Propone el Dip. Víctor Merari Sánchez establecer el 25 de octubre como Día Estatal de las Personas de Talla Baja
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Mérida, Yucatán, a 25 de septiembre de 2019.- Con apego al respeto de los derechos humanos y en reconocimiento de un segmento de la población, su igualdad e inclusión social, el Dip. Víctor Merari Sánchez Roca presentó en la sesión de hoy del Congreso el proyecto de decreto por el que se declara el 25 de octubre como “Día Estatal de las Personas de Talla Baja”.
—Con ésta conmemoración buscamos el reconocimiento de este segmento de la población, su igualdad e inclusión social y respeto de los derechos humanos —subrayó.
El legislador panista explicó que la acondroplasia se presenta en uno de cada 25.000 niños nacidos vivos y la mayoría de quienes están en esta condición tiene un cambio (o mutación) en alguno de los genes específicos que interfieren en el desarrollo normal del cartílago y de los huesos y debido a que los huesos más largos del cuerpo humano se encuentran en los brazos y en las piernas, estas interferencias en el desarrollo óseo normal suelen tener como consecuencia extremidades más cortas, lo que lleva a una menor estatura.
—Debido a esto y a sus diferencias en el crecimiento óseo, los niños que presentan esta condición suelen aprender a darse la vuelta, a sentarse y a andar a edades posteriores que los niños de estatura promedio —manifestó—. Sus cuerpos pueden ser un poco diferentes y pueden tardar un poco más de tiempo en conseguirlo, pero lo acaban consiguiendo a su propio ritmo y en su propia forma.
El Dip. Sánchez Roca hizo notar que la mayoría de las complicaciones que afectan a las personas con acondroplasia son de tipo corporal y no afectan en nada a sus capacidades intelectuales y de hecho la gente pequeña suele desarrollar el ingenio porque encuentra formas inteligentes de hacer las cosas en un mundo adaptado a las personas de estatura promedio.
Dijo que, además, tienen que relacionase con gente que desconoce acerca de esta condición y que hace exaltaciones sobre sus capacidades sin saber lo suficiente ni preocuparse por conocer a alguien que lo padezca.
—Quienes padecen acondroplasia —continuó—, sienten que su condición «provoca risa», más que intención de ayudarles a convivir en un entorno normalizado; luchan contra la estigmatización social, pelean por el respeto y lamentan que, a pesar de todo, cada día se enfrenten a acciones discriminatorias y no solo tienen que aceptar a ser más bajos que los demás, sino también tienen que aprender a vivir en un mundo construido para la gente de estatura promedio.
Señaló que muchas asociaciones del mundo están luchando por formar a la sociedad respecto del trato, al uso de palabras, al sentimiento con el que les se mira y se les habla, y no solo fundaciones de acondroplasia sino de cualquier condición física especial, que es vista con superficialidad, para lograr seres humanos empáticos y libres de prejuicios y señalamientos hacia los demás, por eso es hora que todos actuemos en concordancia con lo que la sociedad civil organizada ha realizado por medios propios.
—A diferencia de otras condiciones humanas, las personas de baja estatura no disponen de infraestructuras adecuadas para realizar sus habituales tareas cotidianas y se enfrentan a interminables barreras físicas, como el uso de cajeros electrónicos, teléfonos públicos, transporte, ventanillas en bancos, por poner algunos casos —indicó—… Por tal motivo considero de suma importancia reconocer los logros y retos a los que se enfrentan las personas de talla pequeña y valorarlos como miembros vitales de nuestra sociedad.
Recordó que el 25 de octubre fue declarado como “Día Mundial de las Personas de Talla Baja” gracias a una iniciativa surgida en nuestro país, promovida por la Gente Pequeña de México.