Nadal supera intensa batalla en Madrid; la afición se puso de pie

El español avisó que Alex de Miñaur no sería un rival fácil y así lo fue. En más de dos horas de juego, el de Manacor libró una intensa batalla, que al final se llevó el triunfo, lo que provocó que los aficionados se pusieran de pie y lo ovacionaran

Rafa Nadal venció (7-6(6), 6-3) al australiano Alex de Miñaur en la segunda ronda del Mutua Madrid Open, cuarto Masters 1000 de la temporada, recuperando su pegada a gran nivel físico y de juego para seguir creciendo en una intensa batalla en la que al final, la afición se puso de pie.

El ídolo local y cinco veces campeón en la capital recordó viejos tiempos en la venganza contra su verdugo la pasada semana en Barcelona. Nadal mandó con una derecha fuerte y constante los dos sets, subió a la red, dejó ganadores también de revés, tuvo el saque a buen nivel y una movilidad desbocada por la pista. En busca de los octavos de final, el balear se medirá el lunes con el argentino Pedro Cachín, quien batió al estadounidense Frances Tiafoe.

Rafael Nadal

Después del debut ante el adolescente Darwin Blanch, el campeón de 22 ‘grandes’ dio sin duda un paso al frente en todo, sobre todo en confianza para creer en su recuperación y continuidad sobre las pistas. Arropado por una Manolo Santana a reventar, con el rey Felipe VI entre los espectadores ilustres, Nadal se apuntó un primer set casi dramático y en el segundo mantuvo alta la intensidad.

En su tercer torneo de 2024 y tras un 2023 en blanco, el balear se sintió más tenista en la Caja Mágica que en casi dos años. Un subidón de fe, porque él mismo no se veía victorioso en la previa, que dejó tensión de inicio. El español rompió de inicio, pero después perdió su saque en medio de un calentón con el juez de silla. La prueba de fuego creció con otro ‘break’ en contra.

De Miñaur demostró sangre fría y calidad para empatar la muerte súbita, pero Nadal se guardó algún truco más en la Caja Mágica para apuntarse un primer set decisivo. De esa fuerza sin duda se ayudó el español, para atacar de nuevo de inicio y caminar sólido con ‘break’ arriba leyendo el partido. El australiano tuvo sus momentos, pero ahí Nadal supo meter una marcha más para seguir mandando.

En el sexto juego rozó el ‘break’ De Miñaur, pero el de Manacor remontó un 0-30 que rubricó con un peloteo de campeón. No encontró más opciones al resto el español, pero hizo los deberes con golpes que hacía mucho que no sacaba. Nadal empieza a parecerse a Nadal y, palabras mayores, su despedida parece de repente lejana cuando muchos, incluso él mismo o el rey, pensaron que podía ser hoy.

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