Bantú, en un mes termina la disputa por su inesperada muerte

Autoridades del Zoológico de Chapultepec y Profepa se enfrentan en la investigación de la muerte del gorila Bantú, cada dependencia lleva su propia investigación; el motivo del deceso del gorila aún se desconoce

CIUDAD DE MÉXICO, México, jul. 13, 2016.- Comenzó una investigación profunda sobre las circunstancias en las que murió Bantú, el gorila. ¿Murió en realidad por un paro cardiorrespiratorio, como dijo el Zoológico de Chapultepec? o ¿fue por una sobredosis de anestesia? ¿fue una negligencia médica?

La investigación inicio a la mañana siguiente de la muerte de Bantú, el viernes, cuando ingresó el personal de Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa)  al Zoológico de Chapultepec y se encontró, no solo con la muerte de Bantú, sino que además ya se le había practicado la necropsia.

Ignacio Millán, subprocurador de Recursos Naturales de la Profepa, dijo que «ellos, en una decisión unilateral, empezaron a seccionar el ejemplar, con qué fin lo desconocemos, eso es lo que vamos a investigar».

Fernando Cortés, veterinario del Zoológico de Chapultepec, que participó, aseguró que el Zoológico no tenía que dar aviso a ninguna autoridad.

«No es un protocolo específico donde tengamos que esperar a la Profepa, nosotros podemos actuar en base a nuestras situaciones internas, lo que sí hacemos es darle aviso a la aseguradora… llamamos a la aseguradora, la aseguradora se presentó y procedimos a hacer la necropsia, es algo normal, así lo hacemos con todos los ejemplares».

Agregó que no actuaron en carácter de urgente, así lo han hecho «siempre que tenemos a los ejemplares, para evitar cambios post-mortem».

La necropsia dijo terminó en la madrugada.

La Profepa aseguró al ejemplar, que se encontró en partes, embolsado y con frascos de fármacos utilizados, algunos que no tenían el mismo tipo de etiqueta y registro de sanidad.

La Profepa dice que el protocolo de manejo de estos ejemplares indica suministrar por vía intramuscular una dosis de tres mililitros de sedante y los mismos tres mililitros del antagónico, que es lo que saca al animal de la sedación, sin embargo, se le administró más sedante y de uno que no marca el protocolo, además una menor dosis de antagónico.

«Es decir, no consideraron el mayor aumento de sedante que le suministraron al ejemplar… es una de las líneas de investigación que traemos como institución», aseguró Ignacio Millán.

El Zoológico dice que no, que al contrario, le pusieron menos sedante y la cantidad correcta de antagónico.

«Entendamos bien que no es una sobredosis sino una suplementación para poder causar precisamente la anestesia del ejemplar… los médicos debieron haber hecho ese ajuste dependiendo la cantidad de medicamento que estaban utilizando», señaló el veterinario.

En un mes se conocerán los resultados de los estudios toxicológicos e histopatológicos que se le harán a las muestras de órganos de Bantú.

Los estudios se harán en la Facultad de Medicina y Zootecnia de la UNAM, en el mismo Zoológico de Chapultepec, en laboratorios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) o en la Fish and Wildlife Service de Estados Unidos.

Hasta que se tenga la certeza técnica, científica y jurídica sobre las causas de la muerte de Bantú, se dará un destino final a sus restos.

 

 

RMT