Mexicano en Harvard a la caza de nanofármacos inteligentes.
En sus realizaciones ha logrado la intersección de ingeniería y ciencias de la salud, lo que le ha valido reconocimientos internacionales
En sus realizaciones ha logrado la intersección de ingeniería y ciencias de la salud, lo que le ha valido reconocimientos internacionales
La tesis de doctorado de Guillermo Ulises Ruiz-Esparza Herrera refirió una estrategia nanotecnológica para atención a insuficiencia cardiaca.
El trabajo del mexicano como miembro de un equipo científico en el Instituto de Investigación del Hospital Metodista en Houston (EU) consistió en el diseño de un nanovector que puede encapsular fármacos, proteínas o genes, se administra vía intravenosa, circula en el torrente sanguíneo y se aloja en el corazón. Una vez ahí la nanopartícula cumple con la indicación de ingresar a la célula afectada y hacer la entrega de la terapia para reestablecer la salud del paciente.
El proyecto fue pionero en la materia a nivel internacional.
El trabajo le valió reconocimientos de la comunidad científica internacional e importantes donaciones para que el Hospital en Houston siguiera con la línea de investigación, pero también la oportunidad de realizar un posdoctorado en el Centro de División conjunta de Ciencias de la Salud y Tecnología de la Universidad de Harvard y el Massachussets Institute of Technology (MIT). Al concluir sus estudios posdoctorales se convirtió en el líder del grupo de investigación en Nanosistemas Moleculares, de la división conjunta de Nanotecnología, el cual es parte de la Escuela de Medicina de Harvard, y el MIT y elHospital Brigham and Women’s en Boston, EU.
Ruiz- Esparza Herrera es médico cirujano y licenciado en biociencias por el Tec de Monterrey, campus Monterrey. Realizó su doctorado en nanotecnología médica en el Hospital Metodista de Houston y la misma institución mexicana.
“El ser médico con un doctorado en un área de la ingeniería me ha dado un perfil poco común, pues entiendo el lenguaje de la tecnología, conozco las herramientas de la ingeniería pero también las necesidades clínicas. Esta formación me ha servido para ser un enlace entre los dos campos.
“En Harvard y MIT mi posdoctorado fue en nano y biomateriales inteligentes para aplicaciones médicas. Ahora, el grupo de investigación que encabezo se enfoca en el desarrollo de diferentes estudios nanomoleculares para la prevención, tratamiento y detección de diferentes tipos de enfermedades, como cardiovasculares, renales y oncológicas”, detalla el científico nacido en Aguascalientes y quien en 2018 cumplirá 30 años de edad.
Añade que 90 por ciento de su grupo de investigación son mexicanos, pues cada seis meses entre cinco y diez estudiantes connacionales son seleccionados para hacer una estancia y continuar con su formación en nanotecnologías en la Universidad de Harvard y luego regresan al país. El doctor Ruiz-Esparza Herrera estima que en dos años aproximadamente 40 estudiantes nacionales han pasado por su laboratorio de este programa de investigación.
“También desarrollamos estudios de materiales que se auto-reparan para uso clínico, por ejemplo, una especie de gel que tiene propiedades no newtonianas y que puede comportarse como solido o líquido y auto-repararse en distintas circunstancias mecánicas. Puede ser usado en diversas aplicaciones cardiovasculares y abdominales para entregar medicamentos de manera más controlada o desarrollar pegamentos quirúrgicos”, especifica quien hace un par de años fue reconocido en el Premio Innovadores Menores de 35 del MIT Technology Review.
Sobre las aspiraciones de un joven científico que encabeza un equipo de investigadores en una de las importantes universidades del mundo, Guillermo explica que quiere un modelo en el que sea un médico, tecnólogo, investigador y emprendedor.
“Poder ver a mis pacientes en el hospital me nutre de ideas para saber las necesidades clínicas de primera mano, y ver qué es lo que puede crearse para ayudar en sus problemas. Para ello, mi objetivo es usar mi laboratorio como una plataforma creativa para desarrollar tecnologías que se conviertan en productos que después puedan ser empresas que fabriquen tecnologías que incidan en la calidad de vida de un paciente. La innovación está en la intersección de varios campos y es el modelo que he aprendido de mis mentores”, puntualiza Guillermo Ruiz- Esparza Herrera, quien en 20167 recibió el Premio Nacional de la Juventud y el premio Harvard Pilgrim Health Care Institute y además es miembro de la Royal Society of Arts en Reino Unido. (Agencia ID)