Meter el ala en el cieno.
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Diana del bosque tenía
un compañero llamado Virbio.
Ha comenzado la carrera final hacia la silla presidencial 2018. Las encuestas que viene llevando Andrés Manuel siguen favoreciéndolo. Habría que verse hasta qué fecha, ¿cuántas semanas seguirá puntero? Si eres el único haciendo campaña 6 años, luego del fraude de Felipe Calderón, en el 2012 AMLO se inclinó ante Enrique Peña Nieto; si eres el único en campaña y haciendo encuestas en cada uno de tus mítines, claro que serás el que lleve la delantera. Las pre campañas han comenzado y cada una de las alianzas irá escogiendo al que será su candidato. AMLO está siendo alcanzado al menos por el pre candidato del PRI.
Hace poco, con mucha candidez, alguien me decía (lo que dicen siempre los que insisten en apoyar a Andrés Manuel, porque hacerlo es lo de izquierda) que yo solo “le pegaba a AMLO” en mis columnas. Y no es así. Lo repito una vez más. Yo, Adán Echeverría, soy apartidista. He firmado para intentar hacer candidata a María de Jesús Patricio. Pero he visto a las mejores mentes de mi generación, y de generaciones mayores a la mía, e incluso las menores, ignorar esta oportunidad de tener a una representante de nuestros pueblos originarios en la boleta electoral. Y ya que no podremos tenerla, hasta esta fecha en que escribo no me parece que vaya a alcanzar el número de firmas que la hagan poder participar. Si ella no logra ir a la boleta, y ninguno de los otros candidatos independientes que andan luchando por obtener las firmas lo logra, no me quedará más remedio que volver a hacer lo que llevo haciendo 12 años: Anular mi voto. Porque de nueva cuenta, Ningún Candidato Merecerá mi Voto.
¿Por qué no me dedico a pegarle al PRI?, preguntan. Porque ese partido, al igual que el PAN, están probados como corruptos. Los que somos de izquierda lo sabemos con claridad. Y escribo contra AMLO porque desde 2008 se ha dedicado a demostrar cada vez más que no es un personaje de izquierda, que nunca lo fue y que nunca lo ha sido, y engaña a sus seguidores. En el 2006 yo voté por él, porque se necesitaba el cambio, era urgente obtener la alternancia. El PAN de Vicente Fox nos había defraudado, y era necesario quitarlo. Se suscitó el robo electoral. PRI y PAN acordaron la entrega de Yucatán al PRI, con tal de que este partido no aprobara el recuento del voto por voto, que era necesario. Luego AMLO nos traicionó levantando el plantón de Reforma, cuando el ejército amenazó pasar el desfile por ahí. Y desde entonces su caída no parece tocar fondo. Se agarra impulsando un fanatismo tal que usa a la Virgen de Guadalupe para ganarse seguidores.
AMLO juega a ser el “Personaje Opositor” en el Teatro de la Democracia. Se la pasa azuzando al pueblo y luego traicionándolo. El último clavo que ha puesto al ataúd de la izquierda mexicana es ir en alianza política con el Partido Encuentro Social de ultraderechistas. AMLO es un ave de pantano, cubierto de lodo ideológico hasta los tuétanos. Una pena el asunto.
