Como parte del proyecto científico más ambicioso de la actualidad, el Gran Colisionador de Hadrones, se ideó el programa ALICE (A Large Ion Collider Experiment) a fin de estudiar los fenómenos que se producen cuando miles de choques de partículas reproducen las condiciones de los primeros momentos del Big-Bang. Uno de sus principales resultados es el descubrimiento del Universo líquido, que se pensaba era gaseoso.
Como parte de ALICE se diseñó y construyó el detector AD (ALICE Diffractive), tarea en la que participaron investigadores mexicanos de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y Cinvestav. Colaborador del proyecto fue Solangel Rojas Torres, quien realizó su tesis de doctorado estudiando el desempeño del detector en condiciones de laboratorio.
«Participé y me involucré en la construcción, además de la instalación y operatividad del AD. Mi tesis de doctorado en física difractiva fue el estudio de sus características y de las pruebas a las que fue sometido. Posteriormente hice el análisis de los datos recabados para la mejor operatividad colectiva del experimento.
“El detector estudia diferentes tipos de fenómenos, desde rayos cósmicos hasta lo que se llama eventos de física difractiva, en los que dos protones no llevan a cabo una colisión frontal, solo se rozan, pero las partículas intercambian energía mediante un mecanismo llamado pomerón, el cual también se estudia”, explica en entrevista el científico mexicano.
Rojas Torres es ingeniero en electrónica por el Instituto Tecnológico de Mazatlán. Por invitación de un amigo inició la maestría en la UAS y ahí vino la oportunidad de acudir a la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN por sus siglas en francés), en el estudio y diseño de detectores de radiación y de partículas. A ello siguió el doctorado en la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, de la UAS, el cual culminó en diciembre de 2018, en el diseño de instrumentos para ver fenómenos de la física de alta energía.
Como parte de sus estudios en física de detectores, Solangel Rojas aprendió la técnica de construcción de materiales centelladores, desarrollada por el mexicano Ildefonso León Monzón también investigador en el CERN. Estos materiales se usan para detectar partículas y radiación ionizante y tienen un gran potencial para utilizarse en instrumentos como ejemplo en detectores de fuentes radiactivas y de radioterapia.
“En el CERN, situado en Suiza cerca de la frontera con Francia, trabajan alrededor de 2 mil personas de todo el mundo, y es un Universo de idiomas y culturas. Las tecnologías que se desarrollan son de dominio público, pero como estrategia los investigadores reservan sus resultados de los estudios derivados de las colisiones, para que se pueda cotejar con otros trabajos similares dentro de la comunidad científica”, aclara el investigador mexicano.
Asimismo, señala que ALICE modificará algunos de sus objetivos, entre ellos el estudio del Quark Gluon Plasma, que se cree que es un estado de la materia que pudo existir en los primeros microsegundos del Big Bang, es decir, en la creación de Universo.
“Acabo de terminar el doctorado estoy en un periodo de transición para ver dónde puedo hacer un posdoctorado y seguir colaborando con el proyecto, pues el detector AD sufrirá mejoras, será más rápido y generará un sistema de mucha mayor calidad.
“También me interesaría participar más adelante en proyectos de desarrollos tecnológicos de física aplicados a la medicina, en especial relacionados con la oncología”, considera el doctor Rojas Torres.
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