Espita, Yucatán, 2 de mayo de 2021.- Las dificultades y crisis económica que trajo la pandemia, impulsaron a Mariano Chan Chuc a emprender su propio taller de costura en Espita, su tierra natal, proyecto con lo que está cumpliendo el sueño que tenía desde pequeño de generar oportunidades de empleo para la gente de su comunidad.
Luego de supervisar la aplicación de la segunda dosis contra el Coronavirus a los adultos mayores de este municipio del oriente del estado, el Gobernador Mauricio Vila Dosal visitó a Chan Chuc en su taller, desde donde ahora confecciona guayaberas, vestidos, huipiles, blusas, ropa de playa, entre otras prendas, que se comercializan en tiendas de Mérida, Playa del Carmen, Tulum, Oaxaca, Puebla e incluso de países de Europa.
Al recorrer las áreas que conforman el taller y conocer más de cerca el trabajo que en cada una realizan, el hombre originario de Espita le platicó al Gobernador que ahí laboran 15 personas, muchas de ellas que quedaron desempleadas por la contingencia, por lo que se encuentra muy satisfecho de las oportunidades que está generando para su gente.
Sin embargo, Mariano, de 59 años, afirmó que su principal propósito, además de promover los productos locales y que lleguen a diferentes partes del país y el mundo, es hacer crecer su proyecto para poder dar más empleo a la gente porque considera que existe mucho talento en su municipio.
«Poco a poco estamos logrando nuestras metas. Tenemos a nuestros clientes, que son tiendas que nos hacen pedidos para llevarlas a vender a Tulum, Playa del Carmen y otros estados del país», añadió.
Chan Chuc relató a Vila Dosal que antes estaba trabajando en una empresa de ese giro, pero en Playa del Carmen, sin embargo, la difícil situación y falta de oportunidades ahí, le hicieron tomar la decisión de regresar a su tierra para iniciar su propio proyecto, llevando los beneficios a la gente de su poblado.
A su paso por el área de armado, Mariano destacó que Espita es un municipio donde habita mucha gente talentosa que se dedican a la costura y el trabajo artesanal, como su esposa, quien realiza bordado en punto de cruz para las prendas que les encargan.
«Este negocio empezó como un sueño familiar, pero con el propósito de llevar trabajo a las familias de Espita. Estoy muy orgulloso de lo que estamos logrando porque es una muestra de lo mucho que podemos hacer aquí», afirmó.
Por más de 45 años, Chan Chuc se ha dedicado a la confección de prendas, oficio que le permitió crecer a sus hijos, pero que también le representó sacrificios como tener que vivir lejos de su familia, ya que también ha trabajado en Mérida y Cancún, por lo que ahora le hace muy feliz estar en la tierra que lo vio nacer y generando un impacto positivo en su localidad.
Por último, agradeció a Vila Dosal su visita e interés por conocer su emprendimiento, «es un honor ver que el Gobernador se interesa en los negocios locales que todavía están empezando como el mío».
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