Billy Six, el periodista alemán preso del chavismo

El reportero Billy Six fue detenido mientras cubría la crisis migratoria en el país chavista, fue acusado de rebelión y espionaje y está preso en una cárcel militar

El periodista, escritor y documentalista Billy Six salió de Alemania rumbo a Venezuela para reportar la crisis migratoria, política y económica en el país sudamericano.

Sin embargo, su trabajo fue víctima de la represión que aqueja el ejercicio informativo diariamente en ese país.

El 17 de noviembre del año pasado, mientras realizaba su trabajo fue detenido en el estado de Falcón, al norte del país chavista, y fue acusado de los delitos de rebelión, espionaje y violación de zonas de seguridad en un tribunal militar.

Lo montaron en la camioneta en la cual lo trasladaron hasta donde prosiguió el interrogatorio, finalmente fue detenido y aparentemente llevado a la Base Naval Mariscal Juan Crisóstomo Falcón y por último trasladado a Caracas, detalló el diario local Nuevo día de Falcón.

Tras eso, se le negó el acceso a una defensa privada, lo que constituye una violación al debido proceso.

Tras la detención, se declaró en huelga de hambre, pues le habían prohibido comunicarse con su familia.

Ese día se comunicó con la embajada de su país, pero mantuvo su protesta una semana más.

Posteriormente, le concedieron el acceso a un abogado de su confianza.

Rechazamos que el Estado venezolano insista en la aplicación de la jurisdicción militar a civiles, hecho que vulnera el debido proceso y somete a Six a un sistema de justicia vinculado al Ejecutivo, incluso sin la posibilidad de elegir un abogado de su confianza que garantice resguardar los intereses y derechos del periodista”, afirmó Espacio Público en un pronunciamiento al que Excélsior tuvo acceso.

Espacio Público exige que sean garantizados los derechos de Billy Six y que el Estado cese en su intención de criminalizar la actividad periodística en un contexto de emergencia humanitaria compleja, donde además se impone la censura desde organismos gubernamentales y se restringe por diversos medios la libre circulación de información necesaria para una sociedad democrática”, aseguró la organización.

Desde 2017, Six ha cubierto la crisis en Venezuela, trabaja en el semanario de tendencia derechista Junge Freiheit y ha participado en coberturas en al menos 70 países, entre ellos Libia, Siria y Afganistán.

De hecho, en diciembre de 2012 fue detenido por el ejército que comanda el presidente sirio Bashar al Assad, por presuntamente haber ingresado de manera ilegal a ese territorio. Y fue liberado en 2013.

Años después, se convirtió en preso del chavismo.

La justicia de Caracas le imputó los delitos de espionaje por tomar fotos durante los desfiles militares de la celebración de la independencia, el 5 de julio de 2017 y de 2018.

También fue señalado por cubrir un mitin en el que participó Nicolás Maduro.

ABUSOS CONSTANTES

El pasado 22 de diciembre, este diario publicó que entre enero y noviembre de 2018 se registraron 536 violaciones a la libre expresión en el país sudamericano.

La construcción de una hegemonía que permita darle continuidad a un discurso garante de una realidad parcializada está en peligro si los periodistas independientes hacen algún tipo de esfuerzo por contrastar la verdad oficial. Por eso son objetivo del gobierno, que actúa por medio de sus cuerpos de seguridad amenazando, intimidando, hostigando e incluso deteniendo a trabajadores de los medios”, aseguró Espacio Público en el informe “Noviembre: entre robos y detenciones”.

De acuerdo con la asociación Reporteros sin Fronteras, Six podría hacerse acreedor de una sanción de hasta 28 años de cárcel.

El trato que se da a Billy Six es indigno y escandaloso. Las autoridades venezolanas deben dar a conocer lo antes posible las pruebas presentadas contra el periodista y ponerlo en libertad para que pueda preparar su defensa”, declaró Emmanuel Colombié, director del Despacho América Latina de RSF.

El organismo condenó que un tribunal militar juzgue a un periodista.

Esto constituye una grave violación a la legislación nacional y a las obligaciones internacionales del país. Un civil no tiene por qué comparecer en una corte militar”, añadió.