Mérida, Yucatán, jueves 4 de febrero del 2016 .- Muy buenos días tengan todos ustedes. Saludo con mucho afecto, con mucho respeto, a la doctora Ana María Cetto Kramis, coordinadora General del Comité de Clausura del Año Internacional de la Luz 2015.
Me da muchísimo gusto saludar al doctor Jorge Carlos Díaz Cuervo, representante personal de nuestra canciller, la maestra Claudia Ruiz Massieu Salinas, secretaria de Relaciones Exteriores del Gobierno de la República, a quien le pido le transmita un saludo muy afectuoso de todo el pueblo de Yucatán.
Me da gusto saludar al profesor John Dudley, presidente del Comité Internacional del Año Internacional de la Luz 2015; al doctor Elías Micha Zaga, representante personal del doctor Enrique Cabrero Mendoza, director General de Conacyt, reiterando el reconocimiento y la gratitud de todos los yucatecos por ese gran impulso que se le ha dado a la ciencia, a la tecnología y a la investigación en nuestro estado de la mano del Gobierno de la República, particularmente del Conacyt.
Saludo muy afectuoso a la señora Nuria Sanz Gallego, Nuria, directora General de la Unesco en México, muchísimas gracias; a los titulares de los poderes públicos de nuestra entidad, distinguida presidenta del honorable Congreso del Estado, distinguido presidente del Tribunal Superior de Justicia, señor presidente municipal de la ciudad de Mérida.
Me da mucho gusto saludar al excelentísimo señor Eduard Malayán, embajador extraordinario de la Federación de Rusia en México, muchas gracias.
Saludar a las distinguidas personalidades, integrantes de cuerpos diplomáticos, representantes que se encuentran encabezando esta importantísima inauguración, muchísimas gracias. Saludo con un enorme respeto, reconocimiento, pero enorme hospitalidad y gratitud por su presencia a todas y todos ustedes distinguidos representantes de la comunidad científica mundial, Yucatán se siente muy honrado con la presencia de todos ustedes.
Permítanme de manera particular presentar un saludo muy respetuoso al profesor Shuji Nakamura, Premio Nobel de Física 2014, muchísimas gracias profesor le agradecemos mucho su presencia; así como del astrofísico John Cromwell Mather, Premio Nobel de Física 2006, muchísimas gracias por su presencia.
Y a todos ustedes reiterarles que Yucatán la tierra de la gran cultura maya, de la milenaria cultura maya se siente muy honrada con la presencia de todos ustedes. Yucatán, una tierra con una cultura viva como es la gran cultura maya que desde hace miles de años ha estado significada por la característica de generación del conocimiento, generación del conocimiento útil para toda la sociedad.
Y que hoy en pleno siglo XXI ha definido la sociedad yucateca a la investigación, a la innovación, a la educación como las principales palancas para impulsar el desarrollo económico, social y cultural pleno de nuestra sociedad.
Es el camino que hemos definido y por eso precisamente encontramos en este espléndido espacio la ceremonia de clausura del Año Internacional de la Luz la ocasión propicia para dirigirnos a ustedes distinguidos integrantes de la comunidad científica mundial para decirles como todo entusiasmo bienvenidos a Yucatán, Yucatán es su casa.
Y es que hay fechas cargadas de simbolismo y que marcan un antes y un después. Y eso lo sabían muy bien los miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en diciembre del 2013, cuando decidieron declarar el 2015 como el Año Internacional de la Luz y de las Tecnologías basadas en la Luz.
Una fecha cargada de simbolismo que arranca mil años atrás, en el 1015, con Alhacén, “El persa”, el padre de la óptica.
Mil años después, en 2015, también será recordado como el año en el que se trabajó muy fuerte a nivel mundial para difundir la importancia de la luz en la ciencia y la cultura. La importancia de la luz para hacer de nuestro mundo un lugar sustentable y con futuro viable para toda la humanidad.
Y también, entre otros objetivos, se ha trabajado muy fuerte para darnos a conocer cómo todos nos beneficiamos de tecnologías que se aplican lo mismo en la salud, en la agricultura, las comunicaciones, la educación, sólo por expresar ejemplos.
La luz como parte de nuestra vida cotidiana y también como un recurso para construir el futuro. Sin duda perseguir los objetivos que fueron trazados para este Año Internacional hicieron del 2015 un año intenso pero ante todo creativo.
Y también, con toda seguridad, las sociedades científicas, las instituciones educativas y de investigación, los grupos tecnológicos y los sectores privados participantes, llegan hoy a esta clausura de sus trabajos con enorme satisfacción por las aportaciones realizadas.
Con la satisfacción de haber contribuido a crear conciencia sobre los avances que se han alcanzado a nivel mundial en el gran tema que significa la luz. Y a la vez, con la renovada virtud de hacer más.
Por nuestra parte, lo reitero, ser la sede de tan importante evento representa un enorme orgullo, una gran satisfacción. Orgullo y satisfacción porque nos permite confirmar que en Yucatán estamos transitando por el camino correcto al invertir de manera sustantiva en ciencia, en investigación, innovación, tecnología y educación.
Estamos trabajando para el presente y futuro de nuestra juventud, y contamos con el apoyo pleno de nuestro Gobierno federal encabezado por el señor Presidente don Enrique Peña Nieto. Así es como estamos sentando las bases de un desarrollo que conlleve bienestar e igualdad de oportunidades a toda la población.
Porque la ciencia y la tecnología han de servir a nuestro desarrollo económico, social y cultural. Y el Año Internacional de la Luz nos vino a poner sobre la mesa la amplia gama de posibilidades que las tecnologías basadas en la luz pueden ofrecer y ya están ofreciendo para el bienestar de toda la humanidad.
Porque si bien las sociedades actuales enfrentamos riesgos y dificultades, también confiamos en que el conocimiento siempre significará luz.
Mantengamos abierto el espíritu del saber para no dejar nunca de sorprendernos ante lo nuevo.
Agradecemos haber sido seleccionados como sede de los trabajos de clausura del Año Internacional de la Luz.
Agradecemos a todo el sistema de las Naciones Unidas y particularmente a la Unesco, institución con la que ya tenemos una larga relación a través de la distinción de Chichén Itzá y Uxmal como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Compartimos los valores de promover la ciencia, la cultura, la educación y ahora, como bien lo ha indicado la directora General en México de la Unesco, doña Nuria Sanz, vamos de nuevo juntos en la visión de impulsar nuestra gran biodiversidad y cultura viva como palancas para generar nuevos conocimientos para el bienestar futuro a través del pasado y del presente.
Para nosotros la clausura del Año Internacional de la Luz representa un eslabón más de la larga cadena a la que nos sumamos para que sus logros y objetivos perduren mucho más allá del 2015.
Así no me resta más que agradecer su presencia y los importantes aportes con los que cada uno desde su área, contribuyen para construir un mundo mejor y como colofón a este año desea enmarcar el por qué también es simbólico que la clausura se lleve a cabo en Yucatán.
Esto nos lleva a recordar que el inicio de estas celebraciones fue en París, precisamente la “ciudad luz”, ahora la comunidad científica concluye este periodo en Yucatán, donde la luz y la sombra marcan los ciclos de la vida, donde luz y sombra se vuelven una unidad en la cosmovisión maya, expresada en su arquitectura gracias al profundo conocimiento astronómico que poseían.
La dualidad está presente en la gran cultura maya, día y noche, luz y sobra, cero y uno, materia y energía, vida y muerte. Es decir, elementos que en esencia son contrarios y que significan ante todo el origen de una unidad.
Entender la unidad en la dualidad nos puede ayudar a encontrar respuestas que permitan un entendimiento común entre toda la humanidad y ese debe ser el propósito más alto, la unidad. Unidad para la sustentabilidad de nuestro planeta y para la vida.
Sean todos ustedes bienvenidos a Yucatán, Yucatán es su casa.
Gracias.