DICTAMEN DE ACUERDO DE LA COMISIÓN PERMANENTE DE PUNTOS CONSTITUCIONALES Y GOBERNACIÓN, EN LA QUE EL H. CONGRESO DEL ESTADO DE YUCATÁN, NO APRUEBA EN SUS TÉRMINOS LA MINUTA CON PROYECTO DE DECRETO DE FECHA 12 DE OCTUBRE DEL AÑO 2022, ENVIADA POR LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN, POR EL QUE SE REFORMA EL ARTÍCULO QUINTO TRANSITORIO DEL “DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN, ADICIONAN Y DEROGAN DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, EN MATERIA DE GUARDIA NACIONAL”.
Discutimos la ampliación del plazo establecido en 2019 para que el Ejército Mexicano siga realizando en el territorio nacional tareas que corresponden a las policías civiles.
Es correcto, el país no se está militarizando, el país ya está militarizando.
Un plazo que, en consenso, todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión fijaron hasta 2024, en tanto se integraba la Guardia Nacional, se emitían disposiciones legales y, sobre todo, se depuraban y fortalecían las corporaciones locales.
Un sexenio de plazo.
A cuatro años de distancia, cuando faltan dos para el vencimiento de la fecha acordada, nos piden ampliar el plazo cuatro años más.
Recordemos que esta presencia del Ejército en las calles se autorizó EN TANTO SE INTEGRABA Y CONSTITUÍA LA GUARDIA NACIONAL.
Esa corporación ya está integrada, constituida y distribuida en el país, con más de 118 mil elementos. Por citar un dato, en su mejor momento, la Policía Federal llegó a tener 38 mil elementos.
En términos presupuestales la Guardia Nacional en tan solo un año recibió $63 mil millones de pesos, mientras que las policías locales en 13 años recibieron $50 mil millones de pesos.
Ante las presiones de la sociedad civil, y para obtener el consenso legislativo, se comprometió el gobierno a que la Guardia Nacional sea una corporación civil. Así se plasmó en el Artículo 21 Constitucional.
Desde el principio la Guardia Nacional se nutrió de elementos militares y de la marina. El gobierno lo negó al principio, pero hoy se sabe que más del 80% del personal de la Guardia Nacional son en realidad militares y marinos COMISIONADOS.
Para rematar, el presidente transfirió, por Acuerdo, la Guardia Nacional a la SEDENA, lo que por definición es INCONSTITUCIONAL. El asunto sigue en controversia.
Abrazos, no balazos que contraste con lo que todos los días vemos en los medios de comunicación.
124 mil asesinatos
35 mil personas desaparecidas
En CUATRO AÑOS no se cumplió nada lo acordado en 2019. Se puso un plazo para el cumplimiento y fortalecimiento de las policías estatales y municipales, pero en vez de eso sólo se centralizaron los recursos y las tareas.
No se trata solamente de oponerse, este tema tiene que ver con la vida de millones de personas, por eso, la bancada naranja ha propuesto alternativas desde el congreso de la unión y en el Senado.
En Movimiento Ciudadano creemos firmemente que la solución ante la crisis de violencia que vive nuestro país es construir una nueva alternativa de paz y justicia, donde se respete el Estado de derecho, las libertades y los derechos humanos.
México sí tiene opción para recuperar la tranquilidad de las y los mexicanos.
Proponemos:
1.- Capacitación a policías municipales y estatales para que puedan recibir las denuncias, investigar casos y no sea necesario que las víctimas acudan al ministerio público.
2.- Reconocimiento por el desempeño de los policías. Aumentos salariales, homologación de sueldos y prestaciones, en todo el país, así como la creación de una academia nacional de mando para que cuenten con la capacitación necesaria.
3.- Que la impartición de justicia ya no dependa enteramente del Ministerio Público. Acabar con la prisión sin juicio y que todos los presuntos delincuentes sean puestos a disposición de un juez.
4.- Implementación de medidas preventivas y justicia cívica, ofreciendo a los delincuentes terapia, trabajo comunitario y rehabilitación.
Nuestras propuestas tienen la participación de personas expertas y de resultados probados.
Yucatán pudo haber sentado un precedente y con ello fijar una postura muy sólida a nivel nacional.
En lugar de eso, solo se dejó pasar el tiempo para dar trámite al tema cuando ya es irrelevante el resultado de esta votación
Aun sabiendo eso, estoy convencida de que hay que seguir insistiendo. Por eso mi voto es a favor del dictamen que rechaza la militarización del país.
Quienes dicen que Yucatán es el mejor ejemplo desde hace muchos años, en vez de decirnos únicos, en vez de presentarnos como un ejemplo a nivel nacional, ¿Por qué no tomarnos como caso de estudio, ¿por qué no mejor perfeccionar, adecuar y aplicar el modelo en otros Estados?
Quienes votaron a favor de esto, traicionaron su propia estrategia de seguridad y nos queda claro que no tienen ni la voluntad ni la intención de corregir el problema, solamente condenaron al siguiente sexenio y a la población mexicana, a seguir sufriendo las consecuencias de una estrategia claramente fallida.
Por todas estas razones, mi voto, compañeras y compañeros, es a favor del dictamen.