Todo lo que no sabías sobre los mercadólogos

Profesión multidisciplinaria tan antigua como el tiempo mismo ha aportado incontables conocimientos a la ciencia, sociedad y economía que aún impactan en nuestra actualidad

Por el Mtro. Rodolfo Hernández Jiménez, académico de la Universidad Autónoma de Guadalajara

 

Cada 19 de mayo se celebra el día del profesional de la mercadotecnia, profesión que cuenta con una esencia multidisciplinaria por excelencia. Es algo así como un Da Vinci en pleno siglo XXI, pues es capaz de abstraer, analizar e interpretar información compleja, pero también de generar emociones a través de las historias que plasma y cuenta.

Sin duda alguna, el mercadólogo y su labor representan para las empresas (desde la más pequeña hasta la más desarrollada) un puente de conexión con sus consumidores, en principio para conocerlos y comprenderlos y a continuación generar aquellos productos y servicios que los logren cautivar.

De esta manera es posible intuir que un buen mercadólogo es aquel que conoce y comprende tan bien a sus clientes que sabe a ciencia cierta lo que estos necesitan, le gustaría o desearía tener. Es muy probable que el diseño del par de tenis o zapatos que ahora llevas puestos o incluso el sabor de la última bebida que consumiste haya sido creado con base en la información recopilada y analizada por un mercadólogo, quien se dio a la tarea de estudiar los rasgos de personalidad, las preferencias y los gustos concretos de personas como tú para adaptar lo que fabrica y ofrece a lo que a ti te gustaría comprar y consumir perpetuando un intercambio satisfactorio para ambas partes.

Llegados a este punto, su labor apenas comienza, porque una vez conceptualizado el producto o servicio que se pondrá a disposición de los compradores, viene la ardua tarea de volverlo atractivo de cara al cliente y es aquí donde entra el arsenal creativo del mercadólogo, pues tiene que pensar en un nombre y un diseño de marca que vuelva emblemáticos, reconocibles y diferenciables a cada uno de sus productos o en un envase y empaque que cumpla esas mismas funciones.

Tan solo reflexionemos sobre cuántas veces habremos elegido un producto en el supermercado, solo por su diseño, su presentación o la información que contenía en su etiqueta que terminó por convencernos a comprarlo. Ahí tenemos de nuevo a un mercadólogo obteniendo nuestra preferencia y adelantándose a su competencia.

Como de nada nos sirve tener el mejor producto o servicio del mundo si nadie lo conoce ni está convencido de que lo es, el mercadólogo debe salir de nuevo al exterior de la empresa a comunicarse con sus clientes y hacerles saber de manera ética y creativa y utilizando una amplia caja de herramientas qué es lo que ofrece, que beneficios y ventajas puede obtener el cliente con su compra y entra entonces en la encarnizada batalla de la atención, porque no sé si lo sepas pero se estima que cada uno de nosotros estamos expuestos a entre 5000 y 7000 impactos publicitarios por día (según el estudio que se consulte); y aquí te invito nuevamente a reflexionar en cuántos de ellos recuerdas haber visto o cuántos de ellos terminaste por ignorar porque no te parecían atractivos.

Esto nos da una idea clara de la importancia que tiene el desarrollo del potencial creativo del mercadólogo para comunicarse con sus posibles clientes, pues debe aprender a utilizar cada uno de los medios de comunicación tanto tradicionales como digitales, transmitir mensajes de manera efectiva que logren captar la atención y llevar a los clientes hasta la acción, ya sea de probar, comprar o utilizar algo nuevo y eso, hay que decirlo, no se trata de una tarea sencilla en medio de todo el ruido comercial que existe en casi todos los medios y plataformas actuales.

Por todo esto, no se debe dejar de valorar el papel que juegan los equipos de mercadotecnia, pues se trata de ese par de binoculares de doble sentido que permiten a la empresa adentrarse, conocer e interactuar con sus consumidores y a estos últimos les permite exactamente lo mismo, pero hacia dentro de las compañías y marcas que los acompañan todos los días, generando de esta manera relaciones comerciales satisfactorias, benéficas y rentables.

Así que tanto para los más racionales como para los más creativos:

¡Feliz día del mercadólogo!

El Mtro. Rodolfo Hernández Jiménez es Profesor de Mercadotecnia del Departamento de Ciencias Comerciales y Comunicación de la UAG.