México podría aprender de los programas alimentarios de EU
Experta explica que los programas de alimentación de la población más vulnerable del país del norte también se podrían aplicar en nuestro país
Experta explica que los programas de alimentación de la población más vulnerable del país del norte también se podrían aplicar en nuestro país
México tiene hambre. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) el 23.5 por ciento de la población mexicana vive en pobreza alimentaria. Las zonas rurales, de la sierra y áreas urbanas, son las principales áreas que sufren de esta carencia.
Para la Nutricionista Adscrita al Departamento de Agricultura de Texas, Especialista en Programas de Nutrición Infantil, Nutrióloga y Mtra. Areli Buenrostro Medina, nuestro país podría tomar algunas notas sobre cómo otros países alimentan o reducen este problema, como por ejemplo Estados Unidos.
Esto lo comentó en la conferencia “Programas Federales de Nutrición en Estados Unidos” que organizó la Escuela de Nutrición de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
La experta explicó que Estados Unidos tiene tres veces el tamaño de la población de México, más de 320 millones de personas, lo que significa un reto para el Gobierno.
“Tienen un programa de asistencia alimentaria para la población en general, busca erradicar el hambre con el apoyo de dinero electrónico, mes con mes, para personas de escasos recursos y así busca erradicar el hambre. México no cuenta con un programa como tal, a pesar de que el tamaño de la población es menor”, expuso la experta.
Dichos programas permiten un mayor acceso a los alimentos; sin embargo, el gobierno norteamericano implementó un modelo para, además, hacer a su nación más sana y, es que, hace unos años su población presentó dificultades de desnutrición y obesidad, entre otras afectaciones.
Por lo tanto, desarrolló un sistema para mejorar la alimentación de sus jóvenes y con ello prevenir enfermedades, ya que uno de cada dos adultos tiene una enfermedad causada por su dieta.
Un ejemplo de estas estrategias es la nutrición escolar, en la que hizo una comparación y enfoque sobre el programa nacional de almuerzos y desayuno escolar en la Unión Americana.
Para poder alimentar a la población estudiantil, empresas de comida rápida se han sumado a este programa, porque es insuficiente la infraestructura y recursos con los que cuentan las escuelas y gobierno.
Así pues, el gobierno otorga apoyos e incentivos y ha propuesto guías alimentarias para los americanos.
El desayuno consiste en alimentos como leche, fruta y cereales, mientras que el almuerzo en cereales, lácteos, carne, frutas y verduras.
Uno de los lineamientos nutrimentales de dicha estrategia es que sea bajo en calorías, no utilice grasas trans, uso de grasas saludables y que su disponibilidad sea accesible para la zona en donde se entregan los alimentos.
Estos programas podrían subsanar la situación; sin embargo, apuntó, también es un trabajo que empieza en casa y seguido por expertos para evitar que los malos hábitos del presente sean los males del futuro.
Para finalizar recomendó que estos programas podrían implementarse en México, «todo es cuestión de que se piense cómo y realizarlo”, dijo.