Mérida, Yucatán 27 de febrero 2024.- En el Día Mundial del Trasplante de Órganos y Tejidos, que se conmemora este 27 de febrero, y cuya finalidad es concientizar sobre la importancia de la donación de órganos y tejido, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán orienta sobre cómo ser un donante y poder apoyar a este acto altruista que permite a pacientes con ciertas patologías mejorar su calidad de vida e incluso salvar su vida.
El doctor Jorge Martínez Ulloa Torres, especialista en Cirugía de Trasplante Renal, indicó que los donantes pueden ser personas de cualquier edad; sin embargo, es muy importante comunicárselo a la familia, además de firmar una tarjeta de donantes y llevarla siempre consigo en la cartera.
Es importante que la población tenga conocimiento de que para muchas personas, un trasplante es la única alternativa para salvar su vida o poder mejorar ante enfermedades como hepatitis fulminante, cáncer de hígado, insuficiencia renal y queratocono, padecimiento que destruye las córneas; entre otras afecciones.
“El donador vivo generalmente es un familiar, pero puede ser cualquier persona que quiera donar, siempre y cuando sea en forma voluntaria, altruista, libre, consciente y sin remuneración alguna. Por otro lado, el donador cadavérico es aquella persona que, por ejemplo, tiene un accidente y se detectan clínicamente datos de muerte cerebral, la cual se corrobora por estudios de gabinete y tiene que ser certificada por un médico”, explicó el especialista.
Cabe señalar que entre los órganos y tejidos trasplantables se encuentran: pulmón, corazón, riñón, hígado, páncreas, intestino, estómago, piel, córnea, médula ósea, sangre, hueso, entre otros, siendo el riñón el órgano más comúnmente trasplantado.
En Yucatán, la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del IMSS, ubicada en la ciudad de Mérida, ha realizado trasplantes desde el 18 de agosto de 1987, cuando se realizó con éxito el primer trasplante renal de donador vivo. Actualmente, este hospital continúa realizando estos procedimientos a cargo de equipos multidisciplinarios de especialistas quienes también otorgan seguimiento a los pacientes trasplantados.
“Las personas que reciben el trasplante de un órgano, ya sea de un donador vivo o cadavérico, pueden llevar una vida prácticamente normal, aunque deben tomar medicamentos para ayudar a impedir que su cuerpo rechace el nuevo órgano, además de adoptar costumbres saludables para evitar complicaciones”, reiteró Martínez Ulloa Torres.
Finalmente, insistió a la población que sin donante no hay trasplante; por lo tanto, se exhorta a solidarizarse con las personas que más lo necesitan y sumarse a la cultura de la donación de órganos de manera altruista y voluntaria, ya sea vivo o al momento de fallecer, a fin de que órganos o tejidos sean trasplantados a pacientes que requieren de esta alternativa para conservar la vida.