Niños sufren problemas de alcoholismo en México

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Yo empecé a beber desde los 13 años más o menos y al principio era divertido, me gustaba, me sentía bien, lo sentía como parte de la vida, como que no estaba mal”, relató Brenda, joven miembro de Alcohólicos Anónimos (AA)

Brenda inició el consumo de alcohol en las fiestas escolares y poco a poco su adicción fue aumentando hasta que llegó a un coma etílico.

Empezaba a buscar entre las botellas que había en la casa para beber y en mi cumpleaños, cuando cumplí 14 y nos fuimos a beber, terminé súper mal, tirada en el suelo, vomitando, pero sentía que tenía el control”, narró la joven.

El consumo de alcohol es un fenómeno que se ha incrementado más en las mujeres, adolescentes y niños, incluso, menores de ocho, diez y catorce años han llegado a los grupos de AA.

Principalmente vemos que son niños, hijas o hijos de personas que consumen en exceso, el alcoholismo si bien es una enfermedad que no es contagiosa y no es transmisible, sí es hereditaria en cuanto a que los niños aprenden las conductas de los papás y las mamás”, subrayó Roberto Karam, presidente de la Junta de Servicios Generales de AA.

Inician con cerveza, después siguen con destilados y luego preparados; después siguen las drogas.

Así cayó Brenda, bebiendo todos los días y luego consumiendo drogas durante varios años.

“Después el alcohol ya no me fue suficiente, no hacía el mismo efecto que al principio, lo de sentirme muy feliz y empecé a buscar otro tipo de cosas, empecé a consumir marihuana y otras cosas que entre los amigos te ofrecían, no te va a pasar nada, me decían”, señaló Brenda.

Brenda ha estado en anexos, retiros espirituales, terapias y centros de apoyo a jóvenes. Hace dos años llegó a un grupo de AA, donde sigue en recuperación, pero el consumo excesivo de alcohol siendo muy niña le dejó un daño neurológico irreversible.

Ahora llegan más jóvenes, antes no llegaban jóvenes, antes llegábamos a los 39 años”, destacó Guillermo, fundador de casa AA.

Con información de Guadalupe Madrigal