Ciudad de México, 23 octubre.- A pesar del acceso generalizado a la información y la globalización de las redes, la resistencia al uso de métodos anticonceptivos sigue siendo un obstáculo significativo en la población en general, especialmente entre los jóvenes.[i]
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México, más de 40% de los embarazos en jóvenes de entre 15 y 24 años no son planificados, lo que representa un desafío significativo para la salud reproductiva y el bienestar de esta población.
La falta de información y el limitado alcance de la misma, sumado a la escasez de insumos, son algunos de los factores que contribuyen a esta problemática.
El sector salud enfrenta frecuente desabasto de métodos anticonceptivos de larga duración, como el implante y el dispositivo intrauterino, que son costosos y difíciles de acceso para muchas personas.
El reducido uso de anticonceptivos es una situación multifactorial, ya que puede ser un tema de educación, falta de acceso, poca oferta por parte de los servicios públicos, barreas culturales o incluso, religiosas.
El 14.5% de los jóvenes consideran que los métodos anticonceptivos van en contra de sus creencias culturales o religiosas, de acuerdo con las cifras del INEGI.
El reto es superar los mitos que hay sobre los métodos anticonceptivos, y averiguar más sobre las enfermedades de transmisión sexual. Aún hay localidades donde la mujer no decide sobre su sexualidad libremente, o que no hay responsabilidad en torno a las relaciones sexuales.
En México, el 27.6% de los jóvenes no saben cómo funcionan los métodos anticonceptivos, además de que un 24.5% afirman tener miedo a los efectos secundarios de esos métodos. [ii] Otro tema es la falta de acceso de los métodos anticonceptivos en diversas comunidades. Por ejemplo, el 17.3% de los jóvenes no tienen acceso a métodos anticonceptivos en su comunidad. [iii]
Por lo anterior, es fundamental que las instituciones de salud pública garanticen el abastecimiento constante de métodos anticonceptivos y promuevan la educación y la sensibilización sobre su uso. Además, es importante abordar las barreras culturales y sociales que limitan el acceso a la información y los servicios.
El acceso a la interrupción del embarazo es un derecho en salud, un derecho mundial para cualquier persona que amerite no solo por casos de violación, mal formaciones fetales, enfermedad materna, sino por el hecho de no sentirse preparadas para una maternidad.
Estas personas pueden acceder a servicios como Telefem, una organización que ofrece consejería médica y acompañamiento por profesionales ginecólogos durante este proceso.
Las personas interesadas pueden contactar a Telefem para recibir orientación médica a través de la página telefem.org o en su WhatsApp el cual se encuentra en la misma página, para dar seguimiento a sus dudas y recibir información precisa y científica, de forma anónima y confidencial.
[i] Encuesta nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 20231, INEGI.
[ii] Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, INEGI.
[iii] Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, INEGI.