Opinión

Los malos tiempos

Adán Echeverría

Mar afuera, la neblina tornaba negros los barcos lejanos.

Aun así, el día era más claro que el precedente.

Yukio Mishima

Viven espantados la llegada de ex priistas a engrosar las filas de Morena; viven temerosos de retroceder a las épocas del neoliberalismo, del Salinato; ¿por qué aceptan a tanto corrupto?, se cuestionan; se raspan la pureza de sus vestiduras diciendo: ‘insultó a la Presidenta’. Temen, aunque lo digan de broma, que pronto acepten a Enrique Peña Nieto, al mismísimo Zedillo; porque en sus cabecitas consideran que todos los priistas, que todos los panistas, que todos los prianistas son iguales a Zedillo, a Salinas, a Felipe Calderón. Y dudan de sus dirigentes, dudan de la Presidenta, dudan de su militancia.

“Si la duda llega a tu corazón y te dice déjame entrar”, cantan algunos y se aferran al verso: No. No debo dudar, y se cuestionan si aquel: ‘Dudar de todo, es el principio de todo pensamiento crítico’, debe seguir aplicando. Se equivoca Clara, se equivoca Claudia, solamente Andrés jamás se equivocó, y entonces vuelven a construir héroes, caudillos impolutos, que jamás dudaron, que jamás se equivocaron; juran y perjuran que si Andrés estuviera acá nos diría cómo deberíamos actuar, qué es lo que deberíamos pensar. Nada más equivocado.

Es un hecho nietzcheano, que el verdadero maestro es quien, al termina la jornada de aprendizaje, al acabar el viaje, la ruta, desprecia a sus alumnos. ¡Y hace bien! No han entendido que las herramientas fueron puestas como ejemplo, para que cada quien construya su propio pensamiento crítico basado en el análisis personal y de grupo, de convencimiento del otro, por la vía de la discusión y el argumento. ¿De qué nos sirve rasgarnos las vestiduras hoy? Las redes sociales no son viscerales, viscerales son los incapaces que las gestionan, que se sienten hoy en el desamparo, y desde el anonimato solamente alcanzan a lanzar mordidas, como si de un animal falto de raciocinio se tratara, bestias inconformes y egoístas, prestos al ataque ante cualquier cosa que sea diferente.

“Claudia está mal. Claudia y Clara están destruyendo el partido aceptando a estos personajes”. “¿Acaso no aprendieron nada de los casos de Germán Martínez y de Lilly Téllez?” Y podrían tener toda la razón.

Pero los comportamientos: rastreros, traidores, llenos de ignorancia de Germán Martínez y de Lilly Téllez habla peor de ellos mismos que de Andrés y del partido; y eso, queridos lectores, nadie lo podrá negar jamás. Martínez y Téllez no pueden ser tomados como ejemplo para ninguna cosa, menos en temas políticos en donde, una y otra vez, han demostrado una suprema ignorancia. Nadie se preocupa por ellos.

Los golpes hoy vienen desde adentro, de adentro del mismo gobierno, de adentro del mismo partido; la humanidad perversa de muchas personas dentro del partido, en elevados puestos de gobierno, y no solamente de parte de quienes se están sumando al partido, trayendo consigo, lo que la dirigencia del partido ha considerado digno de celebrarse; porque para ellos, aun cuando pudieran conseguirlo dentro de las filas del partido, la conmoción que causa al interior de la militancia es necesaria. Nadie debe quedarse a soñar el sueño de los justos, sino a construir el futuro del partido. Y hay que mantenerse siempre alertas y en pie de lucha.

Si los personajes que hoy llegan tienen cuentas con la justicia, eso saldrá a la luz, y será la misma gente, la mima militancia, y sobre todo la justicia, quienes deberán exigir el rendimiento de cuentas, y no Morena debe ser la que siga diciendo: “Tú no. A ti no te daré la oportunidad de redimirte”.

Que para eso hay estatutos e ideologías bien cimentadas.

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