Participa UNAM en primera vacuna recombinante contra influenza en el mundo
La caracterización del virus patógeno acortó el tiempo de aprobación por autoridades sanitarias del país para su producción a nivel masivo
La caracterización del virus patógeno acortó el tiempo de aprobación por autoridades sanitarias del país para su producción a nivel masivo
En octubre de 2015, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) otorgó el registro en México de la primera vacuna recombinante contra influenza estacional diseñada en el mundo y que iniciará comercialización en el primer bimestre de 2016.
En la autorización del fármaco, llamado Flublock y formulado originalmente por el laboratorio estadunidense Protein Sciences Corporation, participó el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la transferencia de la información analítica de la vacuna a Cofepris.
El trabajo científico en la UNAM es dirigido por la doctora Laura Palomares Aguilera, quien explica que el hecho de que una vacuna se denomine recombinante quiere decir que en vez de tomar el organismo original y multiplicarlo para atenuarlo y que no cause la enfermedad, se toma solo un gen de él, en este caso la cepa viral H1N1 y H3N2 de influenza, que codifica para hemaglutinina y se expresa en células que no tienen nada que ver con el virus de la influenza, como huevo, gluten, gelatinas, látex o conservadores.
“Trabajar con el ADN del virus representa varias ventajas, por ejemplo, que no hay que cultivarlo y no hay riesgo para quien fabrica la vacuna ni para el medio ambiente, porque no hay forma de que escape”, refiere la investigadora.
El segundo aprovechamiento tiene que ver con el hecho de tener que vacunarse cada año contra la influenza, y ello es porque se trata de un virus muy cambiante, de manera que la vacuna actualmente en el mercado ya no contiene al virus que está infectando a la población en este momneto. “Con la técnica del ADN recombinante esto no sucede porque se trabaja con la secuencia del virus que está circulando en este momento”, detalla la especialista.
Agrega que la tercera ventaja es que acorta los tiempos de producción, ya que la obtención de cepas y su adaptación puede llevar varios meses, pero siendo recombinante se acorta a unas semanas para producir masivamente, previendo casos se emergencia como el suscitado en 2009.
Flublock se desarrolló en Estados Unidos por Protein Science Corporation, donde tiene registro sanitario. En México fue adquirida por el laboratorio Liomont y gracias a la colaboración de Instituto de Biotecnología de la UNAM obtuvo el registro ante Cofepris; aquí se hará el formulado y llenado para comercialización, y en próximos años se contempla hacer la fabricación total en territorio nacional. Cabe destacar que la farmacéutica comercializará la vacuna en Centro y Sudamérica.
La influenza es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa que entra al organismo por boca, nariz y ojos; se transmite de persona a persona a través de gotitas de saliva que se expulsan al estornudar o toser, al saludar de mano, beso o abrazo.
También se puede contagiar al tener contacto con superficies previamente contaminadas por gotitas de saliva de una persona enferma de influenza, como mesas, teclados de computadora, manijas, barandales, teléfonos, pañuelos desechables y telas.
“Con esta vacuna, México accede a medicamentos y vacunas de primer mundo”, puntualiza la doctora Palomares Aguilar; añade que el laboratorio que ella dirige en el Instituto de Biotecnología cuenta con amplia experiencia en la caracterización de este tipo de proteínas del virus de influenza, que tiene propiedades muy particulares.
“A la UNAM le interesa es que este tipo de tecnología, que es muy versátil y puede usarse para creación de otras vacunas, esté disponibles en el país para responder de manera muy rápida ante una pandemia, como ya ha sucedido”, enfatiza la investigadora con reconocimientos internacionales.