Prohibir por ley del uso de popotes de plástico en establecimientos expendedores de alimentos fijos y semifijos de Sonora es una medida excelente, que contribuirá a mejorar las condiciones de las playas de la entidad, dijo la investigadora Jaqueline García Hernández.
La experta del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (Ciad), señaló que los popotes y, en general todos los plásticos que se desechan, son una grave fuente de contaminación.
La especialista en toxicología de la vida silvestre indicó que estos artículos contaminan los mares y la fauna marina como tortugas, peces, aves, delfines y ballenas, es la más afectada.
Explicó que en sus investigaciones de campo en las islas del municipio de Guaymas, al sur de Sonora, ha detectado la presencia de basura y contaminantes como metales pesados derivados de las descargas de aguas negras y actividades industriales.
Se ha documentado cómo los residuos del consumo humano han afectado a la vida silvestre, pues se han visto aves migratorias tratando de anidar entre la basura y las descargas de drenaje.
La investigadora titular del Laboratorio en Ciencias Ambientales del CIAD agregó que el plástico tarda cientos de años en degradarse y al desintegrarse en partículas microscópicas, los compuestos orgánicos persistentes pueden adherirse a estos microplásticos.
De esa forma, abundó, ocasiona aún más daño a los organismos marinos que los consumen.
García Hernández concluyó que todavía existen asignaturas legislativas pendientes que podrían incorporarse a la Ley de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, como la prohibición de las bolsas de plástico.
Hizo un llamado para que se tenga la responsabilidad ciudadana de evitar contaminar las playas en excursiones vacacionales y de utilizar lo menos posible bolsas y envases desechables en el consumo diario.