La afectación a los ojos más común por no tener un control adecuado de glucosa en sangre es la llamada retinopatía diabética y es reconocida como la principal causa de ceguera legal en nuestro país entre los 20 y los 65 años de edad.
Por encontrarse al fondo del ojo, la retina no denota daños ni genera molestias, por lo que generalmente cuando es diagnosticada la retinopatía es porque ya hay afectaciones.
Al respecto, el doctor Virgilio Lima Gómez, jefe del servicio de Oftalmología en el Hospital Juárez de México (HJM), indica en entrevista que cuando se diagnostica diabetes no se tiene la certeza de cuánto tiempo lleva el paciente con ella y de los daños que ha causado al organismo. “A veces han pasado diez años cuando empieza a manifestarse con ciertas molestias, pero ya hay afectaciones. No obstante, actualmente hay tecnología que nos permite conocer en detalle los posibles daños a la retina para determinar las medidas necesarias y evitar la pérdida total de la visión”.
La retina es un tejido que recubre casi por completo el interior del globo ocular y en ella están las células visuales que nos permiten captar lo que vemos. Es irrigada por diminutos vasos sanguíneos, también llamados capilares, pero los altos índices de glucosa en sangre engrosan sus paredes y los debilitan paulatinamente al grado de que si el daño es de consideración puede haber pérdida total de la vista.
Una vez que se diagnostica diabetes se recomienda al paciente hacer revisiones cada seis meses del fondo de ojo para saber cuál es la condición de la retina. Generalmente esta prueba se realiza colocando una gota de fármaco que mantiene abierta la niña o pupila para poder ver hacia en fondo. El paciente experimenta visión borrosa y recuperará la claridad unas cuatro horas después, por lo que se indica que no acuda solo a consulta.
Eso limita que la gente acuda a la revisión, subraya el doctor en investigación médica, y señala que en el HJM se cuenta con la tecnología conocida como “cámara de fondo de ojo no midiátrica”, gracias a la cual es posible realizar el diagnóstico por imagen sin la necesidad de dilatar la pupila, por lo que se trata de un método que no ocasiona molestias en el paciente.
“Con la cámara de fondo de ojo no midiátrica se toma la fotografía con cámara de 21 megapixeles, lo cual de enorme precisión. El estudio se reduce a unos diez minutos, tras lo cual el paciente se retira con el diagnóstico certero.
“No necesariamente debes ser paciente del Hospital Juárez, solo basta con solicitar la fotografía de fondo de ojo y se programa la cita. Es así que se invita a todos los pacientes a que lo hagan si nunca se han hecho una revisión de fondo de ojo”.
Cabe destacar que la retinopatía diabética avanza lentamente, por lo que el procedimiento es muy útil para detectar a tiempo cualquier problema y determinar algún tratamiento, como atención con láser, medicamentos o bien cirugía.
“El Hospital cuenta con el equipo desde octubre de 2017, y tenemos la capacidad de revisar a 30 pacientes diarios. A nivel servicio de atención popular a la salud somos la única institución que cuenta con tecnología de este tipo”, refiere el doctor Lima Gómez y hace hincapié al señalar que en la institución se da preferencia al paciente con diabetes. (Agencia ID)
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