Mérida, Yucatán, lunes 24 de junio de 2019.- “Aproximadamente el 20 por ciento de los hombres, de alrededor de 50 años de edad, presentan síntomas fuertes de andropausia, que se caracteriza por una merma en sus capacidades sexuales, resultado de los bajos niveles de testosterona en el organismo; sin embargo, los pacientes pueden acudir con su médico para solicitar orientación y un tratamiento para poder mejorar su calidad de vida”, explicó el coordinador médico del Seguro Social en Yucatán, José Cano.
La andropausia no es una enfermedad y tampoco un defecto, sólo se trata de un proceso natural que es parte de una etapa más en el transcurso de la vida de todo varón y en ocasiones puede manifestarse con cansancio, falta de fuerza, disminución de la masa muscular e incremento en la proporción de tejido adiposo en el abdomen.
En cuanto a su estado de ánimo, suele estar más irritable y con insomnio; físicamente: encanecimiento del cabello, aumento de vello en cejas y fosas nasales, arrugas y resequedad en la piel; así como crecimiento de la próstata con complicaciones urinarias.
La andropausia no sólo implica la reducción en la actividad sexual, sino que también involucra cambios orgánicos que impactan en la esfera emocional o psicológica del hombre.
En el Instituto hay profesionales capacitados en orientar a los derechohabientes sobre los cambios físicos y psicológicos en esta etapa, a fin de aminorar las secuelas –con reemplazo hormonal, por ejemplo- o bien evitar complicaciones a la salud.
De igual forma, el IMSS promueve el diagnóstico oportuno, prevención y el chequeo periódico para reducir el número de muertes por cáncer de próstata, padecimiento que ocupa el primer lugar de atención médica y mortalidad en hombres.
A partir de los 45 años se incrementa la posibilidad de tener esta enfermedad. Por ello, es recomendable que desde los 40 años de edad se realicen los estudios preventivos, principalmente aquellos varones con antecedentes familiares.
La detección oportuna de esta enfermedad, a través del antígeno prostático específico en sangre y la exploración física de la próstata, en caso de ser necesario, son pruebas que deben aplicarse una vez al año.
Para finalizar, el especialista recomendó a los varones hacer ejercicio, evitar el consumo de alcohol y tabaco, cuidar la alimentación, evitar en lo posible las grasas y los azucares; así como acudir a revisiones médicas por lo menos una vez al año.