Renacimiento Rural, alternativa para el cambio social y económico en América Latina

México. Las grandes ciudades enfrentan retos gigantes para responder a las crecientes necesidades de la población en términos de vivienda, sistemas de

México. Las grandes ciudades enfrentan retos gigantes para responder a las crecientes necesidades de la población en términos de vivienda, sistemas de energía, infraestructura, transporte y servicios básicos, como educación y salud. Cuando crece el número de habitantes a causa de la llegada de personas desde zonas rurales, estos problemas se hacen más críticos. Datos de la ONU señalan que dos de cada tres personas vivirán en ciudades o centros urbanos en 2050.

En el mundo ya existen 31 ciudades que tienen más de 10 millones de habitantes, según un informe de Naciones Unidas, algunas de las cuales están en América Latina, como Ciudad de México, Lima y Sao Paulo. El estudio pronostica, además, que esta tendencia seguirá creciendo hasta llegar a 43 ‘megaciudades’ en 2030, en todo el mundo.

“Este crecimiento acelerado de la población conlleva a un desmejoramiento de la calidad de vida y al aumento de problemas de infraestructura básica, como vías y sistemas de comunicación, la falta de acceso a sistemas de servicios públicos, educación y salud, el desempleo, la inseguridad, el costo de vida, y el déficit de opciones de vivienda”, advierte Raju Vegesna, Jefe Evangelista de Zoho, compañía de software empresarial como servicio.

Esta realidad motivó a Zoho a crear el documento ‘El Renacimiento rural y su importancia para América Latina’, que muestra la importancia de buscar alternativas para frenar esa migración interna, sin que las personas abandonen sus sueños de contar con una mejor calidad de vida ni renunciar a oportunidades laborales.

El Renacimiento Rural (Rural Revival, en inglés) propone utilizar la tecnología para impulsar la realización de trabajos urbanos fuera de las grandes ciudades, en poblaciones más pequeñas y en áreas rurales. Si las organizaciones adoptan esta tendencia, se abriría el camino para el desarrollo económico de estas zonas, al impulsar la aparición de nuevas actividades y de industrias complementarias.

Los trabajadores serían los principales beneficiados de este modelo, pues tendrían una mejora inmediata en su calidad de vida. Al desempeñar sus labores desde sus lugares de origen, evitan mudarse a las grandes ciudades de la región donde deben enfrentarse a un creciente costo de las viviendas, a los largos tiempos de traslado, al tráfico y a la saturación de los sistemas de transporte público.

Para que el Renacimiento Rural pueda desarrollarse en América Latina es necesario cerrar la enorme brecha digital que existe incluso en las mismas zonas urbanas. Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), más de 40 millones de hogares latinoamericanos no cuentan con formas de conectarse a internet, lo que les impide participar en tendencias como el trabajo remoto, la educación virtual y el comercio electrónico.

Un informe especial de Cepal también señala que, mientras en Europa y Estados Unidos casi el 40% de los trabajadores tiene las condiciones técnicas para laborar desde su hogar, en América Latina y el Caribe esta cifra disminuye a sólo el 21,3%. Entre los motivos que menciona la organización para esta situación están la escasa infraestructura digital, el bajo nivel de digitalización de las empresas y la falta de habilidades digitales de las personas.

Cerrar esta brecha digital requiere ante todo de una infraestructura de conectividad a internet, por lo cual es necesario que los países inviertan y expandan su infraestructura de telecomunicaciones, especialmente en comunidades rurales. Una investigación del Banco Mundial dice que el acceso a banda ancha de internet no alcanza el 50% en América Latina, lo que se traduce en un acceso limitado de oportunidades para millones de personas.

Para que la región se acerque cada vez más al Renacimiento Rural, es necesario “aprovechar que la mayoría de los países están impulsando la conectividad en zonas apartadas de sus territorios, para impulsar el uso de herramientas como la nube. Esta infraestructura, además, se está beneficiando de la llegada de las redes 5G, que impulsarán tecnologías como el internet de las cosas y la automatización de procesos”, concluye el jefe evangelista de Zoho.

El futuro del Renacimiento rural vendrá de la mano de los servicios de software en la nube y las aplicaciones colaborativas y de comunicación, las cuales servirán a los sectores sociales y económicos más bajos y desconectados del uso de internet, a crear verdaderos ecosistemas digitales que ayuden a desarrollar a las personas, negocios y comunidades.

Cambiando así, el paradigma de que en las zonas rurales no se pueden establecer las grandes compañías, impulsar los negocios globales o hasta crear nuevas tecnologías que impacten el futuro del mundo. Es momento de romper el estatus quo actual y demos oportunidad al Renacimiento Rural.