incumplimiento de responsabilidad” por no haber detenido antes a Cruz.

A medida que se acercan las elecciones legislativas de noviembre, Trump y los republicanos están bajo presión para mostrar que responden a las preocupaciones sobre la seguridad escolar sin enfurecer a sus partidarios que se oponen al control de armas.

El actual mandatario fue respaldado por la NRA en su campaña para las elecciones presidenciales de 2016 y suele resaltar su apoyo al derecho constitucional de tener armas.

Pero la masacre del 14 de febrero en una secundaria de Florida ha movilizado a los alumnos a impulsar restricciones en las ventas de armas, alentó a varias compañías a cortar sus lazos con la NRA y dio nuevas energías a los grupos activistas para seguir su lucha por un mayor control de armas.

DEFENSORA DE NRA

Dana Loesch ha dado un giro en la percepción de la NRA, una asociación que desde hace mucho tiempo está vinculada con la imagen de hombres blancos de edad avanzada.

Con 39 años, es arrojada, fotogénica y habilidosa para hablar en público. Sin embargo, no está suavizando el mensaje de la asociación estadunidense. Después del tiroteo en Florida, Loesch se ha vuelto la principal mensajera de la NRA.

Charlie Sykes, experimentado presentador de radio, crítico de la NRA, dijo que la habilidad de Loesch se está comunicando con una amplia gama de estadunidenses mientras conserva la base ultraconservadora construida por Wayne LaPierre, vicepresidente ejecutivo y director general de la NRA desde 1991.

Dana “es capaz de traer la salsa picante sin tener la personalidad” de un hombre blanco enojado, dijo Sykes.

Incluso antes de asumir el cargo de vocera de la NRA el año pasado, Loesch ya contaba con una amplia base de seguidores conservadores, cultivados en las redes sociales (tiene 765 mil seguidores en Twitter) y durante años de apariciones en televisión y radio, incluido en su propio programa de radio, The Dana Show.

Hace unos días, Loesch defendió a los cinco millones de miembros de la NRA, al decir que “no nos veremos engatusados al pensar que somos responsables de una tragedia con la que no tuvimos nada que ver”.

Y con tono condescendiente, dijo que los medios “adoran los tiroteos masivos” porque “las madres blancas que lloran significan audiencia de oro”.

Los estudiantes y profesores de la escuela en Parkland tuvieron una sesión de orientación antes de reiniciar actividades

AFP

Estudiantes y profesores se preparan este domingo para regresar a su escuela de Parkland, Florida, escenario de la masacre que dejó 17 muertos, calificando el panorama de “abrumador” y “aterrador” mientras piden a los políticos que hagan frente a la violencia armada.

“Imagínate que sufres un accidente de avión y que tienes que subirte todos los días para ir a alguna parte”, dijo David Hogg, uno de los sobrevivientes del tiroteo del pasado 14 de febrero, en el programa This Week de la cadena ABC.

“No puedo imaginarme, emocionalmente, lo que vamos a pasar mis compañeros y yo ese día”, dijo.

Algunos alumnos y profesores regresaron a la escuela ayer para una sesión de “orientación”, mientras la totalidad del profesorado y el resto del personal empezarán a trabajar hoy para poner a punto las aulas de cara al regreso de los alumnos el próximo miércoles.

Un total de 17 personas murieron víctimas de disparos del fusil AR-15 que utilizó el tirador, un joven de 19 años llamado Nikolas Cruz.

Una de los profesoras contó en la radio NPR que el shock de haber regresado al aula tal y como quedo después del ataque, con los cuadernos en las mesas y el calendario aún marcando el 14 de febrero, fue tan fuerte que se tuvo que ir.

Ante las numerosas demandas de estudiantes para que se tomen medidas de control de armas, el presidente estadunidense, Donald Trump, defendió el viernes en Washington su propuesta de armar a algunos maestros, mientras el gobernador de Florida, Rick Scott, desveló un plan de acción contra los tiroteos escolares que incluye desplegar oficiales armados en instituciones educativas.

Ayer, Scott señaló en el programa Fox News Sunday, como miembro de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), que sabe que probablemente “habrá algunas discrepancias. Pero… quiero que mi estado esté a salvo”.

Delaney Tarr, otra joven superviviente de la matanza, ayer indicó a la cadena Fox que se estaba preparando para volver a la escuela. “Es abrumador… (y) aterrador porque no sé si voy a encontrarme segura”. Pero “sé que tengo que hacerlo”, señaló.

Una encuesta, llevada a cabo por CNN una semana después del tiroteo, muestra una tendencia creciente de los estadounidenses a ser favorables a una reglamentación estricta sobre la venta de armas y a la prohibición de armas semiatutomáticas del tipo del fusil AR-15.